⠀⠀ El caluroso verano no estaba al nivel de la calidez que sentía mi pecho ni mi rostro, ni siquiera al de mis manos tocando su desnuda y bonita piel.
⠀⠀ Mis manos paseaban su cuerpo, dejando a cada paso huellas de calor debido al contraste de su fría piel con mi temperatura corporal.
⠀⠀ Sus bonitos ojos reflejaban aún más todo lo que miraba gracias a las pequeñas lágrimas acumuladas, y entre las estrellas que podía contemplar en sus luceros, me encontraba yo mirándolo detenidamente, para así recordar otra de nuestras nuevas y primeras experiencias juntos.
── No me mires así ── murmuró mientras se tapaba su sonrojado rostro con la almohada.
── No te puedo mirar de otra manera ── respondí, lo que hizo que se riera suavemente y me dejara apreciar de nuevo su rostro, aunque no por mucho tiempo, ya que cerré mis ojos cuando tomó mi rostro en sus manos para acercar nuestros labios.
⠀⠀ Tanto la canción de fondo como el canto de las cigarras no parecían existir para mí, no cuando sentía cómo sus manos me tocaban, ni cuando su respiración irregular estaba siendo provocada por mí.
⠀⠀ Su despeinado cabello negro, su ojos que parecían tener más estrellas que de costumbre, su suave y blanca piel con pequeños degradados rojos, su tembloroso cuerpo bajo el mío, su etérea voz.
⠀⠀ No me parecía posible que pudiera existir alguien tan precioso como Xingchen.
── ¿Sabías que nuestro cuerpo está formado por polvo de estrellas? ── me preguntó mientras acariciaba mi rostro con delicadeza.
── Eso explicaría por qué tus ojos brillan ── respondí antes de besar el lunar bajo su ojo derecho.
⠀⠀ Mi chico de las estrellas volvió a reír y me besó de nuevo, con más intensidad y con más cariño, sustituyendo las palabras por esta muestra de amor.
⠀⠀ La música del verano comenzó a mezclarse de nuevo con nuestras voces, con nuestros suspiros, y cuando mis brazos rodearon todo su cuerpo para que nuestros corazones estuvieran lo más cerca posible, escuché, en un gentil susurro, las dos palabras que más quería escuchar tras las 4 fases lunares después de nuestro primer beso.
── Te quiero más de lo que puedas imaginar, mi pequeña estrella ── susurré con su mismo tono de voz, y al no obtener reacción, deshice el abrazo para verle, encontrándome con sus ojos aún más llorosos que antes y con una sonrisa que no coincidía con lo que me transmitía su mirada.
⠀⠀ Mis palabras quedaron selladas con sus labios, como si me estuviera diciendo con este beso que no preguntase, pero esa fue la primera espina que quedó clavada en mi corazón.
» jessica, ©herbonhomie
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abrazando una estrella
Romanceestamos formados por polvo de estrellas y, sus ojos brillosos, me lo confirman.