Al día siguiente Gai fue el primero en levantarse, fue a la cocina y preparó muchas tostadas de queso para el desayuno, quería empacarle unas cuantas para llevar a Kakashi pero no había envases en donde hacerlo, solo le quedaban ollas y platos, y dudaba mucho que Kakashi se las quisiera llevar en platos de cerámica.
Pero entonces encontró papel aluminio y comenzó a envolverlos allí.
Cuando terminó se sentó a la mesa a comer las suyas con jugo de pera y a Kakashi le sirvió jugo de naranja.
Luego de unos minutos Kakashi bajó listo para irse y se sientan ambos a desayunar.
-Te empaqué unas cuantas tostadas más, y más jugo en tu termo cromado para que se mantenga frío.
-Gracias Gai.
Ambos continuaron comiendo hasta terminar y tanto Gai y Kakashi se levantaron y caminaron hacia la salida.
-¿A donde vas Gai?
-Te acompañaré.
-¿Que? No, no vayas a mi oficina así por así Gai, ¿Que no tienes nada más por hacer?
Gai le extendió su desayuno y le sonrió con tristeza.
-Toma.
-No quiero nada, ya he comido suficiente.
Gai continúo caminando a la salida usando sólo una muleta, abrió la puerta y se giró hacia Kakashi.
-Gai, ya te dejé claro que no quiero que me acompañes, siempre que vas solo me haces perder el tiempo.
-La puerta.
-¿Que?
-Solo te iba a acompañar hasta la puerta.
Kakashi lo miró sorprendido y Gai solo sonrió y le volvió a extender su desayuno.
-Que tengas un buen día mi amor.
Kakashi solo tomó la bolsa de plástico con su desayuno y se limitó a irse.
Gai cerró la puerta y volvió a sentarse en la silla del comedor.
Las comisuras de sus labios bajaron notablemente y sus ojos se cristalizaron con claros deseos de llorar, pero mejor optó por ponerse de pie y buscó la manera de distraerse, es alguien muy sentimental y lo sabía, así que, según él, era una tontería estar triste por cosas así de simples.
La mañana transcurrió tranquila y luego de una rutina de ejercicio y limpiar la casa Gai se sienta en el balcón con unas hojas en blanco y una pluma, siempre a querido escribir un libro, uno de rutinas de ejercicio o tal ves una novela, no sabía por dónde empezar pero se sentía algo inspirado, tomó una hoja y comenzó a escribir.
En una hermosa y tranquila aldea, vivía un hombre que era perfecto a la vista de todos, guapo, sensual, atractivo en todos los sentidos, vivía en una cabaña que estaba llena de flores preciosas y su reputación era intachable.
Muchas personas lo admiraban, pero entre todas ellas había alguien a quien realmente le importaba y le quería, un chico granjero de tez morena, grandes músculos y una que otra cicatriz.
Gai se detuvo a pensar en porque sus personajes inconscientemente se parecían a él y a Kakashi, pero se encogió de hombros y quiso terminar de escribir la idea que tenia, ya después se tomaría el tiempo para darle sentido.
Una tarde el chico vió que el hombre había salido a pasear a sus perros, así que se infiltró en la casa del hombre y se topó con algo muy diferente a lo que esperaba.
La casa estaba a oscuras, empolvada y vacía, un sofá para toda la sala, una mesa con una sola silla cerca de una cocina de estantes grises ¿porque se veía así? Por fuera la casa era hermosa y colorida, muy diferente a lo que es por dentro, como si esas flores y ese jardín solo fueran una mascara que cubrían la verdad.
El chico entró en la habitación y vio que solo había una cama, una mesita de noche con una fea lámpara y un closet con sus puertas abiertas, adentro del closet no fue solo ropa lo que vio, había objetos obscenos, lascivos, de tortura sexual, el chico sonrió por un segundo, había descubierto que el hombre de perfecta reputación tenía sus gustos, su privacidad perfectamente guardada hasta que el vino a invadir.
-¿Te diviertes?
El chico saltó asustado y dió unos pasos atrás cuando se encontró de frente con el hombre.
-No señor.
-¿Que haces en mi casa? ¿Vienes a robar? Pues es una lastima, no hay nada que puedas robar aquí.
-No es eso, solo tenia curiosidad por usted.
-¿Que tipo de curiosidad?
El chico se acercó unos pasos hacia el y lo miró a los ojos.
-¿A usted le gustan los hombres?
-¿Porque quieres saber eso?
La respiración del chico se comenzó a agitar al igual que su corazón, y caminó hasta el closet y tomó un látigo.
-Soy mayor de edad, huérfano y no le caigo bien a nadie.
-¿Porque me dices eso?
-Para que me disculpe si le ruego por un poco de atención.
El chico se puso de rodillas y lanzó el látigo a los pies del hombre.
-¿Quieres estar conmigo? ¿Es eso?
-Prometo no decirle a nadie, y no volverlo a molestar.
El hombre sonrió.
-Mmm, vaya, hoy debe ser mi día de suerte.
Gai levantó la pluma y dejó de escribir, una escena erotica es lo que debería continuar, pero no se le ocurre nada.
-¡Ya llegué!
Oyó a Kakashi decir desde el interior de la casa, Gai salió del balcón y regresó a su sala y lo miró, dejó las hojas a un lado y se mordió los labios, si quiere escribir un libro que le guste a Kakashi, Kakashi debería inspirarlo y ayudarlo un poco con las ideas.
- Bienvenido a casa mi amor ¿Que haces aquí tan temprano?
-La 5ta hokage fue a ayudarme y terminé temprano por hoy, le agradezco, porque de verdad necesitaba algo de ayuda.
-Que bueno rival.
-Bien, me iré a dormir, llámame para la cena.
-Espera mi amor, no te duermas, quédate conmigo un rato.
-No Gai, estoy cansado, aprovecharé para recuperar el sueño perdido.
Kakashi fue a su habitación y Gai quedó solo en la sala, miró las hojas con su libro y pensó que si quería un buen desenlace, iría a buscarlo aún si eso significa provocar a ese hombre.
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Dolor invisible 3 ~KakaGai~
FanfictionNingún ejercicio me hará olvidar el vacío que tengo con tu ausencia. Pero te seguiré esperando... rival.