❤️💙🔥Chrischel🔥❤️💙

Capítulo 53

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Christopher

19 de Junio

La condecoración

Recorro su figura con mis labios, sus piernas torneadas, las caderas anchas, el abdomen decorado con el pequeño pendiente que me pone peor. Los pechos generosos, las aureolas rosadas y los pezones erectos que amo saborear.

Recopilo todas las veces que me la he follado y no puedo elegir una favorita ya que cada vez es mejor que la anterior.

Se remueve cuando mis manos le recorren las piernas.

—Nena —la llamo con voz baja y ella se queja.

Sonrío sobre su abdomen, no le gusta despertar tan temprano y eso solo es una ventaja para mí, bajo con besos húmedos hasta su sexo y cuando estoy a punto de llegar a donde quiero me detiene con su llamado.

—¿Qué haces? —pregunta con la voz ronca.

Niego.

—Nada —digo inocente bajando mis labios y depositando un beso sobre su coño que la hace jadear.

—Christopher —se intenta incorporar en la cama, pero es tarde ya que sus piernas están sobre mis hombros y la sostengo de los muslos evitando que se aleje— Debemos descansar algo —me regaña.

Detallo las piernas con muchos moretones, algunas marcas de dientes están en su piel y en otras partes la huella de mis dedos se encuentra adornando su piel.

—Ya es hora de despertar, teniente — bajo y dejo otro beso— Pero no se preocupe yo sé que ha perdido costumbre así que la voy a ayudar con eso...

—Chris...

Se calla cuando mi lengua hace acto de presencia y se pasea de abajo hacia arriba arrebatándole el gemido que es música para mis oídos.

—Debemos... Dejar de pecar —jadea.

—Nunca, el diablo es insaciable.

Se ríe.

—No cambia, coronel.

—Usted tampoco, teniente —echa la cabeza atrás tomándome del cabello.

Aprieta sus piernas entorno a mi cabeza y gime curveando su espalda con los gemidos saliendo con fuerza de su garganta. Degusto de la humedad que comienza a mojarla y bajo mi lengua a su entrada penetrándola con la punta.

Suelta mi cabello y se aferra a las sábanas, sus nudillos se ponen blancos con la fuerza que ejerce, le abro más las piernas y mordisqueo los labios inferiores deleitándome con los gemidos de mi mujer.

—Amor... —gime mandando corrientes a mi polla que punza con necesidad.

Doy una última lamida incorporándome, Rachel levanta la cabeza viendo como paso dos de mis dedos por su entrada recogiendo más humedad y llevándomela a la boca.

—Joder nena, eres deliciosa —sonríe con las mejillas rojas.

La jalo de las caderas hasta pegarla a mi ingle y pongo la punta de mi miembro en su entrada y me deslizo agarrándome a sus caderas.

—Mírame —ordeno y abre los ojos.

—Mía —dictaminó y ella asiente— Quiero que todos vean de quien eres mujer —gruño embistiendo más fuerte— Que vean quien es el que te folla toda la puta noche.

Asiente levantando las manos para rodearme las caderas y jalar mi cuerpo al suyo, uniéndonos.

Me le como la boca sosteniendo mi peso y embistiendo a lo salvaje, como nos gusta.