❤️💙🔥Chrischel🔥❤️💙

Capítulo 47

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Reencuentro

3 de Junio, 2021

Rachel

Aun no entiendo que es lo que ha pasado dentro de estas ocho horas, hoy desperté creyendo que sería un día igual que los anteriores, iría a terapia, saldría a pasear a Zeus, hablaría con Christopher, pero todo cambio de un segundo a otro.

Tal vez no debí contestar esa llamada.

Estaba preparando el desayuno de Zeus y contesté creyendo que serían alguna de las dos únicas personas que me llaman. La impresión al escuchar la voz del ministro fue tanta que deje caer el frasco de vitaminas de Zeus.

Se acabó, voy a volver a ser yo.

Volver a ser Rachel es volver a ver a mi familia, a las amigas que tanto quiero, retomar el puesto que tanto me costó conseguir. Volver a ser lo que siempre he sido, volver a sentir el calor de los brazos de mi mamá, volver a ver a mis adoradas hermanas, mi amado papá... mi mini Harry.

Volver significa tantas cosas, darle la cara al pasado, a las personas que lastimé, tener que enfrentar al monstruo que me lastimó.

Recuesto la cabeza en el asiento viendo las nubes, llevamos más de cuatro horas de vuelo y no puedo dejar de pensar en todo lo que pasó antes de subir al avión y lo que pasará una vez baje de él.

La conversación con Christopher sigue intacta en mí cabeza, el enojo y el resentimiento siguen presentes a pesar de haberlo besado antes de irme.

Llegó como un poseso arrasando con todo, sabía que no sería de su agrado la visita de su padre, pero claro es que no sabía el principal motivo.

La forma en la que se congeló cuando reparó en mis ojos nublados por las lágrimas fue desconcertante, pasó de tener los ojos oscuros, llenos de una ira inhumana a suavizarlos dejando ver el gris más claro del mundo.

—¿Es cierto? —pregunto dejando rodar la primera lágrima de mis ojos.

Lo veo vacilar cuando empuña las manos, corta la distancia entre nosotros y retira la lágrima de mi mejilla con su pulgar.

—Vamos —dice sin perder de vista mis ojos.

—¿Es cierto? —vuelvo a preguntar dejando salir el resto de las lágrimas que desatan su molestia.

—Sí —responde mirando con odio a su padre.

Me mintió, me engañó, dijo que todo estaba bien, he hablado con él toda la semana y en ningún momento mencionó nada... estoy tan furiosa... estoy tan dolida...

Me levanto de mi asiento y me voy a sus brazos, lo rodeo del cuello hundiendo mi rostro en su cuello, sus brazos rodean mi cintura al instante.

—¿Estás bien? —sollozo acercándome más a él— ¿No te hicieron nada?

Me aprieta tanto que siento dolor en mi cintura.

—Eres un maldito mentiroso —reclamo entre sollozos separándome de él y tomando su rostro entre mis manos para luego besarlo.

Es el maldito problema de estar tan enamorada, que en lugar de que mi primera reacción fuera abofetearlo o tirarle los anillos a la cara y desparecer lo primero que hice fue arrogarme a sus brazos. Estaba enoja, estaba dolida, tenía muchas ganas de odiarlo, pero de un momento a otro ya estaba llorando en sus brazos buscando asegurarme de que en verdad estuviera bien.