SABOR A CHOCOLATE || Bakudeku || omegavers

4.Y un par de melones por que Dios así lo quiso

🍫

Frustración.

Eso es lo que sentía, las feromonas que salían de él eran agrias, olían a desesperación, tristeza e irá, su habitación estaba llenas de estás.

No era la primera vez que se sentía de esa manera, ya estaba cansado de comportarse "el chico bueno", mostrarse así ante esta sociedad que no vale ni siquiera una poca de atención, cada vez estaba más jodida, se removió debajo de las cobijas y sábanas que le brindaban calor al momento de dormir en su cama, no quería ni levantarse.

¿A quién se le ocurrió decir: vamos a vender Omegas?

Solo por ser Alfas y creerse la gran cosa era lo que se vivía día con día en la sociedad de las Presas, su desesperación iba demasiado lejos, queria gritarle al mundo que el prefiere mil veces estar muerto que seguir viviendo en esta mierda.

Querer gritar y decir la verdad.

- Estás llevando mucho peso- escuchó detrás de él, la puerta de su cuarto había sido abierta, no miraba a la persona que habló pero sabía que debía de estar recargado en el marco de esta.

- No te incumbe- respondió, realmente no quería a nadie en su cuarto, quería estar solo, sin nadie más.

Hubo un suspiro seguido de unos pasos dirigiéndose a su cama- Sal de las cobijas- hablo esté, pero no le hizo caso, así que se enrolló más en estas.

- No- dijo después de su acción, fue entonces que sintió como se sentaban a su espalda y después se acostaban, se sentía como se acomodaba, entonces sintió como le abrazaban.

- Todo estará bien- hablo esté con voz suave, para después sentir feromonas de lavanda, muy sutiles pero con la intención de calmarlo, lo cual su funcionó, entonces empezó a moverse para tratar de salir de su cueva hecha por cobijas y con ojos cerrados salió para después dirigir su nariz al cuello del contrario, le gustaba ese olor, como si fuese un cachorro en busca de ese olor de mamá.

Sintió como rodeaban su cadera con un brazo y el otro paso debajo de su cabeza con la intención de que fuese su almohada y con esa misma empezó a tocar suavemente mechones de su cabello, se sintió tranquilo que lo que sentía desde un inicio desapareció.

Su hermano mayor, Touya Todoroki, era el mejor de todos.

- Shoto, golpeaste a una presa, se que no querías hacerlo, pero no tienes que llegar tan esos extremos- hablo su hermano.

- Lo sé, pero... No quiero seguir con esto - el bicolor empezó a llorar de nuevo, ese fin de semana se la paso encerrado en su cuarto, Inasa fue a visitarlo y aunque estuvo algo mejor y que le contará lo que había pasado, y que logrará animarlo un poco, se seguía sintiendo culpable.

- Shoto...- volvio hablar su hermano pero antes de decir algo le interrumpió al mayor.

- ¡Le di una cachetada a un Omega presa, no solo eso, le estoy quitando a Bakugou su Omega!- bien, le hacia bien romper en llanto debes en cuando, se siente bien hacer eso.

- ¿Qué?-

La cara de sorpresa de Touya era un poema, muchos pagarían por verla, el menor de ellos dos seguis llorando diciendo cualquier cosa que estuviera deciendo porque no se le entendia nada.

- ¡¿Qué hago, Touya?!- eso fue lo único que le entendió a Shoto durante los 20 minutos que estuvo llorando y durante ese tiempo, ya no solo era Touya en el cuarto de Shoto que no entendía que decía, tanto sus otros dos hermanos y su padre habían escuchado el llanto del menor que fueron a ver qué sucedía.

- ¿Qué pasó?- preguntó su hermana.

- ¿Por qué lloró?- pregunto Natsu.

- ¿Qué le dijiste?- pregunto Enji.