SABOR A CHOCOLATE || Bakudeku || omegavers

6. ¿Cuándo es que volverás?

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⚠️ Advertencia: el siguiente contenido tendrá temas sensibles, no aptos para todo público, se hará mención de palabras explícitas, será bajo tu responsabilidad seguir leyendo, si quieres evitar lo siguiente te sugiero que sigas bajando hasta ver lo siguiente: (⁠╥⁠﹏⁠╥⁠).⚠️

No sabía cuánto tiempo había pasado, incluso si realmente había pasado días, no podía mover su cuerpo, había llorado demasiado, lloro tanto desde que Ochako lo separó de su Alfa.

Su Alfa, que bien sonaba eso, tan suyo, pero aún no sabía si realmente él sería suyo porque desde que lo vió a los ojos y que su Omega no le mentía, él tomo la decisión de entregarse completamente a ese Alfa pelicenizo con sus ojos que parecían dos rubies puros.

Miraba la pared de aquella habitación, sus pensamientos vagando en el poco tiempo que estuvo con el Alfa, solo quería verlo una vez más, estar en sus brazos cálidos y sentirse seguro en ellos, olvidar cualquier dolor y preocupación, pero quería estar ahí, con el Alfa... Su Alfa.

- Para... por favor- esa voz, de tono cansado, triste y frustrado salió de alguna parte de aquella habitación.

Giro su cabeza hacia su lado izquierdo donde pudo divisar al bicolor.

Todoroki estaba atado a una silla, si bien, por ser Alfa pudo haber hecho algo, pero la realidad era otra.

La realidad era que el peliverde se encontraba en su cama, boca arriba, su mirada dirigida al bicolor, pero lo que hacía la situación cruel era que un Alfa lo estaba penetrando, sujetando con sus manos sus caderas del menor, su movimiento era agresivo, fuerte y duro, el bicolor solo observaba mientras el rastro de lágrimas le hacian arder su rostro de tanto soltar aquel líquido salado. Midoriya tenía el color de sus ojos apagados, ya no tenían ese brillo que lo caracteriza, todo su cuerpo con heridas, mordidas, moretones y chupetones que dudaban que se iban a quitar pronto. Todo había sucedido de manera repentina.

Cuando salió del comedor, comprendió que Midoriya quería ser feliz y él también quería ser feliz y lo que estaban haciendo iba a perjudicar a ambos, vivirían infelices y lo más probable es que el peliverde muriera de tristeza porque encontró a su Alfa, él también se sentiría morir si no estubiera cerca de Inasa, el amor de su vida. Claro que escucho los reclamos que hacía el peliverde a la castaña por los pasillos, así que los siguió.

- Déjalo que lo estás lastimando- hablo el bicolor a espaldas de los dos.

- ¿Qué mierda te importa como me lo estoy llevando?- dijo la castaña sin voltear, supo que se dirigían a la salida que estaba detrás de la escuela, pero lo que llamo su atención fue otra cosa.

- N-no, p-por favor no- el conejito se empezó a alterar más, empezó a forcejear el agarre que le tenía la castaña, volteo a ver al bicolor y estiró su mano que estaba libre- Todoroki, no dejes que me lleven- pidió con lágrimas en los ojos.

Shoro sintió que algo no andaba bien, estiró su brazo para agarrar la mano del peliverde cuando esté último fue jalado de lado contrario al bicolor de manera brusca, ya estaban fuera de las instalaciones.

Izuku cayó al piso llenándose de tierra, entonces siento una manos posándose en su cara haciendo que mirarán hacia arriba topandose con la cara de Ochako.

- Zuzu, tu madre te lo advirtió y no cumpliste con lo pedido, esto es por tu bien- hablo la castaña.

- N-no, por favor, no- suplico el peliverde, pero sintió como lo jalaban hacia atrás- ¡No, por favor no!- grito desesperado.

- ¡Suéltalo!- grito Shoto.

El bicolor vió a un hombre desconocido, sabía que era Alfa gracias al olor que desprendía, se acerco hacia él para impedir lo que fuera a pasar, pero sintió un golpe detrás de su cabeza y todo se volvió negro. Por otra parte Izuku fue el que vió como a los dos los metían a una camioneta de color negro, le inyectaron algo y al poco tiempo estaban en la casa del peliverde o más bien, en la mansión donde vivía con su padre Inko, supo que el camino que estaba tomando el hombre era hacia su habitación y así fue. Fue arrojado a su cama, pero cuando trato de levantarse, no tenía fuerzas.