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Capítulo 13 : ¿Tienes un traje?

"Sabes, verlo en la televisión es una cosa, pero verlo con mis propios ojos..." Hermione se calló, sacudiendo la cabeza.

Actualmente, ella y Harry estaban parados en el borde del techo sobre el apartamento de Harry mirando la destrucción. Aunque la batalla había ocurrido hace unos días, el equipo de limpieza todavía estaba trabajando en los bordes. Por lo poco que podían ver, parecía que algo grande, probablemente una excavadora, se había abierto paso hacia el centro del área, dejando enormes montones de autos, mampostería y otros escombros amontonados al costado de la carretera. Su mejor suposición era que de esa manera los servicios de emergencia llegarían a cualquier persona atrapada o herida que aún se encontrara en la zona.

"Todavía no puedo creer que haya sobrevivido intacto", dijo felizmente Harry, no por primera vez desde que los dos llegaron allí.

Después de abandonar el juicio y el edificio que albergaba el Congreso Mágico de los Estados Unidos, la pareja logró escabullirse del abogado de Harry, Matt, hacia un callejón abandonado. Luego, después de esconderse detrás de un contenedor de basura conveniente, se habían aparecido en casa o al menos en el techo de la casa de Harry.

"Sin embargo, algunos de los paneles de vidrio parecen un poco chamuscados en esa esquina, por lo que, en el peor de los casos, es posible que solo haya sido necesario un vistazo", continuó Harry mientras examinaba su invernadero con minucioso detalle.

"Vamos, Harry, entremos", dijo Hermione, habiéndose finalmente alejado de la fascinante vista de lo que quedaba de la ciudad.

Asintiendo, cruzó hacia la puerta y le dio un golpe con su varita, abriéndola mágicamente antes de que los dos pudieran entrar a la escalera. Sin embargo, en lugar de detenerse en su apartamento, Harry abrió el camino hasta la guarida ; después de todo, la última vez que lo había visto, estaba lleno de un montón de gente. Y aunque dichas personas eran héroes, eso no significaba que Harry confiara en ellos para cerrar con llave o incluso para limpiar el desastre que habían hecho.

La visión del café con el aspecto que se suponía lo desconcertó al principio. Las dos mesas que habían sido juntas para los Vengadores estaban nuevamente en sus lugares, con sus sillas cuidadosamente colocadas a su alrededor. No se veía ni un plato ni una taza sucia por ninguna parte. Su ojo de águila podía incluso decir que la cerradura de la puerta estaba cerrada.

Dejando atrás a Hermione, Harry cruzó la habitación y abrió la puerta batiente más cercana a la cocina. Al igual que la sección principal de la cafetería, aquí también estaba en perfectas condiciones. Cada olla, cada sartén, cada taza, plato y utensilio habían sido lavados y guardados. Incluso habían limpiado los bancos.

Harry no tenía idea de quién había hecho todo, pero estaba increíblemente agradecido con dicha persona desconocida. Acaban de ahorrarle horas de trabajo; La sola idea de tener que limpiar algunas de esas sartenes después de haberlas dejado reposar durante días había sido suficiente para provocarle pesadillas.

"¿Harry?" Hermione llamó. "Creo que estos son para ti".

Instantáneamente, Harry salió por la puerta y cruzó hacia donde Hermione estaba examinando un pequeño montón de notas en su mano.

“Estaban en el banco”, dijo, entregándoselos.

Hice que mi gente limpiara el lugar para ti. Estaremos en contacto. Furia .