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Capítulo 51 : Bienvenido a las colonias

Harry prácticamente estaba saltando sobre las puntas de sus pies. Desafortunadamente, incluso con la ayuda de la magia, casi llegó tarde, dejándolo al final de la multitud. Nadie, al menos nadie fuera de Bruce o Jennifer cambiados, podía ver más allá de esta multitud de personas. De manera frustrante, no había nada que pudiera hacer al respecto; usar magia en esta situación seguramente lo metería en un lío de problemas.

Sabía por experiencia que la multitud no duraría mucho una vez que los pasajeros comenzaran a aparecer: todos estarían extremadamente ansiosos por llegar a la zona de recogida de equipaje, llevando a sus amigos, parientes o a quienquiera que estuviera allí para recibirlos. a ellos. El problema era que Teddy probablemente sería uno de los primeros en bajar del avión; otra cosa que había aprendido en su viaje por el mundo era que a las azafatas les gustaba tener bajo su cuidado a los niños que viajaban solos fuera del avión.

Cuando Harry comenzó a rodear el borde de la multitud, dirigiéndose hacia la pared más cercana al túnel, su frustración aumentó. Sabía que esto no sería un problema para Mage. Él , con su capa distintiva, separaría a la multitud con facilidad. Sin embargo, eso, por supuesto, anularía por completo el propósito de su anonimato.

Con una serie de 'disculpas', 'lo siento' y 'perdón', sin mencionar los ceños fruncidos que recibió a cambio, Harry maniobró entre el borde de la multitud y la pared para terminar justo al lado del túnel.

Desafortunadamente, sin embargo, llegó demasiado tarde. Alejándose del túnel se encontraba una azafata y un chico de quince años, con una mochila en la espalda y su cabello castaño moviéndose de un lado a otro.

"¡Teddy!" Harry llamó.

Al instante, el chico en cuestión se dio la vuelta, buscando con los ojos. Una gran sonrisa floreció en su rostro cuando vio a Harry y comenzó a correr.

Harry abrió sus brazos para el niño, atrapándolo en un gran abrazo.

"Llegas tarde, tío Harry", lo amonestó Teddy.

"Lo siento", respondió Harry. "Pero fue por poco".

"¿Supongo que eres Harry Potter?" preguntó la azafata que había seguido a Teddy, con una pequeña sonrisa en su rostro.

"Sí, ese soy yo; Harry Potter, el padrino de Teddy Lupin", respondió. "Gracias por cuidarlo tan bien".

"Fue un placer", respondió ella. "Ted no fue un problema en lo más mínimo".

"Ted, ¿eh?" Harry le preguntó a su ahijado, con una ceja levantada.

"Sí, bueno, ahora tengo quince años", se encogió de hombros. "Y 'Teddy' me hace sonar como un niño pequeño".

"Haré todo lo posible para recordar eso", le aseguró Harry. "Pero no hay promesas. Vamos, vámonos de aquí".

Salir de la multitud fue mucho más fácil que atravesarla la primera vez y, en unos minutos, se dirigieron hacia las escaleras mecánicas y el nivel inferior.

"¿Vamos directamente a la Guarida del Merodeador o me llevarás primero a la Torre de los Vengadores?" preguntó un ansioso Ted.

"La guarida . Pero primero tenemos que hacer una parada", respondió Harry.

La mirada inquisitiva de Ted hizo que Harry se inclinara y elaborara.