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Capítulo 53 : Pequeño sapo malhablado

Harry estaba pasando el mejor momento de su vida. Una enorme sonrisa apareció en su rostro incluso mientras continuamente esquivaba la amenaza frente a él.

Observando atentamente, dio un paso hacia la derecha.

Izquierda.

Quedaba un segundo paso rápido.

Gira hacia la derecha.

Colóquese sobre manos y rodillas antes de empujar hacia arriba en un salto.

Harry se puso de pie y se rió mientras esquivaba de nuevo. Una simple media vuelta fue suficiente para evadir el siguiente ataque.

Era fácil ver que su oponente estaba empezando a frustrarse; su rostro intenso y con el ceño fruncido. El trabajo de la varita también comenzaba a volverse descuidado mientras Teddy intentaba acelerar sus disparos haciéndolos ir cada vez más lejos. Tomando una decisión, Harry giró hacia la derecha, moviendo su varita en su mano mientras lo hacía.

" Flavo pila pingere !" espetó Harry, aclarando claramente para que Teddy lo escuchara.

Teddy, sin embargo, obviamente no se lo esperaba porque su boca todavía estaba abierta por la sorpresa cuando la mancha de pintura de color amarillo brillante lo golpeó directamente en el pecho.

"¡Tio Harry!" -protestó. "¡Se supone que no debes responder!"

Harry se rió.

"¿Cuándo has visto u oído hablar de un duelo en el que solo una persona lanza?" preguntó Harry. "Parte del duelo y del casting es saber cómo y cuándo esquivarte. No puedes quedarte ahí parado como un gran bulto. Muévete un poco en caso de que te responda.

Teddy asintió y se apartó un mechón de pelo de los ojos. Una expresión determinada apareció en su rostro y asintió una vez más, esta vez levantando su varita a una posición lista.

Sin embargo, antes de que Teddy pudiera disparar su primera bola de pintura mágica, un triple golpe en la puerta de arriba hizo que tanto Harry como Teddy levantaran la vista.

"Esa será Doreen", comentó Harry antes de sonreírle a su ahijado. "Espera y déjame dejarla entrar".

Ignorando la expresión confusa de Teddy, Harry subió la escalera de caracol dando dos escalones a la vez.

"Hola, Harry", comenzó Doreen cuando Harry abrió la puerta de un tirón.

"Hola, Doreen", dijo Harry felizmente antes de agarrarla del brazo y tirarla hacia adentro.

"¡Esperar! ¿Qué?" Doreen protestó.

"Es hora de entrenar", fue la única respuesta de Harry.

"Oh, está bien", respondió Doreen, todavía sonando confundida. "Supongo que ustedes pueden elegir lo que quieran para cenar más tarde".

Cuando los dos llegaron al pie de las escaleras, Harry prácticamente arrastró a la adolescente a través del sótano hasta el otro lado de la habitación de Teddy. Allí buscó en un armario hasta que encontró la bolsa de canicas que había escondido allí después de encontrarlas cuando estaba renovando por primera vez. Una rápida transfiguración después y la bolsa de canicas ahora era una bolsa de bolas de pintura de color azul brillante.