❝𝐈𝐧𝐨𝐜𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐏𝐚𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥❞ || 𝐍𝐚𝐦𝐣𝐢𝐧 || 𝐑𝐞𝐬𝐮𝐛𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨.

🥀 05 🥀

Maratón
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—¿Y cómo le harás para eso que dijiste que harías ayer?

—¿Hacer qué?

—Tirarte a Taehyung

El rostro de Jungkook se oscureció enseguida, Tosió un par de veces, volviendo su rostro hacia la ventana lateral del vehículo, irguiéndose sobre el asiento, Namjoon elevó ambas cejas, chasqueando los dedos sobre su rostro, apresurando la respuesta.

—Puedo fingir que lo quiero y que quiero algo serio con el.

¿Querer? ¡eso era lo más estúpido que habia escuchado!

Contuvo una carcajada, mientras se mordia el labio con fuerza y presionaba el acelerador. Querer era una palabra solo incluida en el diccionario de los imbéciles. Era tan ridículo que podría echarse a reír una semana y media y seguir riendo después de que la vuelva a escuchar.

—¿Ah, en serio? ¿cómo harás eso?

—¿A qué viene esa pregunta ahora, Namjoon?

—Solo escupelo.

Namjoon observó como su antiguo compañero de "caza" se removia sobre su asiento y se encogía de hombros, lanzándole una mirada incómoda.

—Pienso conquistarlo, ¿qué otra cosa puedo hacer?

—¿Cómo vas a hacer eso?

—Yo... no sé, la verdad... —dijo, frunciendo el ceño de forma extraña—. En serio, Namjoon, ¿a qué demonios vienen estas preguntas?

—Curiosidad, simple curiosidad.

Aceleró incluso más la velocidad del maldito deportivo, manteniendo una sonrisa

discreta en su rostro, mientras se llevaba una bebiba energética a la boca. Se la termino de un solo trago y miró directamente a Jungkook, que parecia estar más tieso que un muerto en ataúd. ¿Por qué carajos estaba así? ¿tanto le cabreaba hablar de su estúpido plan de cómo tirar?

—Pienso ser amable con el, decirle cosas cursis, regalarle chocolates, invitarlo a cenar y todo eso y luego que logre lo que quiero, romperé con el...

La maldita carcajada salió de sus labios, así que solo optó por dar una palmada sobre el hombro de Jungkook y girar el auto hacia la izquierda con brusquedad. Un puto camión estaba interponiendo en su via cada diez segundos.

—Qué mierda, amigo—soltó con sinceridad, mientras intentaba no romper en risas.

El aludido le lanzó otra mirada incómoda, quizá, debido al sarcasmo de sus palabras, y luego extendió la mano, apuntando la otra calle con su dedo índice.

—Namjoon, bajo acá, en la esquina. Te veo luego, no te pierdas mucho y sí haces reuniones me avisas.

Kim detuvo el auto frente a la vereda de la nueva calle, notando como el otro salia de volada y cerraba la puerta de un portazo. Aceleró nuevamente, soltando todas las risas que había contenido y se perdió entre la ciudad, moviendo el auto de derecha a izquierda, incapaz de detenerlo en ningun lado. En realidad, la idea de Jungkook sonaba como mierda para él. ¿Cómo diablos podía alguien hacer todas las estupicedes que había mencionado?

En lugar de "ser amable con el", debería tratarla como la zorrita que seguro es.

En lugar de "regalarle chocolates", deberia lanzarle lenceria.