Hay cinco cosas que vuelven loco a Namjoon.
1; La forma en la que el rostro inocente de Seokjin se torna carmesi cuando el le susurra cosas indebidad al oido.
2; Como Seokjin desciende la mirada cada vez que lo siente cerca.
3; Como Seokjin se resis...
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—No me vuelvas a llamar así o te dejo aquí solo.
Namjoon desapareció un poco la sonrisa de su rostro y se levantó de la cama en un solo movimiento, pasándose las manos por todo el rostro.
—Lo siento mucho —Seokjin intentó levantarse del suelo también, frotándose los ojos como niño pequeño, mientras sonreía y descendía la mirada—. ¿Cómo... te sientes? ¿estás mejor o te duele algo?
Los recuerdos golpearon la mente de Namjoon como un trueno y funció el ceño, volviéndose a mirarlo con una mueca de confusión, ¿cómo carajos había conseguido esos cortes y golpes en el rostro de nuevo?
—¿Te has quedado toda la noche durmiendo ahí?
Lo observó asentir con la cabeza y volverle a sonreir con esa sonrisa que él no entendía por que no lograba tolerar, así que solo pudo exhalar y moverse hasta donde se encontraba su maleta, rebuscando entre sus cosas.
—Te has quedado toda la noche ahí y me preguntas cómo me siento, ¿no crees que deberías estar más interesado en ti?
La pregunta salió lo más suave que pudo de su garganta porque aunque hubiese querido senirse lo más enojado posible, no lo lograba. Sacó una camiseta negra, boxers, medias y unos jeans y se los colgó en el hombro, cerrando la maleta.
—Solo estoy preocupado por ti... ¿por qué hiciste eso ayer? la gente se espanto mucho. No entiendo por qué, pero llegaste con muchas heridas.
Preocupado por ti.
Esas tres palabras hubiesen sido suficiente para cabrearlo algunos días atrás, pero en ese momento, su cabeza se sentía sedada que ni siquiera podia reaccionar correctamente. Se volvió hacia Seokjin y se le quedó mirando, como intentado recordar todo lo sucedido el día anterior.
—No me querían dar el trago que les pedí y luego no recuerdo más.
—¿No recuerdas nada más?
Sí, sí recordaba mucho más. Recordaba como había lanzado una botella sobre una de las mesas, se había subido sobre uno de los asientos y había empezado a amenazar al encargado del bar con su copa, jurando que lo mataria si se negaba a darle más bebida. Y por su puesto, el hombre ese se había negado.
—No mucho, solo que empecé a golpear al encargado del bar, ¿por qué dices que la gente se espantó?
—Porque estuvieron gritando y decían cosas que me daban miedo, pero cuando te vi entrar por el ascensor, te metí rápido al departamento.
—¿Me metiste rápido al departamento?
Observó como Seokjin asentía con la cabeza, sin mirarlo directamente y volvió a sonreir con pesadez y cansancio, elevando ambas cejas.
—¿Te querías aprovechar de mi en esas condiciones, nene?
—¿Ah?
Soltó una risa seca y se dirigió hacia la puerta del baño de su dormitorio, pasándose una mano por su cabello y luego envolviéndose su camiseta alrededor del cuello.