Hay cinco cosas que vuelven loco a Namjoon.
1; La forma en la que el rostro inocente de Seokjin se torna carmesi cuando el le susurra cosas indebidad al oido.
2; Como Seokjin desciende la mirada cada vez que lo siente cerca.
3; Como Seokjin se resis...
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—Namjoon, despierta.
Choi Seokjin se detuvo frente a la cama, observando detenidamente la imagen que tenia frente a su vista. Namjoon continuaba enredado entre las sábanas, inerte sobre el colchón, con la cabeza echada y los ojos plenamente cerrados. Los rasgos de su rostro se marcaban con exactitud, presentando un aspecto serio y adormecido. Sonrio y se acercó unos pasos más y arregió los extremos de la sábana, deslizando su mano hasta su brazo izquierdo.
—Joonie, ya es temprano, despierta —le dio una ligera sacudida, pero él continuó tieso ante su contacto, sin mover el más mínimo músculo.
La sonrisa de sus labios incrementó y se dejó caer sobre el borde del colchón, sentándose a su lado para luego inclinarse sobre él, descansar ambas palmas sobre su pecho desnudo y empezar a repartir pequeños besos en sus labios, su barbilla y el contorno de sus mejillas.
—Son más de las once —volvió a mirario y lo encontro de la misma manera que antes, profundamente dormido. Y no pudo evitar seguir sonriendo—. Tienes que despertar ahora, cariño.
Regresó sus labios a su mandibula inferior, proporcionando besos en toda la linea de su cuello y él solo frunció el cerño en respuesta, continuando tan inmovil como hace cinco minutos.
—Tu hermana y tu madre están acá —susurró, arrinconándose sobre su boca e intentandolo nuevamente—. Despierta de una vez.
Namjoon removió sus hombros un poco, pero siguió con los párpados cerrados.
—Namjoon...
—¿Hmm? —la voz entumecida abandonó sus labios semi-abiertos.
—Despierta, es algo tarde y ya has dormida mucho.
—¿Hmm? —Tu desayuno está servido desde temprano, pero lo pondré al microondas para que esté caliente.
El parpadeó un par de veces, se agitó entre las sábanas y continuó con los ojos cerrados.
—Yo estoy caliente —mascullió entre dientes, sin moverse.
—Eso es porque todavía no te levantas. Iré ahora a alistar tu desayuno, por favor, no demores en levantarte.
Seokjin se propuso levantarse enseguida, pero los brazos de Namjoon lo sostuvieron de los costados de repente y lo hicieron girar con rapidez, atrapándolo entre el colchón y su cuerpo. Sus párpados se abrieron para revelar esos orbes oscuros, que se enfocaron prontamente en sus labios.
—Quédate conmigo y bésame hasta que se me quite el sueño.
—Quisiera, pero no puedo —rió, sintiendo la calidez del colchón bajo su cuerpo y la presión de sus brazos a sus costados—. Tengo que hacer muchas cosas.
El dejó caer la cabeza sobre su cuello e hizo presión en su cuerpo contra el suyo
—¿Qué tienes que hacer? —su aliento cálido y adormilado acarició la zona baja de su cuello, avanzando por su vértebra dorsal como un suave cosquilleo—. Estoy tan caliente.