Taehyung intentó controlar su llanto y salir por un momento de sus pensamientos, escuchando aquellas palabras repetirse en su cabeza una y otra vez.
"Lo siento"
¿Por qué dolía?
Aún tiritando por la fiebre que había pillado anoche por haber dormido sin sábanas, forcejeó los tubos que conectaban en sus fosas nasales, arrancó el suero de su brazo derecho y se sentó en la orilla de la camilla lentamente, sintiendo un dolor agudo en su cuerpo.
Respiraba con dificultad y sentía una leve presión en su pecho, pero logró levantarse y comenzó a hacer esfuerzo para ponerse aquella maldita mochila de oxígeno. No era tan complicado como lo pensaba, su diseño consistía en un cilindro de aluminio que incluía una válvula para regular el flujo y controlar la carga del cilindro, más una mochila que facilitaba su traslado.
Ubicó delicadamente los tubitos en sus fosas nasales, encendió aquel cilindro que contenía el oxígeno y colocó en su espalda la mochila.
Suspiró profundo, sintiendo como su respiración volvía a la normalidad.
Poco a poco levantó su cuerpo de la camilla, sintiendo adormecidas sus piernas y como sus rodillas temblaban un poco, aunque no le tomó importancia y dio un pequeño salto.
—Agh, odio esto.
Finalmente, bajó de la camilla, se dirigió hacia la puerta y fue en búsqueda de Jungkook.
El pasillo se extendía, lento y sin fin. Taehyung se veía reflejado en cada ventana que pasaba, sus mejillas estaban pálidas, mientras caminaba agarrotado debido al dolor que sentía por todo su cuerpo. Con suerte unos pasos más adelante pudo distinguir aquel cabello rubio, detrás de una ventana que se encontraba en el pasillo.
Avanzó, cada paso más lento, por el pasillo hacia la salida al patio. A través de la ventana podía distinguir la figura de Jungkook sentado en una banca, sobre el jardín del hospital. Su pelo rubio resplandecía al sol, cada cabello apartado de su rostro debido al leve viento que hacía presencia en el ambiente.
Jungkook alzó la mirada al oír el sonido de unos pasos acercándose, observando al castaño parado allí sobre la puerta, sorprendiéndose al ver en su espalda la mochila que hace un rato le había dado.
Pensó que nunca lo usaría, pero se sintió aliviado al ver que su esfuerzo no había sido en vano, aunque estaba más sorprendido al ver por primera vez a Taehyung parado y caminando por si solo sin ayuda alguna, pues estaba tan acostumbrado verlo acostado en una camilla con aparatos a su alrededor, que era algo que no podía creer.
—Taehyung... ¿Viniste tú solo? Lo siento por hacerte venir, n-no era mi intención.
—Deja de lamentarte, Jungkook. —suspiró, avanzando hacia él— ¿Por qué lo sientes?
Miró al frente, observando como las hojas caían de los árboles.
—Creo que dije algo que te hizo sentir mal, lo pude notar en tu cara y por como te quedaste callado.
Finalmente, el castaño llegó a la banca y se sentó a su lado.
—Te voy a ser sincero. —miró fijamente a su rostro, aunque Jungkook no le devolvió la mirada— Me he sentido algo extraño con tus últimas palabras, no diré específicamente qué, pero algo dentro de mí se sintió abrumado.
Sabía exactamente a lo que Taehyung se refería.
—Y no es algo que pueda describir con palabras, solo que me siento un idiota por pensarlo, no quiero que pienses cualquier cosa de mí...
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Reloj de arena | KTH + JJK
FanfictionTaehyung sabía que su tiempo en cualquier momento acabaría, aún así se prometió ser feliz mientras la vida se lo permita. Sus últimos días la pasó en aquella habitación, haciendo que sus sueños se vieran imposibles de cumplir. O eso al menos eso cre...