Capítulo 7: es solo un truco de magia

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Así que, ahí me quedé. Con mi traje, mis muñequeras, y sin ir a la batalla.

Al subir al piso "común" en la torre, me encontré simplemente con María. Monitoreaba cada una de las cosas que ocurrían, y las cámaras en los trajes.

─Muy bien. Barton está a tu norte, así que quedarte allí puede ser una muy buena opción ─ analizaba.

─Perfecto, gracias, Mary. ─ hablaba mi madre del otro lado.

─Traidora ─ murmuro, en lo que me siento junto a María.

─¿Y eso? ─ pregunta, en lo que observa lo que llevo puesto.

─Es un traje que Tony ha hecho para mí. Para las batallas. A las que aparentemente jamás iré.

─No te desanimes. Está asustada por tu bienestar, pero algún día te permitirá ir. Estoy segura de ello.

─Como sea, tendré que quitarme ésto. ¿Crees que puedas darme una mano? ─ le pregunto. Entonces, la mujer se gira a verme, con las cejas alzadas. ─¿Qué?

─¿Tú, la hija de Natasha Romanoff, la mujer más testaruda que he conocido en mi vida, se va a rendir tan fácilmente?

─¿Qué pretendes que haga? Es decir, es literalmente imposible meterme ahí ─ digo en lo que observo la misión por las pantallas que la mujer controla.

─No creo que sea imposible ─ me dice. Yo volteo los ojos, pero cuando vuelvo a observarla, sostiene un intercomunicador en su mano, lo tiende hacia mí. ─¿Que dices?

─Que mi madre va a matarme ─ digo, ya con una sonrisa en el rostro.


Si este era el traje oficial, tenía que pedirle a Tony que le suba a la calefacción, porque si, la tela era tan fina que de tener la flexibilidad hubiera podido colocar ambas piernas detrás de mi cabeza, pero también era tan fina que me pasaba cada uno de los vientitos que se me atravesaban. Claro que en ese exacto momento no me importaba demasiado.

María murmuraba por donde tenía que ir. En mi intercomunicador solo estaba ella, encargandose no solamente de mi parte de la misión, sino que también manteniéndome oculta de los demás.

─Tony a dos pasadizos ─ me anuncia. Luego queda en absoluto silencio, y me mantiene en mute para que los demás tampoco puedan escucharme. ─ Te vas a encontrar con dos columnas a tu izquierda, toma por la derecha, porque corres riesgo de encontrarte con Thor. ─ anuncia.

Tomo la que me dice, y luego sigue indicándome diferentes cosas de ese estilo. Hasta ahora, no sé que hacer. No sé si me lleva detrás de Zemo o si ella también se encuentra burlándose de mi y haciendo que me entretenga en la misión mientras que los demás hacen algo realmente productivo. Lo que si sé es que esto hace que me sienta un poco mejor conmigo misma.

También recuerdo en cada paso que doy que no me encuentro tan armada como me gustaría.

─¡Avery! ─ escucho y me sobresalto. La mujer en mi intercomunicador parece completamente alterada. ─ Vete hacia el otro lado o-

─Eres más desafiante de lo que imaginaba.

Loki. 

Delante de mí. 

En medio de una misión. 

Y tenerlo allí me hizo notar que definitivamente no estaba jugando a la superheroína. 

María me estaba llevando hacia un lugar, evidentemente importante si los Dioses estaban allí. Aunque, por suerte, no contaba con la presencia de Thor.

Daylight | Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora