Capítulo 15: «fix you»

104 18 2
                                    

Tony se encuentra en medio de su laboratorio. Me ha mandado a llamar por Peter a mi casa. No tenía pensado trabajar con él hoy, pero termino ahí. Aunque al llegar, noto que no estoy aquí paar trabajar. Él se encuentra parado junto a un nuevo traje, pero no es para él. 

─Bien, ¿qué opinas? ─ pregunta. Entonces lo observo y noto que el traje que Tony tiene a su lado es nada más ni nada menos que un traje nuevo para mí. Es negro. No es tan fino como el anterior y está completamente reparado. 

─¡Señor Stark! Es increíble ─ halaga Peter. Reacciona antes que yo, incluso. Se acerca al traje en lo que da un par de pasos lejos de mí. 

─Es- ¿es para mí? ─ pregunto. Es bastante obvio, puesto que es bastante parecido al que tenía anteriormente. 

─Claro que es para tí. Además, si te acercararas, creo que podrías dar algunos consejos y modificaciones... a no ser que todo te parezca bien. 

─¡Es súper lindo! ─ es lo que me sale decir. Pero a simple vista, sí se me ocurren ciertas modificaciones que puedo hacerle. 


A diferencia de los Marks mi traje no lleva tornillos y cables. Solo me encuentro frente a diferentes telas, que muevo y corto, achico y paso los hilos hasta conseguir lo que quiero. 

─Pues sí eres hija de tu madre, ¿cierto? ─ bromea Tony, y entonces, noto que me encuentro frente a un traje muy parecido al de mi mamá. Solo que éste es mío. 

─Bien, tal vez cambie el color. Pero, me gusta. 

─Es lindo ─ hablan detrás de mí. Loki. ─ ¿A qué color lo cambiarías? ─ me pregunta, pero no lo hace mirándome. 

─Pues... no lo sé. ─ me encuentro frente a un traje negro con detalles en gris, al igual que el de mi madre. La mayoría de los vengadores llevan trajes de colores... Tal vez es momento de dar otro paso. ─ ¿Rojo? ¿Escarlata? ─ pregunto observando las telas. Entonces vuelvo a mirar al Dios que se encuentra en la sala, que suspira y hace un mínimo ademán con sus manos. Un destelllito casi invisible, color verde, se aproxima a mi lado, y solo ahí es cuando volteo a ver mi traje, el cual se encuentra del exacto color en que lo había imaginado. ─¿C- cómo? Okay...  ─ a veces, es mejor no preguntar. ─ Se ve lindo, gracias. 

─¿Y a mí, quien ha creado el estupendo traje, no me agradeces? ─ bromea Tony. 


─Wow... se ve lindo ─ elogia mi madre. Hemos bajado al laboratorio para que vea cómo queda puesto. No hay nadie en la torre a esta hora, casi todos se van a dormir temprano, porque entrenan por la mañana. Aun no me acostumbro a los entrenamientos. 

─¿¡Viste!? Me encanta ─ le digo. Ella sonríe mientras me observa. 

─Eres toda una vengadora. ─ me dice, y estallo en una sonrisa. ─ Te espero en casa, con algo de cenar. ¿Qué quieres? 

─Amh... algo rápido, lo que quieras hacer. No tengo demasiada hambre tampoco. ─ digo y me encojo de hombros. 

─Bien... ya pensaré en algo. No demores, ¿quieres? ─ asiento, y veo como sube la escalera de regreso a la sala común de la torre Stark. 

Me encuentro en el silencio del lugar. En la soledad que me hace saber que me encuentro completamente en paz, sin nadie alrededor. Sin Dioses malhumorados ni nadie a quién fingirle una sonrisa. Dejo mi traje, y vuelvo a ponerme mi ropa. Luego, camino un poco entre los autos de Tony para llegar hacia la escalera en la que mi madre subió anteriormente. Torpe se arrastra a mi lado casi como una mascota o algo por el estilo. Le sonrío, recuerdo los primeros días en la torre, en los que me daba un poco de miedo. 

─Hasta mañana ─ digo, y entonces el robot se aleja de mi. Algún día, nos matará a todos. Al menos espero que recuerde que yo lo saludaba. 

─Buenas noches para tí también ─ me dicen justo detrás de mí. 

Me hubiera gustado encontrarme con Steve, con Bruce, con Clint o con cualquier otra persona que no sea Loki. Pero aparentemente ésta era mi suerte en la vida. 

─Creí que todos dormían. 

─Lo hacen. 

─Ah, ¿tú eres quién cuida la torre por las noches, o...

─Disfruto las noches en Midgard. 

─¿Midgard? Oh, la tierra. 

─Claro. Tiene estrellas muy lindas. 

─¿No son las mismas que en Asgard? ─ él voltea los ojos de una forma muy graciosa. ─ Está bien, asumo que no. ─ sonrío. 

 ─¿Y tú qué haces aquí? Como guardián de la torre, debo saberlo. ─ me hace sonreír 

─Solo... he venido a enseñarle mi nuevo traje a mi madre ─ sonrío ─ Ahora, me voy. ─ hago un ademán con la mano. 

─¿No vives aquí? ─ me pregunta

─¿Recién lo notas? 

─No... solo no lo había... analizado. 

─Vivo con mi madre, a un par de calles de aquí, en realidad. 

─Oh.. ¿quieres... compañía?

─¿Compañía? El piso es pequeño para tres personas y- oh, hablas de si quiero que me acompañes ahora... ─ él deja salir el aire de sus pulmones. ─ Está bien, si tú quieres. Pero ya me voy, no me pondré a esperarte. 

Loki suelta una sonrisita en lo que ladea su cabeza, cinco minutos más tarde, salimos. Sé, en el momento en que comienza a caminar a mi lado, que él está haciendo su mayor esfuerzo por no dejarme atrás. Sus piernas son muy largas, kilométricas, en dos pasos ya estaría en mi casa. Sin embargo, caminamos a paso lento, tranquilo y pausado. 

─Entonces... ¿cómo son las estrellas de Asgard? 

─Hay muchísimas más que aquí, eso por seguro. Hay... formas, figuras. ─ me explica. ─ Las estrellas ayudan a guiarnos por el reino, bueno... por todos lados en realidad. 

─Como en la tierra a los marineros ─ comento. No sé qué tan cierto es eso, pero era eso o mencionar a los reyes magos, así que me quedo con la historia de los marineros. Espero que él no pregunte. Pero lo hace.

Bueno, no pregunta en realidad. Solo su torso se mueve un poco hacia mi, quedando así un poco más enfrentado. Luego frunce el ceño, y coloca sus manos en sus bolsillos. Eso, en mi planeta, es preguntar. 

─Pues... ─ menciono, aunque intento no trabarme con la respuesta ─ No sé si sea así realmente, pero dicen que las estrellas ayudan a los marinos, ¿sabes qué son marinos? 

─Por supuesto.

─Bueno, dicen que las estrellas los ayudan a guiarse cuando están perdidos en medio del mar. No entiendo bien como funcionan, pero lo hacen. 

─Hay que aferrarse a una sola estrella. A una constelación, en realidad. Si al salir de tu... puerto, tienes una constelación justo encima de tí, tienes que seguirla para encontrar el camino a casa. 

─«Las luces te guiarán a casa» 

─¿Qué? 

─Es... una canción. «lights will guide you home» creo que puede hablar un poco de eso, si lo piensas bien. 

─Creo que encontrar una luz que te guíe de regreso a lo que verdaderamente eres es... interesante. 

─Puedes decir que es lindo, no te juzgaré por ello.

─No sé si es lindo. 

─Claro, el tipo de veinte millones de parejas. ─ digo y suelto una risita. ─ Esa es mi casa. 

─Oh, es cerca. 

─Nunca dije lo contrario. 

─Bien... supongo que aquí te quedas.

─Lo hago... gracias por acompañarme a casa. 

─Gracias por dejar que te acompañe a casa. 

Daylight | Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora