Daylight | Loki Laufeyson

Capítulo 26: Tesseract

Por más que intentara negarlo en mi cabeza, sabía perfectamente la realidad: los Dioses ya tenían todo lo necesario para marcharse nuevamente a su reino. En poco tiempo, me dejarían completamente sola en este lugar aal que llamo hogar. Y eso... me duele. No quiero que se marchen, porque Loki me ha dicho en mi mente que extrañaba mi sonrisa, ¿cómo podrá entonces irse a un lugar que queda, literalmente, en otro planeta? 

Y Thor.. es una de las personas más felices que hay en este lugar, a pesar de todo lo que ha tenido que vivir, entonces, ¿cómo se marcharía él también? No tiene absolutamente nada de sentido y estoy negada a que ocurra. Sin embargo, sé que ocurrirá. Así que, directa como soy... o como intento ser. Lo hablo con la única persona con la que puedo hablarlo ahora mismo. 

─¿Y eso te hace sentir triste porque has generado una conexión emocional con los dioses? 

─Si, algo así... ¿tú que crees? 

─Bueno, señorita Barnes, soy una inteligencia artificial. No sé demasiado sobre emociones humanas. Pero evaluando los datos que me ha dado, más todas las situaciones que han ocurrido en este corto lapso de tiempo.. creo que si. Usted está encantada con la presencia de los dioses. 

─Jarvis, ésto no me está ayudando. 

─¿Qué debo hacer para ser de su ayuda?

─Decirme que no estoy relacionandome demasiado con uno de los dioses solo para que se marche. 

─Puedo decir eso si lo desea. 

─No, porque sería una mentira. Y eres de las pocas personas que no mienten. 

─Como le dije, soy una inteligencia artificial.

─¿Puedes dejarme humanizarte solo un poco? ─ le digo, y luego sigo, porque aunque mi comentario me parezca graciosísimo sé que él no reirá ─ Entonces, ¿crees que debería hablar con Loki sobre su próxima partida? Ay, escúchame, ya hablo como tú. 

─Creo que deberías comunicarle tu descontento y preocupación. Si. 

─Entonces... supongo que tendré que hacerlo. Pero si sale mal, será tu culpa. 

─Estoy calificado para hacerme cargo. 

─¿Eso fue sarcasmo? 

─Supongo que puedo aprender cosas de usted también.

─Ah, y Jarvis. ─ digo antes de marcharme ─ Por enésima vez, puedes decirme Avy. 

Loki está parado justo a un lado de la ventana. Lo he buscado por varios pisos y jamás pensé encontrarlo en el de la sala común número tres. No es el que sale del laboratorio, sino una mucho más arriba. Una en la que cuando era más pequeña me sentaba a leer porque no iba nadie. 

Ahora, no es muy diferente. Hay algunos equipos de batalla, y creo que la última vez que estuve aquí fue porque Tony me pidió que busque un repuesto para uno de sus Marks. Él está justo ahí, con todo el resto de las cosas, como si fuera parte de la reliquia de esta torre o algo así. Tiene el descaro de verse bien incluso sin intentarlo. Sus facciones se ven perfectas en la luz que entra por la ventana, sin embargo, durante el segundo en que me permite verlo, parece triste. Esa expresión cambia en seguida a una mucho más fuerte y tosca ante la presencia de alguien en la habitación. Y esa misma expresión cambia, una última vez, al notar que esa persona, soy yo. 

No sonríe, no lucha contra el impulso de sonreír o algo así, sino que simplemente se ablanda. Sus ojos dejan de estar alerta para simplemente dejar caer un poco más los párpados y mirarme con un poco más de dulzura. Sus pómulos dejan de estar tan marcados, porque sus labios se crispan soo un poco. Me observa una milésima de segundo.