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ABRÍ LOS ojos como pude ya que un dolor en mi cabeza era más fuerte. Después de lograr sentarme en la cama y pasar las yemas de los dedos por mis ojos logre ver que estaba en la pieza del Hans, en su cama.

-Buenos días, bella durmiente- me dijo él entrando por la puerta-

-Hola, ¿Que pasó anoche? No me acuerdo de nada- dije confundida y el rió-

-Nada, solo te curaste-

-¿Pero no hice nada malo? ¿Nada raro?- el negó y me dio un par de pastillas con un vaso con agua-

-Tus pastillas de todos los días y una para la resaca-

Le sonreí y las recibí.

Luego de hacer todas las cosas y bajar el alcohol que me había tomado.

Me senté con Fede a mirar como dibujaba sus cosas con café.

-Dibujai lindo oye- le dije mirando su papel, el el sonrió-

-Gracias, un día te dibujaré a ti- me tocó la punta de la nariz mientra decía la última palabra y yo sonreí tierna.-

-Yaaa, esperaré tu dibujo- le guiñe el ojo divertida- ¿Después vai a hacer empanadas?- pregunté ya que lo habían dicho anteriormente-

-Si- asintió- ¿me ayudas?- yo asentí feliz con mi cabeza.

Ya es sábado de noche y nos mentiroso unos cuantos a la piscina, estuvimos mucho rato hasta que ya todos se habían ido.

Estamos con el Hans en la piscina, éramos los últimos que quedábamos ahí. Debe ser bastante tarde porque ya no hay nadie despierto.

Yo me salí de la piscina y rápidamente me puse la toalla, luego de unos minutos el Hans hizo lo mismo.

Nos tiramos los dos en una de las reposeras para terminar de secarnos y entrar por fin a la casa para ir a dormir. Aunque estuviera muy relajada teníamos que entrar en algún momento.

-Ya, entremos- me senté y lo mire, el asintió pero no se movió, solo cerró los ojos con una sonrisa de boca cerrada.

Al verlo tan cómodo le tome su carita y le di un pico que duro un par de segundos.
Cuando nos separamos él abrió los ojos con su linda sonrisa de siempre y se acomodó en la reposera quedando sentado perfectamente, el palmeo uno de sus muslos dando a entender que me sentara ahí, yo me reí pero no me resistí demasiado, solo lo hice.

Me senté encima de él quedando frente a frente, no duro mucho por no decir nada nuestro contacto visual porque el Hans ya había atacado mis labios, yo me dejé ser.

HOLA,, ya saben yo k se viene, si les incomoda no lo lean, pero se como son y lo van a leer igual, besos!!
(+18)

Después de ver que el beso subía de tono yo lo llevé al sauna donde todavía estaba la camita, antes de entrar dimos el consentimiento.

Parecía que él quería tener el mando de la situación pero no, esta vez iba a ser diferente.

-Espera- dije separándome de él-

-¿Que pasó?- preguntó-

-Esta vez voy a empezar yo- lo mire con una mirada pícara y el se mordía el labio mientras veía cómo bajaba a su pantalón, era solo un short de baño, más fácil.

Timídez |• Hans Valdés.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora