070

1K 77 7
                                    

UN SECRETO que duró arto fue el de el Jorge y la Skarleth. Al otro día, toda la casa sabía que ellos se habían comido y no me echen la culpa, yo no dije nada. La culpa fue de ellos que son los menos disimulados que existen.

Fuera de eso: Estoy entre aburrida, triste y chata de todo.

Me pasaba seguido afuera. Mi solución para eso era aislarme, aunque no me resultara mucho porque mi amigo estaba encima mío siempre, pero después se me pasaba, era cuestión de un par de horas.

Pero yo llevaba desde el viernes en la noche así y el animo no me subía.

Y efectivamente, me aislé. Estoy en el sauna, tapada, jugando con mi pulsera y mis dos anillos, era algo desestresante en mi.

Me gustaba estar sola, y ya llegó como cinco meses con gente a mi al rededor, estoy agobiada.

-¿Que haces?- preguntó abriendo la puerta.

Negué con la cabeza- Nada-

-¿Por que estás aquí sola?-

-Pensando- respondí.

-¿Pensando que?-

-De todo-

-Acuérdate que si quieres hablar puedes contar conmigo, hemos compartido desde el inicio-

Me dijo la Cony ofreciéndome su ayuda

-Si, obvio-

Nos quedamos ahí, tapadas tranquilamente un rato hasta que nos llamaron porque habían hecho para comer.







Llegó la noche del domingo, llegó la eliminación.

Esta vez estaba más nerviosa, porque al no poder caer en placa las anteriores dos semanas no sabía la opinión de la gente.

Tampoco sabía como le había caído la tirada de agua a la gente, cosa que me tenía preocupada.

Lo peor es que mis compañeros hablaban como cotorras, me tenían harta. Así que me acomode en el sillón, esto iba para un rato largo.

El weon del Rai hablando que se reconciliaron con la Alessia, que chucha me importa a mi, demás que la gente lo vio , deben haberlo mostrado en el programa.

-Eymi, te veo triste, ¿que pasó?- preguntó JC.

-Nada, me duele un poco la cabeza no más-

Dije, si bien mi cara, ni mis pensamientos completamente hartos, ni mis otros pensamientos suicida, eran por eso. Igual me dolía un poco la cabeza.

-Mentira, está así desde como el viernes- se metió el Seba y lo mire con rabia.

"El weon sapo" pensé

-¿Te sucede algo, Mimi?- preguntó la Diana.

-No, solo extraño el afuera-

La Cony cambió rápidamente el tema diciéndole al Seba que pidiera comida por ser el líder, cosa que agradezco, no tenía ganas de hablar.

Mi ánimo bajo de un momento al otro el día, quizás seré bipolar.

Nos dijeron que haríamos un trueque: un secreto por comida, que webean.

Se fueron a una pausa antes de que contaran el secreto.

Yo me paré rápidamente para echarme un vaso de bebida, una adicta nunca dejara sus vicios.

A los pocos minutos volvieron a entrar a la casa, me senté por ahí mientras me tomaba mi bebida a escuchar a mis hermosos y simpáticos compañeros.

Timídez |• Hans Valdés.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora