033

2.1K 129 18
                                    

Ya estoy más repuesta, comí y ahora estoy viendo al Rai como entre mientras entrena.

-¿Y qué pasó con el Hans?- pregunto cambiando de tema.

-Nada, no hemos hablado mucho desde la fiesta, lo justo y necesario no más.-

-Mmmh, ¿y le piensas hablar?-

-Nah, yo ya demostré mucho mi interés por el, creo que no es mutuo así que prefiero dejarlo así-

-Si, está bien- dijo para luego dejar un pesa en el piso-

-Atención por favor. Eymi al confesionario, gracias- miré al Rai con cara de confusión y me paré para caminar, entre rápido.

-Holaaa , buenas tardes-me senté

-Hola Eymi, ¿como te sientes?-

-Ahora muy bien por suerte, solo tengo un poco de dolor en la cabeza -

-Me alegro, vi que Raimundo dijo que te iba a cuidar, ¿no?-

Solté una carcajada- Si, si-

-Entonces me quedo tranquilo, sabes que si te sientes mal puedes venir a decirme-

-Si, muchas gracias-

-Puedes retirarte-

-chauu, gracias- dije antes de cerrar la puerta.

Camine con ganas de salir nuevamente a hablar con Rai pero una voz detrás mío me hizo darme vuelta.

-Eymi, ¿cuando llegaste? Estaba durmiendo-

-Hace rato igual-

-¿Y estás bien? ¿Te duele algo?-

-Un poco la cabeza no más pero todo bien-

-ay ya, que buena. Me alegro de que estés bien-

-Gracias Hans- le dije con una sonrisa-

-¿Sigues triste por lo del Seba?- pregunto-

-Si, pero que le vamos a hacer si ya se fue-

-Si po... bueno, sabes que si quieres hablar voy a estar aquí para escucharte- le dijo con una sonrisa

-Muchas gracias- me abrazo.

••

Ya es de noche y la Diana nos había avisado que no iba a haber eliminación hoy por la salida repentina del Seba así que por hoy estamos tranqui.

Me preguntaron como me sentía hasta que ya se fueron.

La noche pasó tranquila, pasamos hablando con mi pieza.

-Mire mimi- me dijo la Moni.

-¿Que pasó Moni?-

-Te voy a dar un regalo- me hizo una seña para que la siguiera hasta su cama- Tome, para usted-

-¡¡Que linda Moni!!- mire la pulsera que me había dado- Gracias- la abrace.

-Mira, tu ahí lo quemas con fuego para que no se te salga y te queda lindo- me dijo.

-Yaaa, Moni, muchas gracias- la abrace de nuevo y le di un besito en la cabeza.

Salí de la pieza a la cocina y tomé un encendedor que estaba en la mesa, lo prendí y quemé la punta de la pulsera.

Timídez |• Hans Valdés.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora