La idea que propuso esta personita me gustó mucho porque es algo que pienso sobre Morgan a diario ahre. A ver qué opinan ustedes.
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Los opuestos se atraen.
Ese famoso dicho popular describía a la perfección a la pareja de ____ y Morgan. Se habían conocido en una entrega de premios, una cena demasiado elegante para ambos. Asi que en una escapada al pasillo de los baños, coincidieron de casualidad. Y quedaron encantados uno con el otro.
No fue muy complicado que se enamoraran mutuamente.
Tras unas cuantas citas, Morgan le pidió que fuera su novia, y ____ no dudó en aceptar. Y a pesar de que se llevaban la mayoría de las veces muy bien, había ciertas... Cositas que a la chica no terminaban de encantarle.
~✨~
—¿Dónde estabas anoche?—
La chica se paró en la entrada del cuarto a brazos cruzados, mirando al chico casi desmayado en la cama.
—Aquí, en mi cama.—
—Antes de eso, Morgan.—no respondió.
La chica la lanzó un peluche que descansaba en la cómoda junto a la puerta, haciendo que se removiera adormilado.
—¿Volviste a salir con los chicos?—
—Solo un rato, ____.—
—Vine ayer a las 6 y no estabas.—Morgan se sentó en el borde de la cama—. Te llamé una y otra vez preocupada, no contestabas.—
—Vine algo tarde.—la miró finalmente—. ¿Que no puedo?—
—No dije que no puedas, pero si desapareces de la faz de la tierra y no contestas, una persona tiende a preocuparse ¿Sabes?—
—La próxima ven conmigo entonces.—
—... Sabes muy bien que no me gusta ese tipo de ambientes.—
La chica salió del cuarto, y Morgan no tardó en seguirla.
—La última vez que fui contigo a esas fiestas, más de una persona quiso sobrepasarse. Es horrendo, mucho manoseo.—encendió la cafetera—. Alcohol, música ruidosa, drogas... Y tus amigos son raros.—
—Los tuyos también.—la chica alzó una ceja.
—Mis amigas pintan cerámicas los fines de semana mientras toman té, Morgan... Tus amigos nadan desnudos.—el chico resopló con gracia.
—Fue solo una vez... dos tal vez.—
____ sirvió dos tazas de café, y se sentó frente al chico.
—Escucha una cosa, Morgan...—llamó su atención—. Lo último que quiero es criticar tu forma de vida, no soy tu mamá.—
