Koby: cierto día de verano, cuando caminabas por aquel puerto con Sanji en busca de verduras frescas, conociste al pelirrosa. Y desde entonces, no lo pudiste sacar de tu cabeza.
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—Ella no esta por aquí ¿Verdad?—
Luffy miró confundido como su amigo se refugiaba detras de él.
—¿quién? ¿Alvida? La mandé a volar ¿Recuerdas?—
—Ella no, Luffy... Hablo de ____.—
—Aaaah, ella... Esta justo ahi.—
El pelirrosa miró hacia el final del muelle, asustándose al ver que la chica notaba su presencia. Se acercó apresurada, pero Luffy la detuvo.
—Asustas a mi amigo, ____.—
—¿Ah? Pero abrazarlo es mi sueño.—
Aquello hizo que el de sombrero lo dudara un poco.
—Eso es trampa...—
—Buenos días, Koby.—____ sonrió enamorada, aún luchando por liberarse de Luffy—. Que maravilla verte por aquí... ¿Vienes a atraparnos? Yo me dejo.—
—¡No digas eso!—Luffy la zamarreó un poco.
—N-no vine por eso.—evitó mirarla directamente—. Estoy aquí para advertirle a Luffy que la marina esta cerca, deben tener cuidado... Y tú en especial.—
—¿¡te preocupas por mi!?—sonrió emocionada.
—Tienes la recompensa más alta, asi que ten mucho cuidado.—
—¿Cómo que tiene la más alta?—
Luffy se distrajó por un segundo, y eso fue suficiente para que ____ se liberara de su agarre y se abalanzara sobre el pelirrosa. Lo abrazó con fuerzas.
—Gracias por preocuparte por mi, Koby... Prometo tener cuidado.—el chico sentía como su rostro se calentaba por la pena—. Pero si me atrapan, podré verte más seguido...—
~🌸~
Koby limpiaba los pasillos de los calabozos, y estaba tan absorto en sus pensamientos que cuando escuchó su nombre, se dio un pequeño susto.
—Mi lindo Koby... Que bueno es volver a verte.—
Al ver a la chica sentaba en la punta de aquel banco tras las rejas, Koby soltó apresurado la escoba y se acercó a ella.
—¿¡Qué haces aquí!? Te dije que tuvieras cuidado.—
—Estaba en el mercado con Nami, nos rodearon... Tuve que hacer algo para que al menos una de nosotras pudiera salvarse.—Koby se preocupó al ver que se sujetaba el brazo adolorida, sangraba—. Es solo un corte, no te preocupes.—
—... Espérame un segundo.—
—No puedo ir a ningún lado, asi que...—
El chico tardó unos minutos en ir y volver, trayendo un botiquín consigo.—
