Capítulo 5

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Memorias de un ángel II

Jimin despertó entre las sábanas de seda color rojo carmesí de la habitación del rey demonio luego de seis meses de sexo y placer intenso porque al ser seres sobrenaturales no medían el tiempo para realizar ese tipo de actos, solo se dejaban llevar. En sus brazos tenía moretes, en su cuello chupetes, habían plumas blancas flotando por toda la habitación al igual que plumas negras de Min Yoongi. Quién estaba completamente desnudo bebiendo una taza de lo que parecía ser té de sangre de dragón. El cuerpo bien esculpido del rey demonio robó el aliento del ángel celestial. Él tenía un tatuaje en forma de espirales que emergía desde su ombligo hasta un poco más abajo de los pectorales. También tenía chupetones por todas partes pero estos parecían estarse desvaneciendo al paso de los minutos, segundos. Park Jimin se miró las manos sin poder creer la aberración que acababa de cometer. Es que él era un ángel, él un demonio ¡El rey demonio! Se suponía que sus clanes se odiaban desde siempre, desde que se crearon el cielo y el infierno. Se enfrentaban cada vez que podían, buscando la destrucción del otro. Uno era cruel, el otro bondadoso. Uno era fuego, el otro luz. Uno era negro, el otro blanco.

Estando ambos desnudos en la habitación, se vieron con otros ojos, sintieron algo que nunca habían sentido antes. Un deseo ardiente, una atracción irresistible, una conexión profunda. Se dieron cuenta de que no eran tan diferentes, de que tenían mucho en común, así empezó su historia, una historia de amor imposible, de pasión no permitida, de ángel y demonio. Estando solos olvidaron sus diferencias, sus orígenes, sus destinos. Solo importaba el momento, el placer, el amor.

—¿Cuánto tiempo te vas a quedar mirándome? —preguntó Yoongi con voz ronca mientras bebía su taza de té.

—Cometimos herejía, fornicación, hemos pecado de la manera más terrible jamás pensada ¿y eso es lo primero que dices...?

—Yo estoy bien con eso, disfruté saborear tu cuerpo. —Guiñó el ojo provocando revoloteos en el estómago de Jimin.

—No deberías decir eso en voz alta... —Jimin se puso de pie cubriéndose el cuerpo con la sábana tratando de encontrar su ropa.

—No sé porqué te cubres si ya memoricé cada parte de tu cuerpo. —soltó Yoongi provocando que Jimin se sonrojara.

—Olvida lo que sucedió, la culpa me carcome... ¿Dónde está mi ropa?

—Eso es todo... culpa. —Sonrió haciendo desaparecer la taza que llevaba en su mano— Eres un ángel curioso y valiente mira que venir hasta el inframundo a luchar conmigo para recuperar tu alma. Eso no lo hace cualquiera.

—Si regreso al cielo sin la mitad de mi alma sería desterrado porque tendría básicamente la mitad de mi poder y a los dioses no le sirven ángeles débiles.

—Aquí tratamos a todos por igual, ya veo que los buenos no son tan buenos... —dijo haciendo una mueca con los labios— Claro que yo no cubro las masacres que hago y no niego que quiero apoderarme del universo entero, pero ese no es el punto de nuestra conversación.

—No quiero seguir escuchándote...

Yoongi chasqueó los dedos aburrido con la conversació haciendo aparecer la ropa de Jimin en su cuerpo.

—Te agradezco.

—¿Al rey demonio? No deberías ya sabes soy taaan malvado como para ser merecedor de gratitud. —Rodó los ojos saliendo de la habitación.

Mi ángel favoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora