Capítulo 2

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Disclaimer: Naruto no me pertenece.

Aclaraciones: Modern Times. Universo Alternativo.

Advertencias: Mención leve de sexo, pero solo mención.

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Al salir de la última clase que lo encadenaba al campus, la sonrisa jovial de Naruto regresó. Vació todas las cosas de vuelta a la mochila sin preocuparle el orden o el desastre que se generaba adentro. Después de varios días en casa y bajo reposo por fin podía respirar el aire fresco sin la sensación de congestión, pero lo más importante para el rubio era que por fin podría ver a Sakura sin que ésta le rechazara las muestras de afecto por el temor a contagiarla.

Por hoy Naruto solo tenía cuatro clases, las cuales fueron un tormento por las tareas acumuladas. Detestaba los números pero amaba los autos. No era un genio en las matemáticas como Sasuke o un psicópata quien disfrutaba de asistir a lecciones avanzadas de cálculo integral como Menma; mantenía un promedio adecuado para seguir estudiando sin el miedo de reprobar. Eso no evitaba de cualquier modo acudir a Sasuke-teme para que le explicara un par de cosas.

Se dirigió a la cafetería de la facultad de medicina a esperar a Sakura en una de sus mesas preferidas. Como el lugar siempre se llenaba por la alta demanda, él se encargaba de guardarle un espacio y fingir estar atento a su celular mientras esperaba su turno en la barra. Le gustaba sorprender a su chica con un plato de la comida preferida que a la rosada le gustaba ingerir. Los pudines de chocolate eran sus favoritos y las fresas.

Sacrificaría su gasto un poco más de lo permitido con tal de mimarla.

―Orden 23: Uzumaki Naruto ―llamó una de las empleadas de la cafetería.

―¡Hai! ―se levantó para ir y tomar la bandeja, regresando de inmediato a su lugar, cuidando que nada sobre ésta cayera al suelo o se estropeara.

Aún faltaban unos cuantos minutos para ver a Sakura en su rato libre, más a Naruto le daba la impresión que el reloj en su muñeca marcaba al ritmo de una tortuga. Bufó, llevándose los rubios cabellos hacia atrás, pensando en qué decirle a Sakura.

No estaba enojado con Sakura por no visitarle personalmente. Quería ser un novio comprensivo, además deseaba tener una conversación amena con ella en lugar de iniciar con una discusión. La extrañó por esos días, ése sería el primer encuentro que tendría con ella después de la semana de exámenes de ella; no quería malgastar el valioso tiempo a su lado con tonterías.

Ella tenía sus razones y él debía comprenderla, tal como venía haciéndolo desde casi siete meses. El enorme esfuerzo dedicado a conseguir un de parte de Sakura no se gastaría por tontas inseguridades, las cuales ni siquiera sabía por qué aparecieron como por arte de magia en su mente.

No dejaba de repetirse que la impresión de enterarse sobre la relación de Menma e Hinata posiblemente le afectó más de la cuenta, es decir, ¡era asombroso! En ambos sentidos. Hinata era una gran chica, y aunque no la conociera a profundidad no dudaba de que era la mejor opción para Menma; lástima que no opinara lo mismo del azabache para la morena.

Sin embargo, el hecho de que Menma dejara acercarse a Hinata de esa manera sí que le causó un shock; desde ponerle una mano en la frente sin reaccionar como un gato arisco, hasta llevarle sopa de pollo a su departamento.

Olvidándose de Menma e Hinata por un rato, Naruto observó la puerta, esperando encontrarse una cabellera rosada y hermosos ojos jade con luz propia. Pero solo rostros distintos y completamente desconocidos entraban y salían. Checó el celular otra vez. No tenía respuestas de Sakura desde la mañana; cuando le envió un ¡Buenos días!, él esperó hasta una hora adecuada, por respeto a las horas de sueño de la Haruno para enviárselo, pero hasta ahora no recibía respuesta; ni siquiera al avisarle que la esperaba en la cafetería después de no soportar el incognito de su visita y pensar que ella podría irse a otro lado sin saber que la esperaba.

Néctar de Lavandas [Naruto Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora