DANGER || ADAPTADA ||

Capitulo 36 - "Es una pena que no murieras"

Brooklyn POV:

Por la forma en la que Oakley le habló a Kayla, estaba casi segura de que ella se hubiera ido pero sin embargo, para mi sorpresa, ella se quedó.

-He oído lo que te pasó- ella se paseó por dentro de la habitación, con la cabeza en alto, una sonrisa girando sobre sus labios manchados de rojo. -Es una pena que no murieras- ella se burló.

Levanté mis cejas interrogándome. ¿Quién diablos se pensaba esta perra que era?

El rostro de Oakley se endureció, su cuerpo suspendido en una posición tensa.

-Vete a la mierda Kayla, antes de que...

-¿Antes de que?- ella escupió sin humor -Hm?- la ladeó su cabeza hacia un lado.

-Te mate- escupió con veneno.

Me mordí mi labio ante sus duras palabras sabiendo que en el fondo, el las quería decir. Sabía de primera mano que el no tenía miedo de lastimar a una chica tanto emocionalmente como físicamente, no es que me golpeara pero él se estrelló contra mi antes, y jodidamente dolió.

Esperaba que Kayla se asustara, pero en lugar de eso se echó a reír haciendo que Oakley cerrara su mandíbula dejándola apretada, su cara firme.

-¿Qué es tan malditamente gracioso?- el siseó.

Sonriendo, sacudió su cabeza. -El hecho de que hagas muchas promesas vacías, es una pena que en realidad pienses que me las voy a creer.

-No me conoces- el escupió.

-Oh, te conozco- ella sonrió maliciosamente haciendo que mis entrañas se retorcieran de forma desconocida -Y se que no pondrías una mano sobre mi.

Esto hizo que Oakley levantara una ceja, con una sonrisa formándose en sus labios. -Piensa de nuevo, perra. Para alguien que me conoce tan bien, no sabes exactamente de lo que soy capaz de hacer.

-Parece que has olvidado un montón de cosas Oakley. No me sorprendería que hubieras olvidado cuantas veces me has amenazado y ni siquiera has actuado.

Ahora era el turno de que Oakley riera -Por supuesto que no. ¿Eres estúpida? Te necesitaba para un buen uso. ¿Cómo podría desperdiciar eso?

Eso tocó su sensibilidad, porque al instante la cara de Kayla cayó y un amenazador gesto tiró de sus labios.

-Púdrete en el infierno Oakley.

-Te veré allí nena- el hizo un guiño burlón.

No pude dejar de fruncir el ceño por el apodo que el le había llamado, mi cuerpo se lleno de celos.

Kayla simplemente miró a Oakley con disgusto. -Eres un desperdicio de vida.

-Y tu eres una pérdida de tiempo. ¡Lárgate Kayla!

-Con mucho gusto- ella escupió.

-Y no dejes que la puerta te golpee a la salida!- el se rió entre dientes.

Kayla se dio la vuelta hacia nosotros al instante, lo que me hizo rodar los ojos.

Joder, ¿Por qué no podía largarse ya? Estaba empezando a ponerme de los nervios y a penas la conocía.

-Una cosa más- ella levantó un dedo.

-¿Qué?- Oakley gruñó.

-No estoy hablando contigo- ella le dio una mirada de nuevo antes de mirarme directamente a mí. -Estoy hablando con tu juguete sexual de aquí.

Mis ojos se abrieron.

-No la llames así- Oakley gruñó.

Kayla sin embargo no le hizo caso, dando un paso hacia mí. -Una advertencia para futuras referencias, el solo te esta usando para una y única cosa. El no se preocupa por ti, mucho menos por como te sientes. Todo lo que le importa es lo que escondes debajo de esa ropa- ella marcó -Es una pena que el ya te haya visto a mitad de camino.