Amistad III

60 7 1
                                    

—No te rías.. — una oración de tres palabras puede ser suficiente para empezar una conversación, suficiente para empezar una historia de amor, amistad, enemistad, de dulzura, etc.

—¿Quién creo reglas para el amor?, yo aun no lo sé pero si se que en el amor es como en los juegos, arriesgas para ganar. De que sirve que no arriesgues nada, y después digas "nunca se fijará en mi" si no  arriesgas, di eso cuando te arriesgaste porque sabes que ya no lo hará, pero si no lo haces nunca sabrás si tu amor es correspondido, cuando un amor es correspondido es lo más bonito del mundo, es como si te viniera la mejor noticia del mundo, y si fuiste correspondida tienes de ser fiel y amar, eso si dandote a respetar, seas hombre o mujer, y aunque las cosas terminen bien o mal, siempre decea lo mejor para esa persona.

Una conversación puede iniciar tu historia de amor, como lo hacen ellos, una conversación casual, que puede terminar en desgracia o felicidad.

—Jajaja, no me pidas algo que no puedo jaja.— Daniel se acerco a él y le dio un golpecito en la cabeza, causando el silencio del mayor el cual solo se aguantaba la risa.— Daniel, ¿a quien esperas?.

—emm pues pedí un uber para que venga a verme.— Daniel agarro su celular y decidió revisar en donde estaba el uber, este decía que estaba cerca.

—¿Y crees que llegara rápido o no?, digo porque no estarás tanto tiempo solo en la calle, puede que al frente de una casa pero igual sigues solo.— jan miro la hora eran las 8:12, era de noche pero no tanto, igual ponía ser peligroso.—te quería decir algo.

—Dicho esto ganó otra vez la atención y la mirada de daniel, esto lo miro y alzó su ceja, en busca de una respuesta, no decía nada, esperaba que sus expresiones fueran suficientes.

—¿Deseas que te lleve a tu casa?, digo si deseas, puedes cancelar el uber y yo te llevo a tu casa.— Daniel lo pensó, estaba indeciso.— oye se que soy un desconocido pero tampoco soy un morboso, o secuestrador.

—No pienso que lo seas, pero simplemente soy pensando.— recibió una sonrisa de jan, una sonrisa como de que se quería reír.— esta bien, acepto tu propuesta.— saco su celular y cancelo aquel uber que había pedido.

—Jan se bajó de la moto y le dio el casco a Daniel, este le acomodo el casco y lo jalo hasta la moto, una vez que subieron ambos se acomodaron, jan arranco, saliendo delante de la casa, se fueron en dirección a casa de daniel, iban tan bonito, como si se conocieran de años, ninguno se quejaba de nada, se la pasaban bien, daniel se aferraba más a jan, se agarraba más y se acercaba con lentitud, se aferraba poco a poco hasta el punto que parecía que lo abrazaba, este no dijo nada solo se dejó, siguieron el camino que les llevaba a casa de daniel, en todo ese viaje ala casa ninguno hablo, no dijieron ni un pio, nada, el único ruido era el de la moto, y los carros que pasaban, las luces de las calles alumbraban las caras de los dos jóvenes que andaban en moto, en un momento cálido y cómodo, ese silencio se tenía que acabar y uno tenía que tomar la iniciativa, ninguno quería hablar, que más se puede esperar es bonito el silencio cómodo entre dos personas.

𝓜𝔂 𝓒𝓻𝓲𝓶𝓲𝓷𝓪𝓵-toboaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora