Nueva York 2012
La pequeña niña de tan solo 10 años escuchaba como discutían sus padres otra vez. Era algo que a su corta edad no comprendía. ¿Por qué discutían si tanto se aman? Ella no quería mudarse, pero al parecer era un tema del que no podía tener opinión.Mientras alcanzaba más altura poniendo cosas debajo de sus pies y así escuchar por la ventila no se percató de que había empujado accidentalmente un coche de juguete, haciendo ruido que por lo visto habrán escuchado sus padres. Corrió rápidamente de nuevo a su cama y se acostó simulando estar dormida.
El sonido de la puerta abriéndose la puso nerviosa.
–¿Kate? –era su padre. –Voy a entrar –avisó al no tener respuesta de su hija.
El hombre se quedó a varios centímetros de la cama de su hija.
–No deberías escuchar a escondidas.
–Entonces, ¿Cómo voy a saber lo que dicen cuando no estoy ahí?– dijo la chiquilla aún con los ojos cerrados.
El padre río por lo bajo
–No sé cómo refutar eso– confesó.
Kate se sentó en posición indio sobre su cama para después confesar:
–No quiero mudarme.
–¿Tanto?– dijo el padre refiriéndose a cuánto había escuchado la niña, mientras caminaba hacia su cama, sentándose en la orilla –No tenemos que hacerlo.
–¿Cómo lo sabes? Mami dijo que las cosas no caen del cielo.
–Si, pero a veces va a haber tormentas –le explica a su hija mirando sus pequeños ojos. –Algunas personas olvidan lo único que pueden controlar, las decisiones que toman frente a ello.
Kate sonríe. Una nueva cuestión se le formó en la cabeza, así que con curiosidad a lo que respondería su padre, pregunta:
–¿Qué harías en un huracán?
–Lo que hago siempre –la toma de los hombros –protegerte –él le sonríe, a lo que Kate le regresa la sonrisa.
Su padre la sacude un poco y se para de la cama.
–Bueno, ¿Por qué no vas a comer con tu mamá? –le dice mientras toma un balón –Atrapala –se lo lanza a su hija y ella lo cacha sin mucho esfuerzo. –Estaré abajo en mi oficina.
Y así su padre sale de su habitación, mientras ella observa el balón y se recuesta en la cama, pensando en las palabras de su progenitor.
➶➶➶
Cuando Kate decide encontrarse con su madre en la cocina, se mantiene en silencio.
La mujer al notar la actitud de la pequeña decide romper el silencio.
–Las mamis podemos ser divertidas –informa mientras pone en mango del tenedor sobre salido del plato y un pedacito de comida en el cubierto. –No sabías que podía hacer esto.
En un rápido movimiento golpea con su mano el mango, haciendo que la comida salga volando y aterricé en su boca.
Kate queda fascinada y se echa a reír.
–Te hice reir –señala orgullosa la mujer. –Vamos. ¿Por qué no traes Damas? Para animar las cosas.
–Bueno si –sin pensarlo mucho Kate se baja del banco.
–Bueno. Iré abajo, enseguida vuelvo –informa su madre mientras recoje ambos platos.
–Está bien.
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Flechados
RandomCuando pienses que tu vida es totalmente normal y tranquila, cuidado, puede que una sorpresa pueda cambiar tu destino. En este caso una persona. Kate Bishop es una chica a la que no le preocupa mucho su vida, es valiente y audaz, su único objetivo e...