Que pasaría si...-Pedri y Gavi

14.Entre chupitos y confesiones

Gavi se sentía raro, llevaba unas semanas donde todo iba bien con Dani, y no sabia por que ahora que acababan de regresar a España este había cambiado de actitud según bajar del avión.

Dani le había invitado a pasar la noche en su casa ya que este vivía en Madrid y no se quedaba en la residencia de la selección, Gavi le había dicho que no podía porque seguro que el equipo hacía algo para celebrar la vuelta a España.

Pese a la invitación, Dani no quiso venir.

En el avión parecía estar de acuerdo pero ya no le contestaba los mensajes o llamadas.

Decidió olvidarse de todo y disfrutar de la cena que habían propuesto algunos del equipo.

Aunque todos salían de la residencia y todos iban al mismo restaurante no todos iban a la vez, Gavi fue con Eric, Nico, Morata y Laporte.

Al llegar ya había gente en el reservado, y aunque Gavi no lo diría nunca, se dio cuenta al instante de que faltaba Pedro.

Estuvieron un rato hablando, riendo y recordando momentos de las pasadas semanas, incluso conoció a un grupo del staff del que se habían hecho amigos algunos futbolistas.

Al cabo de un rato llegó Pedro junto a otra chica, se presentó, se sentaron y siguieron con la cena.

Todos siguieron con normalidad menos Pablo, la sensación de rareza había vuelto y no por la misma razón que ese mismo día horas antes.

Pedro no le había dirigido la mirada en lo que llevaban de cena, se veía muy cómodo con Sara, la chica con la que había llegado, y no podía pensar en lo mucho que extrañaba esa sensación.

Alomejor eran algo, o quizá se estaban conociendo.

La sensación de poder contar con alguien, de tener un confidente, desde su última charla con Pedro, que había acabado muy mal, le parecía más feliz.

Como siempre, pero aún resacosos, acabaron en una discoteca por el centro de Madrid.

Lo pasaron en grande, o eso cree Pablo por que lo que él recuerda es mucho alcohol, mucha música.

La noche empezó suave, un cubata, hasta ahí bien.

Lo fuerte fue cuando tuvieron la gran idea de hacer un concurso de chupitos, en el que participaron Ferran, Laporte, unas chicas del staff y Pedro, a obligación de Ferran, obviamente Pablo tuvo la horrorosa idea de participar él también.

Laporte se retiró al segundo chupito, Ferran y una de las chicas al cuarto, la otra chica al quinto, solo quedaban Pablo y Pedro.

Eso ya no era unos simples chupitos, era un duelo de miradas, un enfrentamiento de dos ex amigos, de dos enamorados.

Ninguno quería que el otro ganara, no querían aceptar nada de lo que había pasado entre ellos y ahora lo ahogaban en alcohol.

–Venga chicos creo que ya es demasiado, y si lo dejamos en empate?– dijo Ansu intentando calmar la tensión entre los dos jugadores.

–No–dijo el mayor bastante perjudicado–uno tiene que ganar.

Ansu miró con preocupación a los demás, esto estaba dejando de ser divertido, se giró para hablar con el camarero.

–Chicos los dos habéis ganado–dijo el camarero–y este es vuestro premio–les entregó unas pulseras fosforitas.

Ansu le había dicho al camarero si había alguna forma de que no les sirvieran más alcohol a cualquiera de los dos, y este le dio las pulseras que ponían a algunos menores cuando la discoteca era un bar por las tardes que indicaba a los camareros que no podían servirles alcohol.