Desaparecida. [DISPONIBLE EN FISICO POR AMAZON]

🔥CAPITULO 8🔥

SIN EDITAR

SI SE QUE QUIEREN CAPÍTULOS Y SI YO QUIERO ESCRIBIRLOS, PERO SE ME COLARON VISITAS 😩😬 DISFRUTEN ESTE QUE LES PUDE HACER.

❤️‍🩹<<{Emma}>>❤️‍🩹

Me despierto al otro día sintiéndome extremadamente cansada y con mi cabeza punzando dolorosamente detrás de los ojos, me levanto de la cama, hago mis necesidades y me ducho rápido, cuando termino de cambiarme con ropa cómoda estilo oversize mi teléfono suena con una notificación de la aplicación de daddys, les digo los buenos días como de costumbre luego de que me dijeran lo hermosa que estoy con el conjunto blanco y de moños, les aviso que no me siento bien hoy y posponemos la videollamada para cuando este mejor.

Bajo las escaleras de la casa y me dirijo hacia la cocina, abro la alacena para buscar el cereal de anillos de colores que me gusta, pero está muy alto, salto sin llegar obviamente y como ultima opción empiezo a subirme a la mesada, cuando estoy a nada de tomar el cereal dos manos en mis caderas me detienen.

Aleksei: Te caerás y te lastimaras nena -Me baja tomándome bien por las caderas y me pone a su lado antes de estirar su brazo y bajar el cereal que quería, me sonrojo avergonzada porque los pensamientos que cruzaron por mi mente al agarrarme por las caderas no fue el que debería tener por mis padres- haré que pongan todas las cosas que te gustan abajo para que puedas agarrarlo sin quebrarte el cuello.

Que exageración.

Dile que se te hace mejor que te tome de las caderas y te suba con sus fuertes brazos.

¡Lilith, es nuestro padre!

¿Y? ¿Acaso no viste las venas de sus manos?

Cállate.

Las viste Emm, ambas lo sabemos.

Emma: Gracias, pero no es necesario que bajes todo.

Lucien: ¿Qué pasa aquí?

Aleksei: La encontré arriba de la mesada intentando agarrar sus cereales.

Dejo que hablen de bajar las cosas mientras me siento en la mesada y como los cereales directos del paquete, discuten por quince minutos si bajar todo o hacer un mueble que sea solo para mi con mis cosas preferidas, opino que ambas opciones son una estupidez, puedo vivir todo el día con medio paquete de cereales, no es como si no lo hubiera hecho antes.

Eike: pequeña ¿podemos hablar? -frunzo el ceño cuando él entra en la cocina y corta la discusión de mis padres, ladeo mi cabeza mirándolo interrogante- es importante.

Asiento con mi cabeza y antes de que baje de un salto de la mesada mi padre Lucien me baja también tomándome por las caderas, lo miro al rostro buscando alguna señal de que también sintió la corriente que me atacó, pero no muestra nada.

Lucien: A la sala, no los quiero solos a ustedes dos, en especial a ti no te quiero solo con mi hija.

Ruedo los ojos, pero internamente me río, han estado muy sobreprotectores desde que llegué, nos sentamos en el sofá de la sala y Eike mira hacia todos lados antes de sacar algo de su bolsillo y mostrarmelo, al abrirlo puedo ver un cartel de desaparecida con mi foto en el, el numero de teléfono de mi madre y de Edgar está allí y una cantidad cuantiosa de recompensa.

Por alguna razón me preparo para un ataque, me preparo para que Eike se tire sobre mi para llevarme de regreso con mi madre, busco mi navaja en el bolsillo interno del buzo y la tomo.

Emma: ¿Qué harás?

Estoy sacando la mano junto a la navaja para atacarlo e irme, pero su respuesta me frena.

Eike: Eres mayor de edad pequeña, si te fuiste por tu propia voluntad no estás desaparecida, estas bien y tranquila, pero es obvio que algo está pasando, quiero la verdad.

Emma: ¿o que?

Su rostro se acerca al mío, su nariz roza la mía y nuestras respiraciones se mezclan.

Eike: Te azotare porque eres una pequeña muy mala -un jadeo sale de mi boca, mis ojos se abren desmesuradamente y mi rostro enrojece- seré virgen como tu pequeña, pero te aseguro que puedo azotar con ganas, tu tienes algo que quiero saber y no me molestara usar cualquier método contigo.

Dimitri: Alejaté de ella.

Me separo de golpe sintiendo mi rostro extremadamente caliente, mis padres llegan y miran como estamos sentados uno frente al otro y luego miran a mi hermano, este mira mal a su mejor amigo antes de dirigir la mirada a sus padres y darles unos papeles que tiene en la mano, mi corazón empieza a latir extremadamente rápido al creer que es lo mismo que Eike encontró, pero la mirada de mis padres nunca se posa en mi, solo miran a mi hermano con el ceño fruncido.

Massimiliano: ¿Lucifer?

Mi cuerpo entero se tensa, Eike lo nota y me mira curioso.

Dimitri: Es el nombre de la persona que ha estado dejando cuerpos por toda la ciudad.

Necesito saber esto.

Emma: ¿El que mata a las mujeres en el bosque? lo vi en la televisión.

Todos me miran, pero no mentí, lo vi personalmente y en las noticias.

Dimitri: No, ese es otro.

Suspiro tranquila al saber que no estuve cerca de luci y no lo note.

Emma: Tengo que irme.

Eike: ¿Qué?

Emma: Tengo que irme.

Repito, no dejo que nadie diga nada o me detenga, salgo de la casa y con la llave de la moto robada en mi bolsillo me voy hacia el garaje, me monto en la moto y me voy ignorando como todos intentan detenerme, me están siguiendo en una camioneta, pero no me interesa, tengo que encontrarlo.

Conduzco por toda la ciudad dando vueltas sin poder encontrarlo.

"Si algún día nos separamos, nos volveremos a encontrar en nuestro destino, aunque tengamos que ir todos los días y esperar."

Mierda.

La empresa Emm apuraté.

Llego a la empresa y mi mirada se vuelve borrosa por las lágrimas, de pie allí en el callejón que está a un lado de la empresa está esa cabellera negra que conozco, bajo apurada de la moto y corro hacia él, pero soy detenida por un fuerte agarre.

Emma: Suéltame.

Dimitri: Dime que haces.

Emma: ¡Luci!

Mi mellizo sale de la oscuridad al escucharme y viene hacia mi apurado cuando ve que me sostienen, niego con la cabeza para que no le haga nada, piso el pie de Dim, no me suelta, pero su agarre se afloja y me escapo, salto sobre mi mellizo envolviendo mis piernas en sus caderas, las lagrimas se me escapan al sentir sus manos en mi espalda, sus brazos envolverme y su respiración en mi cuello.

Erik: Me encontraste, las extrañamos.

Emma: Nunca vuelvan a dejarme.