>Nueve<

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14:28

Estaba con los chicos, mirándonos en silencio. Aún no había llegado la pizza que encargo Gustav.

- ¡Con esto somos más que millonarios! - Grito con emoción, Bill.

- Si, y ahora me buscan la policía. Gracias al menos deberían haberme dado una máscara, que sé yo. - Ellos me ignoraron y siguieron tirándose, jugando de los billetes que tenían a su alrededor.

Malditos interesados.

- Bonita, ve abrir la puerta - Me ordenó Bill.

Ruedo los ojos y voy, al abrir era un joven...qué por ciento, bastante apuesto.
- ¿Cuánto? - Coqueta, acomode mi cabello a un costado.

- Em...- Sonríe. - Pensándolo bien nada, para usted nada pero si su quisiera su número de teléfono. - Malísimo, los cabrones estos me quitaron el mío.

- Lo siento, no tengo teléfono pero podrías anotarme en la mano tú nnúmero.- Sonrei.

- Genial, vuelvo enseguida. - El fue y volvió, y trajo un marcador a escribirme en el brazo los números.

- Gracias chico. - Sonrei

- De nada bonita. - El se gira y se va, antes volteó y me sonrió.

Al voltear con la caja de la pizza sentí una presencia, y era el.
- ¿Tom? - Nerviosa.

- Si te gusto deberías haberlo invitado al almuerzo, Sam - Cierra la puerta. - ¿No crees? -

- Si, supongo..- El sonrie

- ¿Acaso te secuestre para que seas una zorra o qué mierda, Samantha? - Alzando su voz.

Pegue un salto
- Si te secuestre es para que seas mi mano derecha, por lo tanto deberías haberlo matado y sin piedad.- Empecé a sentir humedad en mis ojos, seguro iba a llorar.

- No puedo seguir matando, Tom. Me es difícil, carajo -

- ¡Eso no me importa, eres tú o ellos! ¡Así es la vida, dura! - Escupió.

- Basta Tom, basta no te soporto. - Lo empuje y tire las cajas.

- ¡Ven para aquí! - Me jalo. Empece a forcejear intentando irme a mi fria habitación, imposible por su fuerza. - ¡Desde hoy serás mí mano derecha, no haces caso a mi petición. Considerate cómo una persona muerta! - advirtió.

Asenti con mis ojos rojos, ya me estaba hartando. Siempre cambia de humor, siempre hace lo mismo. Lo odio.

Te odio, Tom Kaulitz.






Tres meses pasó..

- ¡Joder, Samantha ven ya! - Oi su grito.

¿Y ahora qué hice?

- Diga, Kaulitz. - firmé

- ¡Las mercancías nunca llegaron, ¿Algo que quisieras contarme?! - Gritaba furioso.

- No, supongo que es culpa de Bill. Mande que el fuera con Frank y vieran si todo estaba en orden. - Me miró exigiendo más respuestas. - Pero al parecer no fue así, o no llegaron o nos traicionaron. -

- Habla - Negué. - ¡Samantha! -

- Pienso que Raúl es el quién no llevo al destino correcto la mercancía, Kaulitz. - Me encogí de hombros. - Algo puto infiltrado podría ser. -

- Vete a la mierda antes de que te castigue. - Me gustó.

Perdonen, antes odiaba el maltrato y ahora quiero que sean posesivos conmigo. Joder, quién me entiende.

- ¡Joder es una puta mentira esto! - Gritaba desde su oficina.

Niños, os cuento. Pasó 3 meses que con Tom tenemos un vínculo de protegernos el uno al otro, soy su cómplice, mano derecha, su amiga fiel o algo así lo creo. 3 meses y con Tom nos llevamos bien, bueno no del todo.

Tengo una relación con Bill, sólo por diversión pero nada más que eso, sexo hubo desde que me embriague y le di mi virginidad al gemelo menor, nada malo.

Fue una noche de sexo desenfrenado, hasta ahora lo hace mejor que nadie.

¿QUÉ, CÓMO...QUE MEJOR QUE NQDIE?

Nada nada...no dije nada..

- ¡Idiota, ¿Échaste tú culpa a mí?! - Me jalo con brusquedad, poniéndome contra la pared de aquel oscuro y frío balcón.

- ¡Quítate idiota! - Le di una bofetada, y esté se molestó más.

Si, así somos, nos damos violencia pero después de otra forma. Quiero creer que me entienden.

- Maldita, esto no se quedará así. - Amenazo, y le saque la lengua y salí corriendo y metiéndome otra vez a la fiesta.

- ¡Sam, ven! - Oriana, una amiga o eso creía, hasta que me confesó su amor hacia mí.

- ¿Qué? - Confusa la seguí, sin entender a dónde íbamos.

- Bailemos..Dale..- Empezó a moverse sensual, chocando su trasero en mí.

- Ori no soy lesbiana, quítate. - La empujé y ella rió

- Me gustas, y lo sabés maldita perra, me hieres - Agarro mis brazos y colocándolos en su cintura. - Cuándo te veo basándote con Bill, quiero ser yo la afortunada y no ese psicópata que te maltrata..- Se pega a mi. - Odio no ser ese hombre, Sam. - Se me estaba acercando

- Ajá, ¿Con qué siendo infiel a mi gemelo, eh? - Su voz me sobresaltó. Me giré y estaba Tom con una sonrisa

- ¿Necesitas algo, Kaulitz? - Aparte a Ori de mi, y ella bufo.

- Si, ven - Otra vez.

Me saco del ruido, y vi que me adentro a su oficina.
- ¿Que es lo quieres, Kaulitz? - Me interrumpió.

Miegda miegda y más miegda.





























¡𝐇𝐞𝐥𝐥𝐨, 𝐚𝐪𝐮í 𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐣𝐨 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐭𝐨!

𝐓𝐫𝐚𝐧𝐪𝐮𝐢, 𝐧𝐢 𝐲𝐨 𝐢𝐦𝐚𝐠𝐢𝐧𝐞 𝐥𝐚𝐧𝐳𝐚𝐫 𝐮𝐧 𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐚𝐬í. 𝐏𝐞𝐫𝐨 𝐨𝐬 𝐚𝐬𝐞𝐠𝐮𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐫á 𝐚𝐬í 𝐝𝐞 𝐬𝐢𝐦𝐩𝐥𝐞, 𝐧𝐨 𝐬𝐞𝐚𝐧 𝐚𝐧𝐬𝐢𝐨𝐬𝐨𝐬 𝐲 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐞𝐧.

¡ANTES!

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𝕊ℂℝ𝔼𝔸𝕄|| 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora