>Treinta<

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Voltee encontrándome con el rostro de Georg, esté ahora qué;

‐ Georg, hace unos momentos estaba diciendo que no había nadie, absolutamente nadie que arruine esté día tan especial y maravilloso. Pero adivina. - El quedo en silencio pensando y luego sonrío

- Llegué yo y todo fue más que especial, ¿Verdad? - El y su ego me frustran, entiendan se junto mucho y bastante con Tom

- Así es. - Ironice, y el rió

- Sam venia hablar contigo sobre el tema de Tom~

- Ni al caso Georg, creo que todo está perdido - Me volví a recostar, cerrando mis ojos y sintiendo cómo el castaño se sentaba en el césped

- ¿Qué? ¿Tan rápido te rindes? - Ríe

- Si Georg, me es difícil hablar con Tom qué cuándo intento explicárselo comienza a gritar. Yo no tengo paciencia para rogar que me escuche, y el decidió no escucharme y cogerse a las rubias que se les cruzan. - Bufe, molesta de verdad que esté tema de Tom me cansa. Si tendría que sacarlo de mi mente lo haría, sin dudas no quisiera lidiar con el.

- Es difícil pero deberías luchar por ti y el. Dios siento que son el uno para el otro. - Rodee mis ojos - En serio Sam, realmente el la pasó mal, desde que Bill nos contó que te habías ido todo fue una ruina para el. Se la pasó llorando en su habitación, casi qué ni comía, de vez en cuando se bañaba~

Reí, - ¿En serio? -

- Si. Es qué el tema tuyo lo molesto y entristeció a la misma vez, no sabés cuanto te busco pero se rindió al no tener rastros tuyos. Pero gracias al razonamiento de Cristián volviste y creo que es para que estén juntos y en paz. - Sonreí, por qué creo que también hay casualidad

¿Seremos el uno para el otro?

Ojalá.




























(...)

Ahorita me encontraba viendo caricaturas cuándo siento que se abre la puerta principal, ni me muevo por ver quién es. La flojera me gana hasta que siento unas risitas atrás mío.

Giro mi cuello encontrando a Tom y otra rubia, riéndose de tal cosa y eso me enfureció, me hizo poner celosa. Muy.

- Holaa - Saludo la chica con una sonrisa en su rostro, mientras que Tom tenía sus manos en las caderas de ella

- Buenas que tal - Me hice la buena, que me salió pero no lo soy. Para nada.

Después subieron entre risitas, Dios que bronca, ¿de qué se ríen tanto? ¿felices por qué tendrán sexo? Ash.

Intentare hacerle la vida imposible a Tom, si el está en esto ¿por qué yo no? Claro que tengo pretendientes y muchos, aún así voy a salir a buscarlos. Así Tom vea quién juega sucio o muy sucio en esto.

Me puse de pies, dirigiéndome hacia la salida cuándo alguien me detiene,

- ¿Saldras? - Voltee, y era el rubio mirándome

- ¿Por? - No le respondí y pregunté

- Yo también lo haré. Si quieres te puedo llevar - Sonreí y corrí abrazarlo - Bien vámonos ya. - Nos separamos

- Si antes que se escuchen sus gemidos - Reímos

- Y éso creo que no te incómoda ¿O si? - Al escuchar su voz, estoy segura que mi rostro es más serio que el de Gus. Me voltee.

- No, lo hago constantemente y no me importa. - Contesté seca mientras mantenía el contacto visual

- Sí cómo sea. Gus toma esto, compra una caja de condones por favor, se me los acabo. - A era un idiota. Suspire pesadamente y con poca paciencia de subir y sacarla a esa rubia privilegiada.

𝕊ℂℝ𝔼𝔸𝕄|| 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora