>Veintiséis<

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𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪𝓭𝓸𝓻 𝓞𝓶𝓷𝓲𝓼𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮

- ¡Amor llegaste! - Exclamo Samantha, recibiendo a su novio con un abrazo y beso en los labios.



¿Recuerdan que Sam dijo protegerlos y que no corran ningún riesgos los gemelos y sus amigos por el maldito obsesivo de Cristián?
Pues bien, aquí están se mudaron a España, Madrid, ambos están viviendo en una maravillosa y grande casa.
Samantha es novia de Cristián pero aún no se olvida de lo que hizo para venir con el, está intentando descubrir sus sentimientos hacia Cristián o ver si realmente su corazón no le pertenece a él.

Por otro lado, Alemania dónde están viviendo los gemelos K, ellos sufriendo bastante al no encontrar ningún rastro de Samantha, hasta tuvieron que masacrar a varios hombres al no abrir sus bocas y tratar de decirles a dónde se habían escondido. Samantha se volvió más que una amiga para Tom, llamaría en una "perdición" se sentia vacío sin rumbo a otro mundo, se sentía mal. Se culpaba de no haberla dado la atención suficiente qué ahora el ya se sentía perdido y que ella lo era todo para el, y aún así sigue su camino con otras rubias, tratando de olvidar a Samantha..

Y hasta ahora no pudo sacarla de su cabeza, en sus sueños o en sus imaginaciones o hasta fantasías que el tenía muchas veces seguidas.

Bill, él sólo quería que su hermano deje de estar en su estado criticó, le dolía todo y si, el siempre se cortaba las venas o una qué otras veces se empastillaba al ver que el ocasiono esto, y todo por querer vengarse de su gemelo mayor. Tom siempre que consumía de más se largaba que pelear con el menor, golpealo hasta dejarlo todo el rostro con su ojo morado, labio roto, ceja partida y ni hablemos de las mejillas echas pedazos ante los puñetazos que le daba Tom.
Siempre descargaba su furia con el menor, son su hermano y el quién los llevó a esto, a perder a Samantha y para siempre....o eso pensaban ellos.

Sin ninguna esperanza por ambos lados.















































Samantha Smith

- ¿Que me preparaste hoy? - Masculló Cristián, sentándose en la mesa y esperando que lleve su almuerzo

- Mm..Nada en especial- Mentía es obvió que le haría algo exquisito, es nuestro aniversario y deberíamos festejarlo con platillos hechos por mi, bueno por mí amiga pero mentire. Sólo por hoy.

- ¿Nada en especial, cómo así? - Sabía que se molestaría, sonreí, - Es nuestro aniversario Sam. - Me acerqué a el, dejándole su platillo preferido. Tacos con mucho ají, en otro plato estaba sushi, y otro tenía de salmón. Y después eran platillos dulces, los que también amaba él.

- Feliz aniversario...- me tire sobre el y esté rió, sorprendido - Nuestros 2 años juntos, - bese sus labios

- Pensé que te habías olvidado niña- Rie - pero veo que no, aún así tendrás tu castigo por asustarme - ¿Qué? No.

Sus castigos eran siempre los mismos o aveces me sorprendía. Me agarró por mis muslos, subiéndome a su regazo,
- No intentes nada sucio, está la comida señor Cris - Irónice, burlándome de el

- Tenés razón, - Me bajo de su regazo, pero se puso de pies - para eso está la habitación, vamos - Me tiro un jalón llevándome con el.

Al llegar me tiro a la cama de una manera agresiva, me gusto, no les mentire. Se subió sobre mi cuerpo, sin dejar caer el suyo esté abrió mis piernas para meterse en medio de ellas,
- Cris - Solte un suspiro pesado, ya me estaba urgiendo tenerlo conmigo, ya dentro mío. Mi deseo se apoderaba de mí

- ¡Por bromista! - Exclamo en un gritó, haciéndome gritar a mi por su fuerte penetración. - ¡Ahora grita, suplica que no sea brusco contigo! - y debería de estar haciendo eso, pero mis labios estaban sobre su cuello mordiendo cada parte de él, llegué a su mandíbula y la mordi. - ¡Grita Samantha! - Empujo fuerte

- ¡Ah! - Gemi ante su brusquedad, - ¡Ah! ¡Ah¡ - Resonaba por toda la habitación, lleno de sus jadeos y mis gemidos del placer y dolor

- ¡Suplicame que me detenga! - Ordeno, mientras se prendía a mis labios y los estiraba de las mordidas

- ¡Cris-Cristian! ¡Ah! - Tire mi cuello hacia atrás, dándole lugar que el se apodere de mí cuello. Mis piernas temblaban, y mi espalda dolía de la ptm - ¡Ah! ¡Ah! - Gemía ante sus embestidas bruscas

- ¡Te amo maldita sea! - Sus palabras y sus embestidas me excitaba más. Su rostro sudado, sus ojos cerrados ante el placer que me estaba dando. - ¡Di que me amas! - Me ordenó, abrió sus ojos encontrándose con los míos en el, - Sólo dimo amor, dilo - Ahora el suplicaba

Si, el nunca escucho de mis labios decir un "Te amo" y nada, sólo era unos "Te quiero" pero el sabía que lo decía por decir y sin sentir nada, esos unos fríos "Te quiero".

- Te amo, te amo con todo mi alma - Murmure con mis lágrimas cayendo por mis mejillas, mi voz quebrada. El estaba haciendo perfectamente su trabajo pero ya no sentía el mismo placer que un año atrás, sentía que extrañaba a mis amigos...en especial a él.. - ¡Te amo Tom! ¡Ah! - Gemi finalizando al sentir mi orgasmo.

El se salió de mí, adentrándose al baño aún desnudo. Me metí con el, sólo para bañarnos juntos ya que siempre lo hacemos pero al entrar lo vi llorando, sus ojos rojos, su rostro sudado por la escena anterior.
- ¿Cris, cariño que sucede? - Me arrodille ante el, intentando sacar sus manos de su rostro - ¿Lo hice mal? -

- No Sam, tú no...no tienes la culpa- El alzo su mentón, mirándome a los ojos. - ¿Estás enamorada de Tom? - Pregunto en un sollozo..



















































































































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holi, las amo y agradezco por su lindo apoyo, las adoro LINDAS(;

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𝕊ℂℝ𝔼𝔸𝕄|| 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora