Capítulo 19

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Después de colgar la llamada que hiciera Peter Wilde, Akira se dirigió al dúplex de Los Sato-Nagata. Mika no lo esperaba, apenas acababan de marcar en el reloj las 7:45 am y la familia se disponía a desayunar cuando él llegó. Al ser avisados por la recepción del edificio que el joven Müller se dirigía al dúplex, Kenji se acercó a abrir la puerta, por lo que antes que tocara el timbre, el Director Sato le dio la bienvenida y lo hizo pasar. Tras preguntarle si había desayunado, y este responder negativamente, el dueño de casa lo invitó a tomar los alimentos con su familia, detalle que agradeció con una enorme sonrisa.

Verlo ingresar al comedor al lado de su padre sorprendió gratamente a Mika, quien de inmediato le extendió la mano para que él la tomara, permitiendo que pueda exteriorizar sus emociones. La enorme sonrisa que se marcó en el rostro de la hija Sato era tan hermosa que Akira se olvidó que estaban rodeados de los padres y hermanos de esta, y la besó. El carraspeo de Kenji les hizo recordar que no estaban solos, y un muy avergonzado Akira pidió perdón por el atrevimiento a la par que hacía una reverencia de 90° grados.

- ¿Y qué te trae tan temprano a nuestro hogar, querido Akira? –preguntó Natsuki cuando todos ya estaban sentados en la mesa.

- Además de ver a mi linda novia –y Akira dejó un beso en el dorso de la mano de Mika que tenía tomada con la suya- necesito hablar con usted y con Kenji san –al desconocer el tema del cual quería conversar con ellos, Kenji preguntó sobre este.

- ¿Es algo que nos va a causar preocupación o alivio? –inquirió Kenji rogando que no sea nada malo.

- Es para sentir alivio –respondió Akira mientras sonreía a Mika.

- Entonces, comamos, que se enfría, luego hablamos en el estudio –animó Natsuki asegurándose que Yori tomara entre sus dedos de manera adecuada los hashi (palillos para comer).

Akira les comentó a Kenji y Natsuki sobre la llamada que recibió de Peter Wilde y lo que este le dijo antes de colgar. Esa era una buena noticia que hizo que la esposa Sato suspire aliviada, ya que podían dejar en el pasado todo lo concerniente a la supuesta paternidad de Akira y la insistencia de Mark Wilde porque este se case con su hija.

- Ahora, a lo que he venido –dijo el joven Müller y los padres de su novia mostraron duda, ya que Kenji sujetaba la mano de su amada Natsuki-. Hace dos semanas atrás le pregunté a Mika si quería ser mi esposa, y ella aceptó. Cuando compartimos la noticia con ustedes y mis padres, usted, Kenji san, propuso que nos casáramos antes de viajar a los Estados Unidos. Por la falsa imputación que se me hizo, dejamos en pausa el tema, pero al saberse la verdad, les pido retomar lo de la boda –Natsuki sonreía muy contenta, pero Kenji permanecía serio.

- ¿Amor? ¿Acaso no te hace feliz que Akira quiera continuar con los planes que ya había pensado junto a nuestra hija? –preguntó Natsuki sin entender la actitud de su esposo.

- Akira, mi hija viajará contigo a los Estados Unidos siendo tu esposa, pero ¿ella qué hará mientras tú estés ocupado en la residencia?

- Bueno, ella me ha comentado sobre su interés en realizar algún estudio de postgrado en alguna universidad en Cleveland, ciudad en donde radicaremos por el tema de mi residencia.

- ¿Y por qué Mika tendría que aplazar sus sueños para conseguir los tuyos? –en los últimos días, Kenji había pensado mucho sobre ese asunto. A él no le parecía justo que su hija deba sacrificarse para que Akira tenga a su alcance todo lo que quiere: la residencia con la que sueña y a Mika esperándolo en casa.

- Kenji san, terminada mi residencia nosotros nos trasladaremos a San Francisco para que ella inicie el MBA en la Universidad de Stanford. Yo aceptaré cualquier plaza de trabajo que se me otorgue con tal de mantenerme al lado de Mika –comentaba Akira no muy seguro porque empezaba a sentir que no lograría hacer cambiar al Director Sato de opinión.

El amante mestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora