Apinya Manobal

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Maldición – susurra – maldita sea – se tapa la cara – no puede ser – mira el papel y niega – Dios ¿por qué? – Los bota lejos - ¿Qué hice? ¿Ahora qué haré? – Pone sus manos en su estómago – lo siento no es tu culpa pero no puedo tenerte – limpia sus lágrimas

Se arregla rápidamente y se dirige al pueblo. Siente todas las miradas sobre ella, como si supiesen lo que está apunto de hacer. Camina rápidamente y trata de calmar sus nervios

_ La señorita Manoban – dice la adorable vieja
_ Buenas tardes – espera a que el señor salga
_ ¿Qué necesitas cariño? ¿De nuevo tu madre enferma? – Suspira
_ N... Si – sonríe
_ ¿Qué querrá la señora Manoban? – Sonríe
_ Dijo que té de ruda – la señora levanta la ceja – no me mire así – ríe – ella fue la que lo pidió – ambas ríen
_ Tú mamá y tus medicinas raras – asiente mientras ríe falsamente – bien ¿Cuánto necesitas? – Se queda en blanco
_ Dijo que para una porción – asiente. La señora coge un poco y lo guarda en una bolsa
_ Listo, mira – sonríe
_ Gracias – saca de su bolsillo unas monedas – ten
_ Gracias – asiente
_ Quédese con las vueltas – la mira y sonríe de diente a diente
_ Siempre tan amable – la chica sonríe – gracias – asiente

Sale de la tienda y mira a su alrededor. Camina rápidamente tanto que sus pasos se vuelven un poco torpes. El pueblo últimamente está lleno ya que vienen algunas festividades, el corazón le va a mil y su respiración está demasiado acelerada, tanto que jura que va a perder el aire

Después de un largo y tormentoso camino entra a casa. Rápidamente se dirige a la cocina y prepara todo. Sus manos tiemblan y se siente débil, no piensa con tanta claridad pero tiene mucho miedo, no tiene idea que hacer

Sirve un vasado del té y se queda mirándolo. No tiene idea como es pero ha escucha ha varias mujeres que suele ayudar. Coge la taza y se queda mirando el líquido, sus ojos se llena de lágrimas y baja en seco

_ Lo siento – susurra. Cierra los ojos y respira profundo

La taza cae al suelo y la chica se levanta de la silla. Se tapa la cara y niega

_ Dios ¿Qué iba hacer? – Pasa su mano por el cabello – no puedo – dice suavemente- no puedo

...

La menor espera nerviosa en la sala. Son las tres de la mañana, está haciendo mucho frío y tiene demasiado sueño. Si pequeña no ha dejado de llorar desde anoche a lo que la morena y la menor tuvieron que buscar la manera de dormirla. Lamentablemente no la pudo seguir ayudando cuando recibió una llamada de parte del doctor. Su mamá está mal

_ Disculpe – se levanta - ¿Qué ha pasado con Apinya Manoban? Es mi mamá – la chica niega
_ Lo siento pero no hay respuesta – la menor suspira y se sienta otra vez, tapa su cara y trata de calmar sus nervios
_ Todo está bien, te lo habían dicho, puede tener caídas – susurra. Decide por darse una pequeña vuelta por el piso para estar más tranquila. Arregla su gorra y mete las manos en sus bolsillos

...

_ Ya mi amor no llores – la pequeña llora a todo pulmón - ¿Qué tienes mi vida? ¿Te duele algo? – La morena la acuesta con cuidado y acaricia su pancita - ¿Te duele? – La pequeña sigue llorando
_ Dios, que pulmones – dice su mejor amiga - ¿Por qué no tratas de darle de comer?
_ Ya lo hice – la alza – no sé que pasa y ahora lo de Lili, me voy a volver loca
_ ¿Qué pasó con Lili? No me lo dijiste
_ Su mamá – ambas se quedan en silencio. La morena observa a la pequeña que se calmo – Jisoo – la mira – se calmo – la mayor mira a la bebé y sonríe
_ Creo que se está durmiendo – asiente - ¿Crees que sea bueno llevarla al médico?
_ Ya, mañana tengo la cita – asiente – más bien hoy, a las ocho – acaricia su mejilla – trataré de descansar – asiente. La morena se acomodas con cuidado en la cama
_ Adiós Nini, me llamas cualquier cosa – asiente
_ Gracias Jisoo – asiente. Apaga la luz y cierra la puerta
_ ¿Qué paso mi niña? – Dice suavemente – no vayas a enfermarte, todo estará bien – besa su frente. Coge el teléfono y le marca a su chica

Mi Pequeña Lili (Jenlisa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora