Piratas del caribe: en el fin del mundo

to the Caribbean

Había pasado un año desde la noticia del cambio de Señora Pirata y había corrido el rumor por todos los mares. Incluso había llegado a la tripulación del Perla Negra que, tras tener planeado organizar una asamblea, se dirigían a salvar al capitán del barco que había muerto a manos del Kraken hacía ya tres años.

-¿Conocéis a todos los señores piratas?- preguntó Elizabeth Swann al capitán Barbossa mientras este dirigía el barco hacia el Fin del Mundo.

-Salvo a una- dijo Barbossa mirando al horizonte- Hay un nuevo Señor Pirata del Mediterráneo. Una Señora Pirata, Ares la llaman. Toda su tripulación son mujeres. Lo que inquieta a aquellos que piensan que una mujer trae mala suerte en la mar-.

La joven Swann quedo sopesando las palabras de capitán. Admirada por una mujer siendo capitana y tan importante.
Elizabeth siempre había ansiado la libertad, y ahora que la estaba saboreando poco a poco no podía evitar fantasear con poder tener una tripulación propia. Por lo menos con su amado Will Turner.

-¿Como se convirtió en Señora Pirata?- indagó más Elizabeth.

-Hay habladurías- comentó Barbossa- Muchos dicen que la nueva mató al anterior. Algunos piensan que es una hija perdida. Lo descubriremos cuando vayamos a la reunión-.

Ambos pararon de hablar cuando notaron un cambio en la temperatura y supusieron que estaban cerca. No había tiempo para conjeturas. Ya resolverían el misterio de la nueva capitana. Ahora lo importante era no morir congelados y llegar al Fin del Mundo.

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Eco Swann se encontraba dando un paseo enganchada al brazo de Dolores. Había niebla ese día en la playa de Herea. La tripulación se encontraba descansando después de una vuelta a casa algo dificultosa. Casi habían sido hundidas por la marina real española. Hubo bajas pero salieron sin ninguna muerte. La marina real no podía decir lo mismo. La tripulación estaba muy orgullosa de eso, sin duda
Cuando los españoles vieron que el barco pirata era el Clitemnestra, muchos huyeron. Los más valientes se quedaron pero murieron. Otros pocos consiguieron volver a sus casas sanos, lo que supondría más rumores sobre ellas y sus infames modos de aniquilar.
La tripulación de Eco se había ganado una fama importante en todos los océanos y muchas marinas reales las temían. No todos los días ves un barco tripulado por, únicamente, mujeres.
Eco sonrió para si mientras Dolores la miraba por el rabillo del ojo.

-¿Que tal con Luis?- preguntó la más anciana de la dupla.

-Esta en su casa, Loli- contestó Eco rodando los ojos. Luis pertenecía a una familia amiga de Dolores. Cuando los dos jovenes se conocieron, Luis quedó fascinado con Eco y a ella le parecía atractivo. Eran algo más que amigos pero no eran nada formal. Eco no lo veía así. Le gustaba pasarlo bien con él, pero no lo suficiente para una relación. Dolores lo sabia y sus amigas también, aún así insistían siempre que tenían ocasión.

-¿Alguna vez vas a permitir que el pobre chiquillo sea tu pareja en vez de acostaros solamente?- preguntó Dolores sin pudor. Eco se sorprendió y abrió los ojos mientras le daba un suave manotazo al brazo de Dolores- Ay niña, no miento. Él se muere por ti, ¿que te para?-.

-Que yo no, Loli. Que es un buen amigo pero no siento amor por él- le contestó ella mirándola para convencerla- y no hablemos más de esto-.

Siguieron caminando hasta que vieron en la orilla un reflejo verde. Ambas se acercaron y vieron una botella con el signo del Mar Caspio. Barbossa. Estaba firmado para la Señora Pirata del Mediterráneo. Eco frunció el ceño confundida. Dolores a su lado cogió la botella y la abrió.

-Ay niña, muchas palabras en inglés- dijo Dolores a lo que Eco río y leyó la nota. Miro a la más anciana sin creer lo que ponía.

-Han convocado una Asamblea Pirata-.

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-No pueden convocarla si falta alguno- comenzó a decir Filo con las manos en la mesa de pie.

Las chicas de Jade se encontraban en la sala de reuniones en casa de Dolores para discutir el tema de la reunión. Era una sala cómoda, repleta de libros y manuales de todo tipo. Dominaban los colores verdes pues eran los favoritos de la antigua capitana. La mesa era de color perla y amplia, tenían 7 sillas aunque una de ellas estaba vacía, pues Dolores no asistía más a las reuniones piratas. Eco se encontraba en una esquina, ojeando una bola del mundo, mirando el caribe y el pequeño rincón en el que se encontraba Port Royal. El resto de sus amigas estaban sentadas, menos Preciosa y Adela que estaban juntas mirando mapas. Eco observo a sus dos amigas y noto su cercanía, como Adela intentaba rozar sin querer los dedos de la otra y cada vez que lo conseguía, Preciosa se sonrojaba. Le pareció tierno y sonrió para si misma. Pero rápidamente se centró en lo que debían hacer, organizarse para marchar a la reunión.

-Tal vez Sparrow dejó un sucesor- comentó Pen sentada mirando a sus amigas.

-Mmh no, no lo creo- dijo Eco con la boca pequeña y la mirada perdida. Sus amigas la miraron, no comprendiendo a qué se refería. Eco, al mirarlas, se puso colorada y trató de justificarse- Nos habríamos enterado. Me habría enterado yo-.

-¡Pero Sparrow está muerto!- dijo exasperada Adela echando la cabeza en la mesa y elevando los brazos.

Eco sonrió a su tripulación cansada. No les había contado su historia con el capitán del Perla Negra, ellas se imaginaban algo por supuesto. Contó todo lo que le había pasado sin meterse en su vida amorosa. No les contó como él le rompió el corazón en mil pedazos. Dos veces. Pero si que habían preguntado, porque era tan importante y Eco no pudo evitar decirles, pero sin meterse en detalles. La que más había insistido había sido Isabel, a la que siempre le había gustado el chisme. Isabel era la que se enteraba de todo en Herea, siempre venía con noticias jugosas que a sus amigas les encantaba escuchar. Por lo que no era sorpresa para nadie que ella supiera, o intentara saber, la vida amorosa de sus 5 amigas. Por eso mismo, también Isabel no podía dejar de mirar a sus amigas que miraban mapas. E intercambio una mirada con Eco mientras ambas sonreían.

-También Barbossa había muerto- dijo Eco mirándolas- Tal vez hicieron lo mismo con Jack y ahora está vivo- se levantó y cogió su libro de Señores Piratas. Las chicas de Jade lo habían modificado de broma para que apareciera un dibujo de Eco en el espacio del Señor del Mediterráneo- Lo comprobaremos en breves. No se a vosotras, pero a mi me llena de ilusión poder conocer a todos los Señores Piratas. ¿Cuánto creéis que tardarán en amenazarse entre ellos?- preguntó con una sonrisa la capitana, tratando de sacarle importancia al asunto.

Las demás sonrieron. Adela miró a su capitana interrogante.

-¿Entonces...?-.

-Preparad el barco. Nos vamos al Caribe- dijo sonriendo la capitana.

-Vamos a pasar un calor- comentó Isabel entre dientes. Mientras Eco la miraba con una sonrisa y Filo se reía ampliamente. Al final, todas ellas se rieron ampliamente por la contagiosa risa de Filomena. Tanto se escuchaba que fuera de la puerta, los criados d la Casa Azul también se estaban riendo y hasta Dolores, que se encontraba lejos le había llegado un breve susurro de risa que supo que pertenecía a su Filo.

Me llaman desaparecida
Perdón cada vez q digo q voy a escribir miento (parezco un hombre promedio)
Es que tengo muchas ideas lo prometo pero es que no tengo inspiración en fin
En el próximo capítulo ya se reencontrarán con los demás personajes y con Jack omg
Espero q os guste y que tengáis en cuenta lo mucho que me lleva crear personajes de cero y ponerles personalidad distinta a todas, pero bueno las amo

tpwk