Eres Mi Mascota 🐶 |NaruHina|

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Hinata no entendía lo que le pasaba últimamente a Naruto, una vez había despertado con su cabello amarrado por mechones a su cabecera.

—¡KYUUBI! — gritó, mientras intentaba desatar su cabello.

En otra ocasión, cuando estaba muy somnolienta e iba al baño, se cayó al no notar que la tapa del inodoro estaba levantada.

—¡Kyuubi te dije que bajarás la tapa!

Era casi insoportable como un niño pequeño haciendo travesuras, mejor dicho como un perro haciendo travesuras a su dueño. Hasta se comía la comida que le había ordenado jamás tocar. Tenía que recurrir con su compañera de trabajo para saber que hacer.

—Tenten ¿Que haces cuando tú perro se vuelve contra ti?

—Oh, cierto. Llega un momento que cuando los cachorros crecen se vuelven muy traviesos, son como adolescentes intentado rebelarse a sus padres. En este caso a ti por ser su dueña.

—¿Hay alguna forma de que pueda detener esto?

—No, es una etapa que tienen que pasar. Si te enojas puede ser incluso hasta peor, solo síguele la corriente, cuando menos lo esperes vendrá de nuevo hacia ti tan cariñoso como antes.

—Me alegro de oír eso. Gracias Tenten.

—Si, se que puede ser molesto, se comen tu comida, incluso tus zapatos. Pero siempre se calman.

—Hinata —la voz de Toneri captó su atención. Ella fue con él.

La llevó hasta la azotea del edificio para poder hablar.

—No hemos podido vernos desde... Bueno nuestra cita.

—Si, perdón. Ese día en serio mi perro tenía un problema — de hecho aún lo sigue teniendo. —Además hay mucho trabajo últimamente.

—Si hay mucho trabajo, pero quería hablar contigo. De verdad me gustó salir contigo.

—A mi también me agradó salir contigo — sonrió.

—Quiza si quieres podemos seguir saliendo y no sé..., podríamos oficializar nuestra relación. Sabes en serio me gustaría ser tu novio.

No se esperaba escuchar eso. Lo miró con gran sorpresa, trago un poco de saliva y al parecer su boca tenía conciencia propia cuando se trataba de él.

—Si, está bien — miró como una sonrisa en el rostro de Toneri se dibujaba.

—Me siento de nuevo como un adolescente cuando estoy contigo — la abrazó y ella lo siguió, ahora estaba saliendo con el chico que había sido por mucho tiempo su amor platónico en la universidad.

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Entre el trabajo, salir con Toneri y soportar las rabietas y travesuras de Kyuubi, Hinata no tenía tiempo para si misma, terminaba los días cada vez más agotada.

Un día llegó tarde a casa, había ido hacer las compras, debido que ya no había ni una migaja de pan en su cocina. Llegó con las gran bolsas llenas de alimentos, mientras se alistaba para conocerse a cocinar.