Capítulo 6

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Seungmin se estaba preparando mentalmente para la misión, o, más bien, estaba tratando de prepararse mentalmente, ya que el nuevo médico de campo seguía insistiendo con su canturreo. No estaba tarareando cualquier cosa, sino el tema principal de la película 'Flash Gordon'. Ya que estaban tratando de mantenerse discretamente, por lo que conducían en vez de volar hasta su ubicación e iban limitados en la parte posterior de una pequeña furgoneta, el ruido añadido se había hecho rápidamente molesto. Si se mantenía mucho más tiempo, Seungmin estaba bastante seguro de que el estrés iba a hacer estallar su cabeza.

Por último, Seungmin ya tuvo suficiente y se lanzó —¿Por qué diablos estás tarareando eso?

El médico, un hombre que era sólo un poco más alto y con el pelo un poco más largo, esbozó una boba sonrisa. —Porque somos Halcones así que eso nos hace como los 'hombres Halcón' de la película.

Seungmin intercambió una mirada con Daehwi que decía: 'Nos está jodiendo'.

—¿Cuál es tu nombre? —preguntó Seungmin.

—Zitao, pero el doctor Wu me llama Tao.

—¿Por qué? —Seungmin casi tenía miedo de la respuesta.

—A causa de mi obsesión con Flash Gordon.

—Pero le ha quitado la 'Z' y la 'I'.

Tao frunció el ceño, y se veía tan triste, que Seungmin casi se sintió mal por él. —Me dijo que no era digno de las dos primeras letras.

—¿Supongo que no es un fan tuyo? —preguntó Daehwi, las comisuras de sus labios temblando.

—Me dijo que yo era un jodido buen médico, pero que mi boca no tenía un interruptor de apagado, algo que lo molestaba como el infierno. Lo cual es un poco triste porque me gusta mucho. O por lo menos me gusta cuando no me está gritando.

—¿Con qué frecuencia te grita? —Seungmin estaba haciendo su mejor esfuerzo para no reírse.

—Ahora que lo pienso, la mayoría de las veces. Acabo de unirme a la bandada, y el doc parece encontrar motivos para gritarme cada vez que nos encontramos. La última vez estuvo diez minutos seguidos gritándome. La única razón por la que no lo paré, fue porque quería averiguar durante cuánto tiempo podía seguir hablando antes de que tuviera que parar para tomar un respiro. En caso de que te lo estés preguntando, tres minutos.

Daehwi inclinó la cabeza hacia un lado. —Hey, Tao. ¿Bebes mucho café?

—Sí, ¿cómo lo sabes?

Daehwi se encogió de hombros. —Ah, no hay ninguna razón en particular. Sólo una suposición.

La furgoneta se detuvo con una sacudida y las puertas traseras se abrieron. A medida que salían en silencio, Daehwi dejó escapar un suspiro. —No, otra fábrica abandonada. ¿Por qué no puede cambiar el paisaje?

—Bienvenido a Michigan —suspiró Seungmin—. Todo lo que hay son fábricas abandonadas, tiendas y almacenes.

—No te olvides de los cuarteles —añadió Tao.

Seungmin preparó su rifle. —No, todos están llenos con los Cuervos, Hienas, Arañas y Serpientes.

—No te olvides de las Comadrejas —agregó Daehwi.

—Esos bastardos peludos están en todas partes hoy en día.

—Son cosas malolientes. —Tao frunció su nariz con disgusto.

—Entonces, ¿qué esperamos encontrar en aquí —le preguntó Daehwi.

—¿No escuchaste durante la sesión informativa? —Seungmin preguntó.

Serie de los CP 23 - La Salvación de HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora