Hyunjin seguía echando humo cuando se fue a cenar. ¿Cómo se atrevía ese pequeño malcriado a tratarlo de esa manera? ¿Y nada menos que delante de sus alumnos?
Si Hyunjin hubiera estado pensando correctamente en ese momento, él hubiera agarrado Seungmin, «y además, ¿qué tipo de nombre era ese?», por el pescuezo de su cuello y limpiado la alfombra con su rostro. Pero no. En lugar de eso, había dejado que el mocoso abriera su bocaza. Ahora, iba a tener que soportar otra vez esa actitud del Halcón. Y sí, habría más de esa actitud, porque él no había visto lo último de Seungmin. Lo sabía.
Agarró su comida, en realidad no miraba lo que estaba tomando, y se dirigió a su mesa habitual. Su hermano y Wooyoung ya estaban allí, mirándose íntima y felizmente, como de costumbre, lo que no ayudaba para nada a mejorar el estado de ánimo de Hyunjin.
No es que no estuviera contento de ver a su hermano asentado con un compañero. Todo lo contrario. Solo que eso hacía que fuera más consciente de lo solo que estaba. Ahora que no podía apoyarse más en San, se sentía solo y hundido. Sabía que tenía que encontrar a su propio 'alguien'. Pero el problema era ¿quién en el mundo querría a su loco culo? Él ya sabía la respuesta a esa pregunta: un gran y rotundo 'nadie'.
Dejó caer su bandeja y se lanzó a sí mismo a la silla. Sabía que tenía el ceño fruncido en su rostro y que, probablemente, parecía que estaba a punto de matar a alguien. Que lo demandaran. Nadie lo había acusado de ser miss simpatía.
—¿Problemas? —preguntó sarcásticamente San.
—Sólo uno, un mocoso al que se conoce con el nombre de Seungmin —gruñó Hyunjin.
Wooyoung frunció el ceño. —¿Estás seguro de que su nombre es Seungmin?
—Estoy mortalmente seguro. No creo que alguna vez me olvide de ese nombre. ¿Por qué?
Wooyoung se encogió de hombros. —Es sólo que por lo general sigue las órdenes y no causa problemas. No veo cómo has podido enfadarlo. En realidad es un tipo muy dulce.
¿Wooyoung estado tomando drogas alucinógenas o algo así?
¿Seungmin dulce? Eso era algo así como llamar al Doctor Evil el chico bueno.
—Hoy le ha reventado los huevos a Minseok —dijo Hyunjin.
—¿Fue durante el entrenamiento? —preguntó Wooyoung.
—Sí.
—Bueno, ahí lo tienes. Seungmin tenía una razón.
Hyunjin se pasó una mano por la cara y tomó un profundo aliento. Deseaba poder volver a la cama, darle hacia atrás a todo el día y volver a empezar. —¿Qué sabes acerca de Seungmin?
Wooyoung vaciló, pero la forma en la que mordisqueaba su labio inferior, dejaba claro que tenía un montón de jugosos detalles.
Hyunjin se inclinó más cerca. —Vamos, dime qué sabes. Ahora soy tu hermano, ¿recuerdas? Por lo tanto, no debe haber secretos entre nosotros.
Wooyoung suspiró. —Lo sé. Es sólo que hay algunas cosas malas en el pasado de Seungmin.
—¿Malas como cosas que hizo, o malas como cosas que le pasaron? —presionó Hyunjin.
Después de una pausa, Wooyoung contestó: —Lo último.
Algo se derritió en Hyunjin al pensar en que alguien lastimara al pequeño Halcón. ¡No importaba el hecho de que él hubiera estado pensando en hacer lo mismo sólo momentos antes! Eso no contaba en el libro de Hyunjin.
—Cuéntamelo todo, por favor —pidió Hyunjin en un tono más suave.
Wooyoung miró a San, quien le hizo un gesto alentador. Wooyoung tomó una respiración temblorosa, y luego comenzó. — Seungmin no siempre ha pertenecido a esta bandada. Creció en otra, y supongo que era bastante mala. Trataban mal a sus miembros, sobre todo a los que eran pequeños y débiles.
ESTÁS LEYENDO
Serie de los CP 23 - La Salvación de Hyunjin
Fiksi PenggemarSerie de los Cambiaformas Perdidos 23 - La Salvación de Hyunjin RESUMEN Desde que el gemelo de Hyunjin, San, ha encontrado a su compañero, las cosas no han sido iguales. Aunque Hyunjin está feliz por su hermano se siente solo y perdido sin su socio...