Capítulo 9

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Seungmin y Daehwi estaban terminando en el gimnasio cuando Hyunjin llegó corriendo. En el momento que Seungmin vio la mirada medio enloquecida en la cara del Halcón, supo que las noticias que traía no eran buenas.

Efectivamente, a mitad de camino a través de su exposición, Seungmin ya se sentía enfermo de miedo. También quería montar guardia sobre Jeongyeon y no salir hasta que tuvieran a la psicópata de su hermana, ya fuera bajo llave o muerta.

Cuando Hyunjin terminó, Seungmin le preguntó: —¿Qué acerca de la tarjeta de identificación de Jeongyeon?

Hyunjin palideció. —¡Mierda! ¡Tienes razón! Todas sus cosas se quemaron con su cuerpo, pero apuesto que nunca se molestaron en comprobarlo.

Conectó su micrófono para preguntarle a Donghyun exactamente la misma cuestión.

Unos minutos más tarde, sus peores temores fueron confirmados cuando una voz robótica femenina sonó por el sistema.

«Peligro. Intruso. Peligro.» «Intruso. Peligro. ¡Lárgate de nuestra Sede antes que te destripe y juegue al tejo con tus intestinos!»

—Algo me dice que Donghyun agregó ese último comentario —bromeó Seungmin.

—¿Tú crees? —arrastró las palabras Hyunjin.

Hyunjin, Daehwi e Seungmin se unieron a todos los demás que iban corriendo a la armería para conseguir armas.

—No puedes luchar. Todavía estás herido —protestó Seungmin.

—No tenemos elección en esto, bebé, ellos son los que han traído la lucha hasta nosotros —dijo Hyunjin mientras tomaba un rifle.

Daehwi le dio a Seungmin una sonrisa tranquilizadora. —Yo no me preocuparía por Hyunjin. Puede derribar casi cualquier cosa que se le presente con las dos manos atadas a la espalda.

Aunque Seungmin sabía que Daehwi tenía razón, eso no hacía que dejara de preocuparse. Especialmente cuando los sonidos de ametralladoras resonaron en el techo.

—Parece que Seungyeon trajo a sus amigos con ella después de todo —dijo Daehwi mientras miraba hacia el techo.

—¿Crees que conseguirán entrar en el edificio? —preguntó Seungmin.

Hyunjin se encogió de hombros. —Quizás algunos, pero caerán con bastante rapidez. Ella sólo tiene un pequeño grupo. Hyukjae y Yunho tienen suficiente poder de fuego aquí para derribar varios cientos de bandadas. No tienen ninguna oportunidad. Me sorprende que no se hayan retirado ya.

—El tirón que ella tiene sobre ellos debe ser fuerte.

—¿Ella o Albatross? Es difícil en este momento saber quién maneja realmente los hilos —dijo Hyunjin con gravedad.

—¿Por qué quiere tanto ver a Jeongyeon muerta?

—Porque es una gran perra. Por eso va a ser mucho más divertido matarla.

Seungmin apretó los labios en una línea sombría. Nunca antes había odiado a una persona más de lo que hacía con Seungyeon. Aunque no conocía a Jeongyeon muy bien, ella parecía lo suficientemente agradable... bueno, bastante agradable para ser una asesina.

—Hyunjin, ahora sé por qué haces lo que haces. Hay gente por ahí que tiene que estar muerta. Seungyeon es una de ellas. Espero ser el que apriete el gatillo.

Hyunjin tiró de él para darle un beso rápido. —Esperaba poder protegerte de ese lado del mundo.

—Ya lo sé, pero no me importa enfrentarlo siempre que eso signifique que puedo estar contigo.

Serie de los CP 23 - La Salvación de HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora