Rumbo a la isla de las tentaciones

Noche de travesuras

Hoy era el cumpleaños de Lorena por lo cual estaba en la cocina preparándole una rica tarta de chocolate. Cuando Steven entró en la cocina y vió lo que estaba haciendo decidió ayudarme ya que a él también le caía bien Lorena.

-Esto tiene muy buena pinta- dijo Steven cuando acabamos de hacer la tarta.

-¿A que sí? Seguro que Lorena se chupará los dedos en cuanto la pruebe- dije y después de unos segundos pude ver una sonrisa maliciosa en la cara de Steven.

-Esa sonrisa no me gusta- dije pero a Steven le dió igual y se acercó a mí haciendo que me pusiera un poco nerviosa.

-¿Quieres hacer una travesura?- susurró en mi oído.

Iba a negarme pero antes decidí escuchar su plan.

-¿Que travesura es la que quieres hacer?- pregunté.

Steven empezó a contarme su plan y cuando terminó me miró fijamente en busca de aprobación por mi parte.

-Em... No sé, no creo que se lo vaya a tomar bien- dije.

-Es solo una pequeña broma- aseguró Steven.

No estaba segura de hacerlo pero no quería quedar como una aburrida

-Bueno... vale- acepté no muy segura.

Todos estaban en el salón cantando la canción del cumpleaños feliz mientras nosotros nos acercábamos hacia Lorena con la tarta en la mano.

- Me habéis preparado una tarta y todo ¡Gracias chicos!- exclamó Lorena.

-No hay de qué. Está muy rica... Y huele muy bien ¿Quieres comprobarlo?- preguntó.

Lorena se acercó a la tarta para olerla y en ese momento Steven se pusó detrás de ella y me guiñó el ojo para indicarme que era el momento perfecto para estamparle la tarta en la cara así que cuando Steven empujó la cabeza de Lorena con su mano yo se la estampé.

-¡Que cabrones! ¡Esto lo váis a pagar!- exclamó Lorena en cuanto alejó su cara de la tarta. No se la veía enfadada, de hecho, por su cara diría que se lo había tomado con humor pero podía notar que realmente tenía ganas de devolvernos la broma así que Steven y yo teníamos que andar con cuidado.

Pusimos una vela sobre la tarta y le cantamos el cumpleaños feliz. Cuando ella sopló la vela y cortamos la tarta en trozos para poder repartirla entre las personas presentes empezamos la fiesta.

Mientras todo el mundo cantaba, bailaba y jugaba a juegos picantes yo me senté en el sofá y comencé a devorar mi trozo de tarta hasta que me di cuenta de que Steven estaba acercándose hacia mí.

-Hey, ¿Vienes a hacerme compañía?- le pregunté cuando se sentó a mi lado.

-Sí, te ví aquí muy solita y me diste penita- contestó.

-Estoy bien sola, no necesito que me acompañen- aseguré.

-Oye, la verdad es que me gustaría conocerte más ya que aunque hemos tenido una cita se muy poco sobre tí- dijo Steven.

- Cualquier duda que tengas sobre mí no dudes en preguntármela- dije.

-¿Cualquier duda?- preguntó.

-Sí- afirmé.

- Es que tengo cierta curiosidad sobre como eres en la cama ¿Eres activa, pasiva...?- preguntó.

Cuando me hizo esa pregunta traté de contener una risa ya que no me  esperaba tal pregunta pero fallé en el intento.

- Me gusta ser las dos pero soy más activa - contesté.