Una segunda oportunidad

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Laura:

Estaba sentada en el sofá mirando a la nada y dándole vueltas a la cabeza. Aún no podía dejar de preguntarme que es lo que estaría haciendo Matías en ese momento, si estaba pensando en mí tanto como yo pensaba en él o si en cambio ya había conectado con alguna chica.

Negué con la cabeza inmediatamente cuando llegué a pensar eso, era bastante improbable que conectara con alguien en tan poco tiempo.

De repente ví como Steven se acercaba a mí.

-Hey ¿Te encuentras mejor?- preguntó una vez que se sentó a mi lado.

-Sí- mentí.

Nos quedamos callados y de pronto se me ocurrió algo que podía hacerme sentir mejor.

-Tengo que ir a la cocina, ahora vuelvo- dije pero tan pronto como me levanté del sofá Steven me detuvo.

-¿Buscas esto?- preguntó sacando una barrita de chocolate de su bolsillo.

-¿Como lo sabías?- pregunté bastante sorprendida.

-Te he escuchado hablar de lo mucho que te gusta el chocolate y de como el detalle de los bombones te unió aún más con Matías, así que te traje una barrita para animarte- contestó.

¿Desde cuando Steven era un chico atento? Y lo más importante ¿Porqué antes se comportaba como un chulo y un creído y ahora estaba siendo amable conmigo?

-No entiendo tu comportamiento- confesé.

-¿Que es lo que no entiendes de mi comportamiento?- preguntó él.

-Que empieces comportándote como un chulo y un creído y luego seas amable conmigo ¿Acaso eres bipolar o qué?- contesté.

- ¿Cuando he sido yo un chulo y un creído?- preguntó.

- Pues cuando le dijiste a Matías que él no estaba lo suficientemente preparado para competir en los regionales, que tú estabas mucho más preparado que él y que ibas a machacarle en la pista de baile- contesté.

-Le dije lo que pensaba, no sé porque eso me convierte en un chulo y un creído- explicó Steven.

- Si crees que está bien decir lo que piensas sin importar como van a hacer sentir tus palabras a los demás, tal vez tengas un problema- dije.

-Tal vez la manera de decírselo no fue la mejor pero alguien tenía que decirle que no estaba preparado para competir en los regionales- dijo él.

-Tú no tenías que decirle a él nada, a tí nadie te pidió opinión- dije.

-Sí que tenía que hacerlo, si la caga en los regionales no solo se perjudica a él mismo sino a todo el equipo- dijo Steven.

Seguía sin estar de acuerdo con él.

- Está claro que no vamos a ponernos de acuerdo así que deberíamos dejar esta discusión- dije levantándome del sofá y dirigiéndome a la cocina para coger un vaso de agua mientras Steven me seguía por detrás.

-Oye, sé que igual no se lo dije de la mejor manera pero no era mi intención hacerle daño, lo que pasa es que en ese momento me dejé llevar por la rabia que me daba que alguien que no estaba preparado para competir en los regionales contra otros estudios de baile fuese aceptado en el estudio- explicó Steven mientras le miraba fijamente a los ojos, la verdad era que sus palabras me parecían totalmente honestas ya que ¿Pa qué iría a mentirme?

Pensé que igual me estaba mintiendo para poder acercarse a mí y tratar de conquistarme pero tan pronto como ese pensamiento llegó a mi cabeza lo deseché ya que Steven en ningún momento trató de acercarse a mí, salvo el momento en el que vió que no me encontraba muy bien y además, él dejó claro desde el primer día que yo no era su objetivo.

-Okay, lo entiendo- dije.

-Me alegro- dijo él y la conversación se acabó ahí.

Pasados unos minutos Sandra nos llamó a todos y nos llevó al jardín. Una vez que estábamos todos allí nos pidió a cada una que dijéramos el nombre del soltero al que íbamos a darle nuestra próxima cita.

Cuando llegó mi turno me lo pensé bien. El único chico, aparte de Ken, con el que había tenido relación hasta el momento era Steven y solo él se había preocupado por mí y había subido hasta mi cuarto para ver si me encontraba bien, incluso me había ofrecido una barrita de chocolate para hacerme sentir mejor.

En ese momento pensé que tal vez no sería tan mala idea darle una cita, después de la conversación que tuvimos hoy pensaba que quizás él no era tan chulo y creído como yo creía y realmente esperaba que me sorprendiera para bien y confirmara ese pensamiento.

-Pues aunque no hayamos empezado con buen pie dado a lo sucedido durante estos días hay alguien a quien me gustaría darle una segunda oportunidad para poder conocerle mejor y esa persona es Steven.
- contesté.

- Steven ¿Que te parece que Laura te haya dado la cita?- preguntó Sandra.

-Me parece bien, seguro que nos divertiremos juntos- contestó Steven.

Estaba en mi primera cita con Steven y estaba siendo algo incómoda ya que ninguno de los dos había dicho nada hasta el momento.

-Bueno, cuéntame algo sobre ti que no sé casi nada- pedí ya que apenas le conocía.

-Soy un chico sociable, abierto, fiestero y un poco travieso. Me gusta patinar en skate, los gatos, los retos y los tatuajes- dijo.

-A la vista está- dije ya que su cuerpo tenía más de un tatuaje, me quedé mirándolo hasta que mis ojos se posaron en una C que tenía tatuada debajo de su pecho.

-¿La C es de Chloe?- pregunté.

-Sí- contestó.

-¿Y alguna vez deseaste eliminarla?- pregunté.

-No, a pesar del daño que me ha hecho Chloe fue una persona muy importante para mí en su momento- contestó.

Esta vez fue él quien me hizo a mí una pregunta.

-¿Crees que yo podría llegar a gustarte?- preguntó.

-¿Porqué lo preguntas?- pregunté.

-Porque como me habías elegido a mí para tener una cita pensé que igual era porque creías que yo podría llegar a gustarte- contestó.

-Te elegí porque eres el tío con el que más me he relacionado en la villa y porque quería conocerte un poco más pero de momento no creo que puedas llegar a gustarme. Sin embargo estos días te he visto siendo atento conmigo y veo que eres el que mejor puede entenderme así que creo que podemos llegar a ser amigos - contesté. -¿Y tú? ¿Crees que yo podría llegar a gustarte?- le pregunté.

-De momento no veo nada malo en tí, de hecho transmites mucha dulzura así que podría ser. Y yo también creo que podemos llegar a ser amigos- contestó él.

—Tú también transmites dulzura en ocasiones— confesé.

Seguimos hablando hasta que nos tocó volver a la villa. La verdad era que me alegraba de haberle dado una segunda oportunidad a Steven y quería ver hasta donde podía llegar nuestra relación.

Rumbo a la isla de las tentaciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora