La mejor forma de demostrar amor

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Laura:

Acababa de despertarme pero permanecí tirada en la cama sin ganas de nada, después de lo que había visto en la hoguera solo tenía ganas de desaparecer de allí.

Pasados unos minutos escuché a alguien tocar la puerta y decidí darle permiso para pasar.

-Laura, ¿Como te encuentras? - preguntó Lorena nada más entrar a mi habitación.

-Como el culo- respondí, cubriendo mi cara con mis manos. –¿Como estás tú?– le pregunté.

-Estoy intentando superarlo aunque no creo que eso suceda pronto- contestó. Tras sus palabras se formó un incómodo silencio pero después de un par de segundos Lorena volvió a hablar.

– ¿Sabes? Ayer mi corazón era como un vaso de cristal y mi novio estaba arrojando ese vaso con todas sus fuerzas al suelo al serme infiel con esa... Tipa delante de toda España y hacerme tragar las imágenes de la infidelidad– confesó Lorena.

Se formó otro silencio aún más incómodo, no sabía que decir ante aquella confesión. Por las palabras que había usado se notaba que la infidelidad le había afectado bastante.

Después de un par de minutos en silencio Steven entró al cuarto con una bandeja que llevaba comida, salvándome de esa situación tan incómoda.

- Te he traído un desayuno muy rico ¿Quieres probar?- preguntó Steven pero antes de que pudiera responder Lorena tomó la palabra.

-Bueno, será mejor que os deje solos- dijo mientras caminaba hacia la puerta. Pude ver como me guiñaba un ojo antes de irse.

Steven dejó la bandeja en mi mesita de noche y no supe muy bien como reaccionar.

-¡Que considerado! No tenías porqué hacerlo- fue todo lo que se me ocurrió decir después de un par de segundos en silencio.

-¡Prueba! Esta muy buena la comida, hay hasta barritas de chocolate y todo-dijo Steven.

Lo primero que probé fue el sándwich que me hizo y no mentía, estaba muy bueno.

-Está bueno- confesé. Steven se sentó en el borde de mi cama y se quedó mirándome mientras comía, cuando terminé me quedé con ganas de más.

-Sabía que te gustaría- dijo Steven.

-Pues sí que me ha gustado pero tengo una duda ¿Estás haciendo esto para conquistarme? - pregunté.

-No. Es que como ví que todos habían bajado a desayunar menos tú pensé que estabas mal y que no querías salir del cuarto y por eso te he traído el desayuno- contestó.

Aunque me había despertado de mal humor Steven había logrado sacarme una sonrisa y estaba segura de que ni él era consciente de lo mucho que se lo agradecía en el fondo.

-Ah, vale. Pues te lo agradezco y te preguntaba porque realmente no sé que intenciones tienes conmigo- confesé.

-De momento conocerte- dijo.

- Yo también quiero conocerte más- confesé.

-¿Hay algo en concreto que quieras saber sobre mí? - preguntó.

Me pensé la respuesta durante unos segundos.

-¿Como eres en el amor? - cuestioné.

-Cuando estoy enamorado lo doy todo, además soy de los que les gusta tener gestos con la persona que le gusta, creo que es la mejor forma de demostrar amor- contestó.

-Yo también lo creo-dije.

Sonreí de nuevo. Si Steven ya tenía gestos conmigo sin estar enamorado ¿Que sería capaz de hacer si llegara a estarlo?

Rumbo a la isla de las tentaciones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora