Los dígitos de Felix quemaron alrededor de su antebrazo.
Miró con afán la mano que se ciñó a su piel, obligado a eliminar su ruta de escape. Fue como si la música se detuviera por un largo y tedioso minuto, como si no estuvieran en un pub atascado de personas borrachas.
El omega lo observaba a través de sus pestañas sutilmente rizadas, con los labios separados y las mejillas arreboladas. Su cabello desordenado, el mentón apenas levantado.
—¿No quieres? —sondeó con dificultad—. Baila conmigo, ¿sí?
¿Cómo sería capaz de negarse a tan hermosa solicitud?
Sus latidos cardiacos por minuto estaban aumentando y Felix podía percibirlo gracias a su agarre, sentía la sangre pulsando por debajo de sus yemas.
—Yo no... yo no bailo —aclaró, al pestañear con rapidez.
—Lo hiciste hace un momento... —No había dejado de verlo fijamente.
Chan estaba a punto de enloquecer.
—Minho fue mi guía, no soy bueno en eso —Inspiró hondo. El aroma del menor lo asfixiaría—. ¿Me enseñarás como hacerlo?
La primera flecha fue enviada y Felix la recibió. Contestó con una pequeña sonrisa, asintiendo dos veces seguidas con la cabeza.
—Puedo intentarlo —Solo hasta ese instante, retiró su palma del brazo ajeno—. No soy el mejor, pero me defiendo.
—¿Estás jugando? —masculló, por encima del volumen en la canción de fondo—. Lo haces bastante bien.
Exhibió su previa vigilancia a escondidas. No le importó.
—Entonces vamos —dictaminó, luchando por mantener la seguridad a flote.
Estaba olvidándose de su temor a estropearlo todo, quería que Chan conociera al Felix que sus seres cercanos querían tanto, al extrovertido, sociable y simpático; ya no pretendía exponerse como el tímido que se quedaba sin tema de conversación.
Pondría las cartas sobre la mesa y tiraría los dados con los ojos cerrados.
—Te sigo.
Y Chan apostaría una fortuna por perder ante él.
No le importaría quedarse en bancarrota, con tal de pasar unos minutos cerca del omega.
Se observaron una última vez, antes de que Felix se rotara en sentido contrario y avanzara por la planta alta, empujando suavemente a sus compañeros. Ninguno notó que el par bajó las escaleras, solamente Minho hizo un gesto que reflejó el triunfo, apreciándolos al término de los peldaños.
El ambiente en la pista de baile era mucho más desastroso, había decenas de jóvenes compartiendo el espacio, cantando entre balbuceos y tirando el poco o mucho alcohol que restaba en sus vasos.
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The pretty artist ♡ chanlix
FanfictionFelix tenía un pequeño (gran) crush con Chan desde los quince años. La realidad, era que el omega se convertía en un manojo de nervios cuando estaba frente al alfa, dejando de ser aquel extrovertido y parlanchín muchacho. Su paz interior se alteraba...