Capítulo 32.

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La falta de experiencia en el rubro de las ventas le estaba jugando en contra a Felix

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La falta de experiencia en el rubro de las ventas le estaba jugando en contra a Felix.

Llevaba tres semanas laborando y los errores que cometía continuamente en la tienda, lo tenían abrumado.

A pesar de conocer mucho en materiales especiales de arte, no se acoplaba al ritmo, se demoraba en atender, los clientes no conocían la paciencia y mucho menos cuando se retrasaba en la entrega de pedidos que las personas hacían en línea.

Tzuyu movía el cielo y la tierra para ayudarlo, pero sus propias tareas la limitaban, no podía hacerse cargo de cosas extras, la demanda de artículos era alucinante y por ende, los minutos libres en el día eran contados.

El omega esperaba con ansias su hora de comida por dos razones: veía a Chan y existía la posibilidad de sentarse una hora entera a reposar.

Atesoraba esos sesenta minutos como un obsequio divino.

—Necesito dormir un día entero —murmuró, desparramándose en su silla y cerró los ojos—. Estoy cansado, me gusta mucho este lugar, pero es demasiado trabajo.

—Sabes bien que no tienes necesidad de hacerlo —Chan reiteró—. Entiendo que tus padres lo hacen porque se preocupan, pero conmigo nada te va a faltar.

—Yo no estoy contigo porque me puedas solventar la vida —contrapuso al suspirar—, no soy un interesado que espera ser mantenido por su alfa.

Claro que anhelaba compartir su futuro con él, pero también aspiraba a realizar cosas por mérito propio.

—Me encanta que seas así de independiente —dijo, picando las últimas verduras al vapor que había en su plato—. Aunque para ser sincero, no me gusta verte así de agotado, tienes más ojeras que antes.

Felix abrió un ojo para mirarlo.

—¿Insinúas que me veo feo?

—No, amor, por supuesto que no —musitó al pasar bocado—. Me refiero a que se nota que no has descansado como se debe.

—En la escuela era igual —Calló brevemente al bostezar—, estoy acostumbrado a dormir periodos cortos de tiempo.

—La universidad te quitaba horas de sueño por las tareas —Levantó la mano hacia el mesero y le pidió la cuenta—. En cambio, el trabajo te provoca insomnio por la gran cantidad de preocupaciones que tienes, no sé si fue buena idea que entraras aquí...

La verdad, el alfa se sentía culpable por el estado actual del menor. No había día que no luciera hermoso, pero se notaba bastante que las jornadas laborales lo estaban consumiendo, el pobre no estaba acostumbrado a los pesados deberes en la sucursal.

Un desgaste físico que se veía a todas luces.

—No me quejo del empleo, me siento bien aquí —Su labio inferior sobresalió—. Poco a poco iré adaptándome, lo prometo.

The pretty artist ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora