Andreas estaba furioso caminando de un lado a otro con el ceño fruncido por toda su oficina despotricando hacerca de sus hermanos con su mejor amigo.
-Esque enserio no puedo creer que a pesar de que nuestro padre se encuentre mal de salud no puedan venir a verlo aunque sea unos minutos.
Alexander, su amigo de toda la vida sólo lo veía con los brazos cruzados sobre el pecho recostando su cabeza en el respaldo del sofá en el que se encontraba con expresión de aburrimiento.
-Eso ya lo dijiste- Suspiró- como diez veces antes.
-Lo sé, lo sé, pero me indignan sus actitudes, más porque una vez que nuestro padre se recupere seguirán quejándose de no recibir el mismo apoyo que recibo yo, carajo.
Esa era una pelea constante entre sus hermanos y él pues al ser el más joven de ellos nunca pensaron que su padre le daría el mando de la empresa familiar.
Su padre era dueño de uno de los despachos de arquitectos más prestigiosos del país.
A los veintisiete años Andreas había terminado su carrera de gestión empresarial y arquitectura pero sus hermanos también estaban preparados así que le sorprendió tanto como a ellos la decisión del mayor.
Aunque era claro que la relación con su padre era más estrecha que la de los otros pues ellos apenas y lo visitaban demasiado ocupados con sus respectivos trabajos a pesar de que el mayor siempre reservaba tiempo para pasar con ellos.
En las pocas reuniones que tenían no se molestaban siquiera en conversar con su padre más atentos a sus celulares que al mayor.
Andreas a pesar de ser frío con la gente que no conocía era totalmente lo opuesto con la gente que le importaba y el puesto número uno en la lista de esas personas estaba su papá.
Al contrario que sus hermanos siempre ponía atención a las necesidades de su padre, antes de graduarse incluso se apresuraba con sus deberes para poder pasar tiempo con él y a pesar de que hace un par de años se había independizado no se había alejado tanto de casa.
Desde el día en que eso ocurrió sus hermanos ya no habían vuelto a ser los mismos pues aseguraban que Andreas les había quitado lo que les pertenecía al ser ellos mayores.
En las reuniones que tenían siempre estaban en desacuerdos pues a pesar de que Andreas estaba al mando su padre le había dado puestos importantes a sus hermanos también aunque no era lo que ellos querían y así lo hacían ver en todas y cada una de las juntas administrativas menospreciado el esfuerzo evidente que él hacía.
Una gran verdad que incluso ellos no podían negar es que la empresa próspero aún más cuando él se involucró pues tenía proyectos novedosos y rentables que hacían sus acciones elevarse y eso solo aumentó una vez que su padre tomó la decisión que marcaría el final de una buena relación con sus hermanos.
Andreas aparte de eso tenía facilidad para la programación pues había crecido con facilidades educativas teniendo los mejores maestros a su disposición y mientras su familia se dedicaba de lleno a la arquitectura tomó la misma decisión pero aprovechó la oportunidad para desarrollar sus talentos en informatica también y habían rendido buenos frutos pues tambien había creado en sus tiempos libres Apps que le ayudaban a sobrellevar la carga de trabajo y aunque a veces se distraía jugando los resultados eran tan buenos que nunca hubo queja por ello.
Ésta mañana Andreas recibió la fuerte noticia de que su padre había sufrido un pequeño infarto que lo dejaría en cama por varios días para recuperación y de inmediato fue a revisar su estado de salud acompañándolo por varias horas antes de regresar a la oficina.
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Entrelazados
RomanceUn padre soltero con múltiples trabajos de medio tiempo con disgusto más evidente hacia su trabajo nocturno pero que necesita para poder sustentar su hogar y a su hijo de cuatro años. Un empresario con una gran gama de lujos pero solitario con pelea...