La Hermana De Bucky (Wyatt Lekensey)

Trabajo

Cuando ya llegamos a la casa de Wyatt, unos niños pequeños nos recibieron, pero al verme se quedaron quietos.

Wyatt: Ehh, Isi creo que te tengo que presentar a los cachorros de la manada, ella es Kitty, mi hermana menor - Apuntó a una niña muy parecida a Willa, con el mismo pelo rizado. - El es Sebastián, es hermano menor de Wynter. - Me apuntó al único niño que se encontraba con ellas, quien me sonrió mientras me saludaba con la mano. - y Wendy, mi hermana más pequeña. - Me apuntó a la niña que parecía ser más joven que los demás, tenía un oso de peluche un poco descosido entre sus brazos, el cual tendió hacia arriba, mostrandomelo. - A si, y el es Waylon, es el mejor amigo de Wendy. Cachorros, ella es Isabel. - Ahora me apuntó a mí, por lo que yo les sonreí levemente.

Wyatt ya había terminado con las presentaciones, pero ninguno de los niños había echo o dicho algo, solo la pequeña caminó y levantó sus brazos hacia mí.

Kitty: Quiere que la cargues. - Me habló con un tono de voz frio, que en serio me hizo recordar a Willa.

Yo le contesté haciendo una pequeña "O" con mis labios, antes de agacharme para poder cargarla en mis brazos.

Sebastián: Le agradas porque hueles mucho a Wyatt, cree que te conoce. - Me aclaró con una linda sonrisa, y aunque se la conteste, estaba algo confundida.

Volteé hacía Wyatt, para intentar comprender lo que había dicho, pero solo vi como ponía su dedo índice sobre sus labios "disimuladamente" indicándole al mini lobo que se callara, pero paró con la acción cuando notó que lo estaba viendo, por lo que solo me dio una gran sonrisa nerviosa.

Yo lo miraba algo extraño, pero algo me hizo poner mi atención en otra cosa, o más bien, en otra persona.

Wendy: Hola... - Me habló con una voz muy sueve que me hizo sonreírle con ternura.

Isabel: Hola... - Le contesté un poco divertida.

Wendy: ¿Tu eres esa chica, verdad? - Me Preguntó muy calmada, aunque hablaba con algunas dificultades, mientras abrazaba un poco más su osito.

Isabel: ¿Qué chica? - Le pregunté confundida.

Wendy: De la que mi hermano no- - Wyatt no la dejó seguir hablando.

Wyatt: ¡Ahhh! Creo que estas muy cansada linda, te llevaré con mamá. - La tomó entre sus brazos, y empezó a irse dejándome atrás, yo bajé mi mirada hasta los niños quienes se veían con una sonrisa cómplice, vi como abrieron la boca para empezar a hablar pero justo cuando Wyatt volvió por donde se fue, aún con la niña encima de él, me tomó de la mano para que nos vallamos juntos.

Me llevó hasta una parte de su guarida que aparentaba ser su cocina, allí se encontraba una mujer como de unos veintitantos años, era alta con un único mechón blanco entre toda su cabellera azabache, supe de quien se trataba cuando escuché hablar a Wyatt.

Wyatt: Mamá, Wendy quiere ir contigo. - La sacó de su entretenido juego de mesa.

El lobo adolecente fue hasta ella, y depósito suavemente a la niña con su madre, quien no tardó en abrazarla, Wyatt intentó volver a sacarme de ahí al tomar mi mano y tirar un poco de ella, pero su madre no se lo permitió.

Wanda: ¡Ayy! Tu debes ser Isabel ¿Verdad? - Se paró de su asiento con una enorme sonrisa que mostraba sus colmillos. - Yo soy Wanda, la madre de Wyatt.

Isabel: Mucho gusto. - Le sonreí un poco nerviosa, rogando para que no se notará.

Wanda: Wow que linda eres, Wyatt no mentía cuando decía que eras la chica más linda que conocía. - Me reí un poco, y volteé a ver al lobo, quien estaba ocultando un sonrojo de vergüenza tras su mano, mientras bajaba un poco sus ojos.

Isabel: ¿En serio dijo eso? - Volví a ver a Wanda, siguiéndole el juego, bastante divertida por la reacción de Wyatt.

Wanda: Ay, claro, ya todos estamos cansado de escucharlo hablar sobre lo linda que eres. - Solté una suave risa, acompañada de un leve sonrojo.

Wyatt: Bueno, mamá, nosotros tenemos un trabajo que hacer, así que... - Volvió a tomar una de mis manos y a girarse para tirarme hasta llegar a un cuarto, donde cerró la puerta aún estando un poco rojo.

Isabel: Así que... ¿Hablas de mi con tu familia? - Comenté divertida.

Wyatt: No, bueno, si, pero, ya sabes, cosas buenas. - Tartamudeo un poco antes de poder corregir las ideas en su cabeza, verlo en ese estado solo hizo que yo riera más.

Luego de estar molestandose mutuamente un rato, llegó el momento de hacer el dichoso trabajo, ambos estaban sentados en el piso de la habitación de Wyatt, mientras jugaban y charlaban un poco, empezaron a trabajar, estaban por terminarlo cuando Isabel empezó a tener algo de frío.

Wyatt: ¿Quieres un abrigo? - Me Preguntó por cuarta vez en lo que llevábamos de tiempo aquí. - Tengo uno en mi armario.

Isabel: No gracias, no quiero molestarte. - Le contesté con simpleza.

Wyatt: No seas ridícula. - Se levantó y caminó hasta su armario frente a nosotros, sacó una sudadera negra, cuando volvió me la extendió, cuando me la puse, noté como Wyatt se había quedado viéndome.

Isabel: ¿Qué?

Wyatt: Nada, solo... te queda muy bien. - Me sonrió levemente, mientras ahora yo era la que se sonrojaba y bajaba la mirada intentando ocultarlo, solté una leve risa nerviosa mientras él se sentaba a mi lado otra vez.

Levanté un poco la mirada para poder volver a verlo, ¿Porqué tiene que verse tan bien? Ambos nos quedamos mirando unos segundos, hasta que noté como el lobo bajaba la mirada hasta mis labios, logrando que inconscientemente, yo bajara la vista hasta los suyos, nos estábamos acercando un poco sin saberlo, hasta que, por un milagro o por desgracia, mi celular empezó a sonar, logrando que ambos nos apartaramos.

Isabel: Es mi mamá. - Le comenté con miedo a mi compañero, quien me miró compartiendo el sentimiento. - Hola mamá... ¿Vas a ir a buscarme a la casa de Addison? ¡¿Ahora?! Pero... bien, bien, está bien, no te pongas loca... adiós. - Colgué la llamada, y largué un suspiro. - Estoy muerta, irá a buscarme a la casa de Addison en 10 minutos.

Wyatt: Guarda tus cosas, yo te llevó, quizá lleguemos a tiempo. - Empezó a ayudarme a guardar mis cosas de estudio en mi mochila.

Estábamos bajando las escaleras cuando vi a su familia en el recibidor, quienes nos miraban atentos y sorpendentemente, felices.

Isabel: Fue un gusto conocerlos, pero ya tengo que irme, Adiós. - Los saludé generalmente, su madre vino hasta mi para darme un beso en la mejilla como saludo, yo solo le sonreí.

Wyatt: Iré a acompañar a Isabel hasta su casa ¿si? - Le preguntó a su madre quién le dio permiso, el lobo volvió a tomarme de la mano hasta salir al bosque, donde frenó de golpe.

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