La Hermana De Bucky (Wyatt Lekensey)

Nuestro dia

Isabel se encontraba en las gradas del gimnasio, estaba practicando para una exposición oral de historia.

Isabel: ... Y esas fueron las razones que ocasionaron la guerra fria. - Terminé de decir mirando un punto fijo de la pared.

Wyatt: Wow, eso fue increíble, aún que deberías usar el tiempo del almuerzo para, ya sabes, almorzar. - Habló mientras se sentaba a mi lado, aunque estuviera parada, sacándome una mini risa, sentandome a su lado.

Isabel: ¿En serio? ¿La misma frase? - Le pregunté incrédula pero en forma de broma.

Wyatt: Eyy, funcionó muy bien la última vez. - Replicó sacando dos manzanas de su mochila y dándome una.

Isabel: Solo porque estaba muy asustada como para correr.

Wyatt: Pues me alegra haberte parecido aterrador. - Contestó siguiendome la broma, sacándome una risa.

......

Momentos como esos juntos a mi lobo pasaban por mi mente, no podía creer que ahora no eran más que recuerdos de mi adolescencia, parecía haber pasado tan rápido todo, ya que ahora estaba en un pequeño banco de madera, viéndome al espejo usando un hermoso y largo vestido blanco, notando lo bien que se veía junto al peinado que había elegido.

(Así era el vestido)

(Así el peinado)

Bucky: ¿Nerviosa? - Preguntó suavemente, viéndome a un lado del espejo.

Isabel: Como no tienes idea. - Contesté mordiendome el labio, en verdad tuve un nudo en el estómago todo el día, hoy era el día en el que caminaría de blanco hacía el altar, estaba muy nerviosa esperando que todo salga bien.

Bucky soltó una risa ligera a medida que avanzaba hasta mi y me ayudaba a bajar del pequeño banco, entregandome el bouquet de flores con colores combinados.

Puso su brazo en posición para que yo entrelace el mío con el suyo, mirándonos al espejo una última vez antes de avanzar, pero, antes de salir de la casona en la que estaba, él se detuvo junto a mí y me susurró con una sonrisa.

Bucky: Si te arrepientes, tengo el auto cargado y listo para partir. - Me reí un poco golpeándolo levemente con el tallo de las flores.

La típica canción de boda empezó a sonar, las puertas se abrieron de par en par dejandome apreciar la decoración que había estado planeando por mas de un año (Como en la foto de inicio), mis ojos pasaron por todas partes hasta encontrarme con los de Wyatt, quien me miraba con lagrimas de felicidad amenazando por salir de sus ojos, yo le respondí con una sonrisa cargada de ternura por su forma de actuar. Mi hermano y yo empezamos a avanzar hasta quedar enfrente de mi prometido, dónde Bucky me dejó, depositando un beso en mi mejilla, antes de entregar mis manos a las del lobo.

El padre en medio de ambos pidió a todos que se sienten una vez que la música se acabó, yo observaba la hermosa sonrisa que proporcionaba Wyatt, un gesto que me contagió... Algo que había hecho desde que nos conocimos.

El cura comenzó a hablar, hasta que nos pidió a ambos que dijiesemos nuestros votos, por lo que, mirándonos a los ojos, empezamos.

Isabel: De acuerdo, pues... Mi vida, ha sido un caos desde que tengo memoria, siempre ha sido algo extraña, y eso nunca fue fácil, de hecho eso jamás me dió paz. Pero, ahora, estando aquí, contigo, siento que eso ya no importa, porque, si estas con las personas correctas puedes con todo, y tu, Wyatt Lekensey, eres la persona correcta para mí. Entonces yo, - Tomé el anillo que traía Wendy, la hermanita de Wyatt. - con este anillo, te tomo como esposo, para amarte y respetarte, tanto en la salud como en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe. - Coloqué el anillo en su dedo.

Wyatt: Bueno, linda, hoy ha sido toda una locura, pero, no me debería sorprender, por que hemos tenido tantos dias así... Nuestro primer beso, el día que nos convertimos en novios, la primera vez que me dijiste que me amabas, y el día en el que dijiste que te casarías conmigo... También el día de ayer, y el día antes de ese, y el día antes de ese, por qué, cada día que paso al lado de alguien tan increíble como tú, es una locura para mí. Y... Me alegra saber que crees que soy la persona correcta para ti, por qué no puedo esperar para pasar el resto de mis días a tu lado, y aunque nuestras vidas sean una locura, poder encontrar la paz junto a ti. Por eso yo, - Tomó el anillo de la mano de su hermana. - con este anillo, te tomo a tí, Isabel Bukanan, como mi esposa, para amarte y respetarte, tanto en la salud como en la enfermedad, hasta que ni la muerte nos separe. - Colocó el anillo en mi dedo.

Luego de decir unas palabras, el padre dijo lo que todos estábamos esperando, y lo que me hizo estallar de felicidad.

Padre: ...Yo los declaro, marido y mujer. Puede besar a la novia. - Le dijo a mi oficialmente esposo. El cuál me tomó por la cintura para besarme lentamente, escuchando como todos a mi alrededor aplaudían, pero preferí concentrarme en el delicioso beso que me brindaba mi cónyuge.

Al separarnos, me quedé estática en mi lugar simplemente apreciando de cerca a mi marido, quien no paraba de mirarme con esa sonrisa orgullosa y alegre, pasó su vista por todo mi rostro antes de pronunciarme un "estás hermosa" en un susurro que me erizó la piel.

Ambos empezamos a caminar a paso rápido por en medio de los asientos de los invitados, mientras sentía como nos tiraban arroz a ambos, hasta llegar al coche, dónde entramos para comenzar a irnos con un cartel de "recién casados" colgado en la parte de atrás del auto.

....

Isabel: ¡¿Cómo diablos conseguiste eso?! - Pregunté a carcajadas viendo a mi esposo saltar en un inflable blanco, en la parte de atrás del salón donde se encontraban los invitados para festejar nuestro casamiento.

Wyatt solo se encogió de hombros con una sonrisa divertida, dejando de saltar para ir al borde del artefacto y tenderme una mano para ayudarme a subir, pero yo me quede en mi lugar borrando mi sonrisa y cambiandola por una mueca de duda.

Isabel: No lo sé, amor. No creo que deba. - Contesté tocando me el vientre, para que entendiera. Sip, aún estoy embarazada, pero nadie lo sabe todavía, más que Wyatt y yo, claro está. Por suerte la panza aun no se me nota en lo absoluto, pero si subía y me golpeaba, eso le haría mal al bebé, aunque ahora solo sea una semillita.

Wyatt: Me ofende que creas que dejaré que te golpees o te caigas. - Se llevó una mano al pecho finjiendo indignación, pero duro muy poco con esa fachada ya que después empezó largó una risa ligera, volviendo a extender la mano. - Vamos, confía en mí. - Yo levanté mi vestido lo suficiente para que no me molestará para subir, mientras tomaba la mano de mi esposo empezando a saltar, admito que si fue muy divertido, aún con Wyatt deteniendome a cada rato para besarme improvisadamente.

Amaba que siempre se le ocurran cosas como estás y me haga participe de ellas, si, puede que sea un poco infantil retrasar todo 15 minutos para que nosotros sigamos saltando, pero, ey, hoy es nuestro día, ¿Qué más da?

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Holiss, ¿Qué tal? Está vez actualice temprananito, jaja. Lamento no poder actualizarles más sobre la fiesta, pero creo que el siguiente capítulo se tratara de eso.

Cómo siempre, espero que les haya gustado, gracias por leer.

Bay<3

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