La Hermana De Bucky (Wyatt Lekensey)

¿Nueva York?

Estaba acomodando algunas cosas en la habitación, ponía todo lo que podía en los montones de cajas que había por toda la casa. Me encontraba empacando, Wyatt y yo al fin habíamos decidido dónde mudarnos, solo faltaban dos semanas para que mi bebé naciera y queríamos mudarnos antes de eso.

Addison: Aaww, mira que linda fotografía de Wyatt con su familia, se ven muy felices aquí... - Yo voltee los ojos ante su insinúacion poco discreta.

Isabel: Ya deja eso, no vas a lograr hacerme cambiar de opinión. Me mudaré a Nueva York, ya lo hablamos.

Addison: Lo sé, lo sé. No intento hacerte cambiar de opinión, es solo que no me parece que tengas que irte justo cuando tú hijo está por nacer. Solo me preocupa que algo malo te pase a ti o al niño y que no podamos ayudarlos.

Isabel: Y lo entiendo, pero, Wyatt estará ahí, él es todo lo que necesito. - La miré a los ojos para que entendiera que voy muy en serio. Pero ver su rostro de preocupación solo me hizo suspirar con pesadez antes de volver a hablar. - la familia de Wyatt también esta muy preocupada por eso, pero él también quiere irse conmigo. Ninguno de los dos estará solo, entiendanlo.

Mientras tanto, con Wyatt...

Zed: Así que, ¿En serio te irás con ellos a Nueva York? - Le preguntó a su amigo sin quitar los ojos de la carretera en la que estaban.

Wyatt: Si... ¡Pero es que no quiero hacerlo! - Empezó a quejarse.

Zed: ¿Y por qué le diste la idea si no querías irte?

Wyatt: Porque, claro que me encantaría recorrer el mundo con ella, pero ahora ella está embarazada, y pronto tendremos a un bebé. Solo creo que empezar una familia tiene que ser en un lugar estable, y siempre creí que lo hariamos junto a la manada.

Zed: Pues, dile eso, seguro lo entenderá.

Wyatt: Noo, no puedo hacer eso. Le prometí que lo haríamos, es su sueño, no puedo arrebatarselo solo por mis miedos.  - Se dejó caer bruscamente contra el asiento de copiloto del auto, dando un suspiro cansado.

Zed: Si quieres mi opinión, deberías decirle que no quieres irte, no puedes empezar una familia con secretos y mucho menos con miedo.  - Wyatt se quedó mirando el camino mientras pensaba en lo que pasaría, hasta que sonó una notificación en su celular.

Wyatt: Dobla aquí. - Le pidió a Zed, quién hizo lo que le pidió.

Zed: Explícame otra vez por qué es que estamos en medio de la nada.

Wyatt: Tenemos que ir a ver la casa en Nueva York. Es la última semana del embarazo de Isabel, y tenemos que asegurarnos que todas nuestras cosas ya estén allá. No te preocupes, ya casi llegamos.

Con Isabel...

Isabel volvía a la habitación luego de ir al baño, encontrándose nuevamente con su prima, quien le seguía ayudando a guardar sus cosas.

Isabel: Oye, necesito que busques unas cajas que Wyatt dejó en la cocina.

Addison: Claro. - Se levantó de la cama para ir a dónde su prima le dijo, pero fue detenida por la misma.

Isabel: Oh, y ¿Guardaste mis pantalones deportivos? Es que los necesito.

Addison: Si, ¿Por qué?

Isabel: Es que acabo de romper fuente.

Addison: Oh... ¡Espera! ¡¿QUÉ?! ¡¿Rompiste fuente?!

Isabel: Así es, así que por favor baja la voz. - Se sentó en la cama, como si nada estuviera pasando.

Addison: ¿Qué haces? ¡Tenemos que ir al hospital!

Isabel: Claro que no, no pienso irme hasta que terminemos de guardar todo y Wyatt llegue.

Addison: ¿¡Es en serio!? ¡Literalmente estás por dar a luz!

Isabel: Tranquilízate, ni siquiera he tenido mi primera contraaa- Alargó la última letra mientras fingía no querer hacer caras de dolor y presionar su vientre.

Addison: ¿Lista para ir al médico? - Preguntó, pero solo recibió un sonido negativo y con dolor de parte de la pelirroja.

Sé que puede parecer que Isabel estaba de caprichosa, pero ella en verdad no se creía capaz de hacerlo sin tener a Wyatt a su lado. Además, que haya estado peleando con absolutamente todos por su decisión de irse, no la convencía del todo que esas personas fueran las primeras que viera el bebé.

Ya habían pasado unos treinta minutos desde que Isabel rompió bolsa, pero aunque tuviera unas fuertes contracciones ella seguía aferrada a la idea de que no se haría sin Wyatt.

Con Wyatt...

Ambos amigos estaban conduciendo en silencio hasta que una llamada entró al celular del lobo.

Wyatt: ¡¿QUÉ?! - Gritó el adolescente provocando que el auto se detuviera de golpe.

Zed: ¿¡Qué!? ¿¡Qué pasó!? - Preguntó alterado.

Wyatt: ¡Isabel está por dar a luz!

Zed: ¡¿Qué?!

Wyatt: ¡Da la vuelta! ¡Da la vuelta! - Le gritó a su amigo zombie, quien por los gritos hizo una mala maniobra ahogándo el motor, intentó hacer andar el auto pero no lo logró.

Zed: Lo siento, Wyatt... ¿Wyatt? - Al dar vuelta, notó que su amigo ya se había bajado del auto y había empezado a correr.

El hombre lobo había comenzado a correr lo más rápido que pudo, pero aún con su exelente forma física luego de unos kilómetros tuvo que descansar. Pero la falta de aire no impediría que esté presente en el nacimiento de su hijo, por lo que al ver a unos metros unos caballos tomando agua, ni lo pensó dos veces antes de lanzarse encima de uno, a lo lejos pudo ver a su amigo de pelo verde.

Zed: ¿Desde cuándo sabes montar a caballo? - Le gritó desde lejos.

Wyatt: ¡No sé! - Le respondió antes de cabalgar hacia el lado contrario de donde estaba Zed.

Con Isabel…

Addison: Por favor, Isabel. Déjame llevarte al hospital, ya llamé a Wyatt, él nos verá allí.

Isabel: ¿Estás segura? - Preguntó con dolor.

Addison: Te lo prometo, él nos verá ahí. - Aseguró.

Isabel: ...Okey, está bien. - Addison la ayudó a pararse, caminaron hasta el auto, luego de tener una mini discusión con la manada mas antigua por querer que tuviera el bebé ahí y no en el hospital, pero por el dolor yo solo les pedi que se fueran a la mierda y me fuí.

Al llegar al hospital me pidieron una silla de ruedas para trasladarme al área de maternidad, donde me dieron un cuarto y me pidieron que me cambiara.

No tardó mucho en atenderme un médico, me pidió que me recostara.

Médico: Bien, Isabel. Necesitaré que pujes.

Isabel: Ay, pero Wyatt aún no está aquí.

Wyatt: ¡Claro que sí! - Entró deprisa por la puerta, notoriamente agitado. Pero aún así solo corrió hasta su esposa para darle la mano.

Isabel: Si llegaste... - Le dije con una sonrisa emocionada y tranquila.

Wyatt: Claro que sí. Jamás te dejaría sola. - Me respondió con la misma sonrisa.

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Holaaa, lamento mucho estar tan inactiva, pero no saben cuánto me alegra ver sus mensajes de que aún están interesades en la historia. Voy a intentar seguir la historia lo más rápido posible.

Bay <3

Los quiero demasiado.