Conocer.

1.4K 82 3
                                    


🧷🪡

Pasos, voces, murmullos. Pasos, voces, murmullos. Pasos..voces..murmullos..

Pasos fuertes, voces bajas y murmullos a medias se escuchaban en la habitación en la que [Y/N] rondaba con nerviosismo. manteniendo el rosario que estaba entre sus manos cerca de su pecho a la vez que de su boca se deslizaban una y otra vez las mismas palabras.

"Pater noster."

Comenzó murmurando bajito, sus ojos fuertemente cerrados, su respiración agitada y totalmente errática escuchándose por sobre el latido de su corazón que retumbaba en sus orejas.

"Amen. Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie; et dimítte nobis débita nostra, sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris; et ne nos indúcas in tentatiónem; sed líbera nos a malo. Amen."

Repitió igual que la vez pasada, y la vez pasada de esa, y la de esa. Había estado rezando hace unos diez minutos aproximadamente, dando vueltas en círculos en el mismo lugar a cada momento hasta que unas fuertes pisadas la sacaron de su trance y tuvo que mirar hacia la puerta cuando fue abierta.

Dos hombres tomaron paso, uno conocido por ella y el otro totalmente desconocido. Se aproximó a ambos, con los ojos llenos de un brillo de total esperanza.

"Judas! Oh, Judas.."

Sus palabras escaparon sin más, estrechando entre sus brazos al hombre de cabellos algo largos que estaba junto al otro hombre que podía deducir medía unos 2 metros de altura. Sus ojos de repente vagaron hacia él.

"Y él?..él quién es?.."

Comenzó a preguntar con urgencia, sus ojos entrecerrados cuando el hombre de imponente estatura la observó de pies a cabeza con la cabeza en alto, queriendo demostrar claramente superioridad.

"Es un coronel. El coronel König."

Los ojos de ambos se encontraron, él ahora te miraba de forma entretenida. Aunque no podías verle el rostro gracias a la capucha de francotirador que tenía en su rostro, sus ojos eran extrañamente expresivos, de un bonito color azul verdoso.

"Aber was für ein schönes Reh Gottes haben wir hier gefunden."

Tus ojos se abrieron de par en par ante el nuevo idioma. Alemán. Era claro, su acento te envío escalofríos por la columna y lo miraste llena de desdén antes de voltearte hacia Judas. El hombre se sintió ignorado y soltó un bufido, su gran mano aterrizó sobre el hombro de Judas, le dió un suave apretón.

Él entendió.

"[Y/N], me harías un gran favor si le muestras los alrededores. Sabes que hemos hecho un contrato con su compañía por esta misión."

Las palabras no te agradaron. La decisión no te agrado pero Judas te estaba dando una mirada severa que te hizo obedecer. Traías puesto tu uniforme, era una suerte.

Le hiciste un ademán con la mirada al hombre para que te siguiera afueras del cuartel. Él te siguió sin decir una sola palabra.

Habían pasado varios minutos desde que habían estado caminando, tú señalando partes importantes de la base así como otras que no eran tan necesarias en realidad. No fue hasta que llegaron a las afueras que él habló. La primera vez que hacía un comentario que no fuera el que hizo en los cuarteles.

"Es un lugar bastante curioso. Amplio. A las afueras de cualquier sitio que podría ser peligroso. O casi."

El acento en su voz te obligó mirarlo con curiosidad, su voz era ronca, profunda y relajante pero con ese detonante acento Alemán. Podías decir que era encantador. Pero negaste, no podías caer ante tentaciones.

"Sí, estar cerca de un bosque no es algo bastante seguro."

Dijiste mientras te encogías de hombros para seguir con el recorrido por el lugar, caminando en dirección hacia unos contenedores que habían estado abandonados desde que llegaron allí.

Apuntaste hacia ese sector.

"Allí torturan a los enemigos. Personas que no tienen el perdón de Dios."

Él rió, totalmente encantado por el pequeño acto que le estabas dando, pero tú no te reíste, ni siquiera una sonrisa. No era una actuación después de todo. Él pensó cuando te vio de esa forma totalmente seria.

Habían ya casi terminado el recorrido, ahora ambos sentados en una banca cerca de la capilla que tenían instalada de forma improvisada en la base.

"Me comentaron que eres bastante devota a Dios. Incluso se atrevieron a decir que estás casada con él."

Él comenzó a hablar de nuevo, sonando serio al principio pero se notaba que detrás de esas palabras había un claro tono de burla.

"No lo estoy. Las únicas que pueden hacer eso son las monjas. Yo no tengo el derecho, soy una asesina pero aún así le ruego a él que me perdone por todos mis pecados."

Escuchaste como se reía por lo bajo y eso te molesto un poco.

"¿Por qué?..¿Cuál es la gracia de todo eso? Desde pequeño dejé de creer en dios cuando no me concibió un milagro por el cual le rogué.."

Te comentó mientras observaba tu perfil de reojo, volteando de vez en cuando hacia ti antes de mirar hacia el frente en total silencio.

"Sólo dire que es por mis padres."

König asintió de forma silenciosa antes de levantarse del banco. Estirando una de sus manos hacia ti. Tú la tomaste gustosa.

Él apretó tu mano y se acercó a ti, quedando justo a un lado de tu oreja para susurrar.

"Apuesto a que me divertiría tanto corrompiendo esa falsa inocencia tuya. Destruir a pedazos la imagen que tienes de Dios."

Sus palabras te quitaron el aire. Lo miraste directamente a los ojos cuando se separó de ti. Lo miraste de forma recelosa, tus ojos llenos de molestia que era evidente también por la forma en la que tus mejillas estaban completamente sonrojadas. Estabas a punto de responderle, de preguntarle cómo podía ser tan insolente con Dios..contigo..pero antes de que pudieses siquiera abrir tu boca él ya había tomado rumbo hacia otro lugar. Dejándote totalmente molesta, había herido tu orgullo, abierto heridas que pensaste que estaban cerradas en lo más profundo de tu mente.

Te devolvió a ese día. Cuando estabas en la iglesia de tu antiguo pueblo a la que solías ir cuando eras una niña junto a ti madre o sola, hablando con el padre de allí hasta que todo dió un vuelco enorme.

Él dijo que todo era correcto.

Que Dios se lo había permitido.


🧷🪡

needless and pins | König.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora