La Suerte De Los Pobres. (Jenlisa)

𝄞𓂃 ࣪˖ ִֶָ Capítulo 5⭒♬ ﾟ.

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Enemies.
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JENNIE KIM.

Quería creer que estaba siendo exagerada al no soportar las lágrimas como tantas veces él me dijo, o que no estaba siendo coherente, y estaba llorando por drama, que eso no dolía. Pero no sé identificar un dolor verdadero, lo que sí sé, es que no era lo que quería leer luego de no hablar con él y no haberme podido despedir.

La careta de chica mala que había puesto desapareció, se convirtió en eso, en simplemente un dolor agudo el cual no sabía con que emoción disfrazar.

Los gritos de Lisa, los míos, la musica de fondo, lo que acaba de pasar con el chico que yo creí que en serio me quería, pero el error fue mío. Sabía todo lo que cambiaría en cuanto yo saliera de aquel lugar, y viniera a vivir aquí.

Y es que el problema ya no era el lugar, el problema era yo. Que no era lo que quería, que no estaba acostumbrada a esto, quería regresar al pasado y no haberle creído que fui una dramática por llorar por algo que en su momento me dolía, por no haberle entregado segundos de mi vida en aquel noviazgo que no parecía una relación de dos.

—No puedo creerlo —dije por lo bajo— Eres una estúpida, Kim.

No quería permanecer más en la fiesta, prefería mil veces volver a ese complejo de casa, por lo mimso, agarré la primera botella de Whiskey, importándome poco o nada que tuviese algo dentro, y me abrí paso entre las personas.

Sin mirar a las personas, sin intenciones de buscar a Jisoo o a la insoportable de Irene, o ir a por Lisa, sólo para desquitármela. No quería ver a ninguna de esas tres personas.

Simplemente avancé, y borré a todo el mundo de mi mundo. Opté por simplemente salir, y mirar a los lados, observando que todo estaba oscuro, la casa era la que brindaba un poco de luz a las calles. Me di un trago largo y sentí aquella sensación amarga bajarme por la garganta, era como si el veneno estuviese en la punta de mi lengua.

Intentando no pasarlo por completo para no despertar en coma, era estúpido querer beber hasta olvidarme de la fecha; pero no me dolía en sí el rompimiento, sino todo lo que estuve reprimiendo para encajar en lo que no era mío.

Sentí las espesas lágrimas bajar por mi mejilla y me mordí la lengua. Así se siente la traición.

Pensé que iba a poder tener mi momento en paz, pero eso se arruinó cuando escuché gemidos provenir de un callejón oscuro. Eran claros gemidos de una mujer, agudicé la mirada pero lo que logré ver fue poco, ya que los rostros era imposible descifrarlo.

Arrugué el ceño y seguí por otro camino, no quería seguir mirando a dos personas follar cuando yo jamás pude llegar a esa maldita etapa con el que se suponía que era mi novio solo porque tenía miedo y me sentía presionada. En muchas ocasiones me dijo que podía terminarme si no le daba lo que pedía.

Lo intenté.

Quise hacerlo, pero no pude. Sentía pavor.

Y seguro por eso me dejó, y porque se enteró de todo.

No sabía hacia donde estaba yendo, pero la música se escuchaba más lejos. Me estaba alejando de la casa, yendo por el camino equivocando, este barrio era tan pequeño que no me sorprendería terminar en mi casa. Sólo deseaba caminar.