La Suerte De Los Pobres. (Jenlisa)

𝄞𓂃 ࣪˖ ִֶָ Capítulo 12⭒♬ ﾟ.

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Moonlight.
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JENNIE KIM.

—Esto es hermoso —elogió Irene—. Digamos que tenemos una amiga con carro.

—No soy su amiga, pero las puedo llevar —agité las llaves—. Era mi antiguo coche, fue lo único que no perdimos o de lo poco que no perdimos.

—Esta precioso —admiró Jisoo—. Llegáremos hoy un poco más poderosas al bar, lastima que Somi no estará para restregárselo en la cara.

Jisoo se subió a la parte trasera del coche e Irene en el asiento el copiloto. Mientras yo introducía la llave y aceleraba, demostrándoles la potencia.

—Este Mini Cooper, ha sido mi fantasía desde que tengo memoria, cuando mis padres me lo compraron para mi cumpleaños numero diecisiete casi pongo el grito en el cielo —acaricié el volante—. Si algo le llega a pasar a este precioso no se que sería de mí y menos ahora, que es cuando más lo necesito.

—Ya te digo que es bueno tener una amiga ex-millonaria —dijo Jisoo.

—Amiga no, pero si ex-millonaria. Es mejor que nos dirijamos al Bar —lo puse en marcha.

En todo el camino Irene iba cambiando las canciones, ella disfrutó más que yo en meses. No me molestaba, no se que parte de mí había cambiado tanto, pero no me afectaba que pusieran música, o que hablaran, en otras ocasiones si hubiese sido así. Pero hoy en día, no.

La Jennie de antes no debe de estar muy orgullosa, y la de ahora tampoco es que lo esté ahora; pero me conformo con saber que el asco diminuyó. No quería cambiar, tenía la certeza de que volvería a mi vida de antes tarde o temprano, pero aquella fé se iba desvaneciendo con el paso de los días.

Esta era mi nueva vida, me estaba costando pero nunca sentí algo tan original y propio de mí.

Antes todo se sentía falso, como si mi vida en vez de ser mía, estuviese siendo de mis amigos. Hasta ahora me percató de que, no estaba disfrutando vivir.

Siguiendo las instrucciones de Irene y Jisoo, Parqueé frente al Bar, y solté un suspiro. Ellas bajaron primero que yo, después de cerrar mi coche y froté las palmas de mis manos con mi sudadera, seguí por el mismo rumbo que ellas. Entrando a un lugar el cual creí que estaría lleno de personas, pero era todo lo contrario.

El grupo más grande era donde estaba Lisa, la cual igual estaba ahí, compartiendo sin haberse percatado de mi presencia. Pasé saliva y sentí la presión en mi pecho, mi corazón encogerse y hacerse pequeño. Las demás personas estaban bebiendo, parecía un ambiente tan normal.

Relajado, sin tanto alboroto. Era extraño estar cómoda en este ambiente, pero no me esforcé por entenderlo ni hallarle una razón a lo que ya de por sí, era bastante obvio.

—¡Pero si es la fresa del grupo! —gritó un chico amigo de Lisa, estoy segura que se llama Bang Chan—. Te estábamos esperando, para hacerte muchas preguntas.

—Oh, vamos, déjala, Bang Chan —Rosé golpeó su hombro—. Tranquila, Jennie, no te harán preguntas.

–¿Es el momento dónde nos arrodillamos frente a ti? —bromeó el chico.